Tristísimamente a veces hacemos daño a quienes mas queremos, asi se aprende, perdiendo a personas muy queridas.
En mi caso, ya soy un adulto grande, tengo mas de 40 años, pero no dejo de recordar cuando fuí adolescente, la forma cruel en que rechazé a una chica de la escuela, y que pasados muchísimos años, me la encontré algunas veces y no fuí capaz de pedirle disculpas, aún se le nota que quedó dolida conmigo, le rompí el corazón y me arrepiento de haberlo hecho, pero aprendí de una vez y para siempre, que cuando una persona te ofrece su corazón, hay que intentar por todos los medios de ponerse en el lugar de esa persona, y si no la querés, tratar todo lo posible de rechazar sin dañar, puede hacerse sin ser cruel.
No te queda otra que seguir haciendo terapia o cambiar de psicólogo, y proponerte cambiar de verdad.
De todas formas, creo que no amabas a este chico, eso no te da derecho a hacerle daño, pero bueno, lo hecho, hecho está.
Lo importante ahora, es como sigue tu vida, tu historia, lo que pienses hacer.