En una cálida tarde de abril, mi novio y yo tumbados sobre la cama, acariciandonos, susurrandonos al oído todo lo que nos queremos. Observaba con pasión toda su anatomía, su cuerpo delgado y su mulato color de piel que tanto me hacían enloquecer.
Miraba sus ojos, grandes y oscuros, aquellos ojos que me enamoraron la primera vez que los vi, esos que cuando me miraban fijamente me hacian estremecer de amor.
No hablabamos, no hacían falta palabras, solo miradas y sentimientos.
Cerró los ojos, yo le segui observando tumbada a su lado, le acariciaba con suavidad unos de los lados de ese rostro marcado y perfecto.
"¿Como puede una persona pasar de ser parte de tu corazón a ser el motivo por el cual late cada dia?" Pensé.
No me resisti mas, me acerque suavemente a sus labios y los besé.
Besos largos, suaves y delicados fueron protagonistas por el momento.
Mis labios se alejaron de los suyos para posarse en su calido cuello, besandolo en cualquier lugar posible, de todas maneras imaginables.
Antes de volver a su boca, le quite la camiseta y segui besando y lamiendo todo su pecho y abdomen.
El se mostraba visiblemente mas agitado, respiraba cada vez mas fuerte.
Un fuego tambien empezo a arder en mi interior, un calor se apoderó de mis partes más íntimas que pedian a gritos ser atendidas.
Me desnude frente a el, sabía que no habia otra cosa que le exitase mas que eso.
El sentado en la cama y yo sobre sus muslos, abrazó mi delgado cuerpo con mucha delicadeza, lamiendo directamente mis pezones.
Con mi rodilla podia sentir su exitacion, su miembro como una bomba apunto de explotar.
Lo acaricie por encima del pantalón, estaba duro y firme.
Le ayude a desnudarse y me acerque lentamente sin dejar de besar su cuerpo a su enorme, duro y caliente pene.
Lo sostuve con una mano y empece a lamerlo de abajo a arriba con mucha delicadeza, besando y chupando su glande.
El se estremecia de placer, con sus manos en mi cabeza intentaba forzarme levemente para que me lo metiese entero en la boca, pero le hice esperar mas antes de hacerlo.
Inquieto e impaciente, respiraba muy agitado mientras soltaba casi inaudibles gemidos.
Empece a masturbarle muy rapidamente sobre el glande, como sabia que el se moria de placer mientras acariciaba con mi lengua sus rasurados testiculos. Suspiro, gimio esta vez mas fuerte mientras aun permanecia con los ojos cerrados.
Le bese las ingles y segui subiendo hasta el abdomen sin dejar de masturbarle, el se incorporo y agarro mi cabeza nervioso para besarme.
Unos instantes despues se cogio el pene apartandome la mano a la vez que dirigio mi boca nuevamente a su exitadisimo miembro mientras el seguia masturbandose.
Lami delicadamente su glande, volvio a gemir y suspirar, respiraba cada vez mas rapido.
Apreto mi nuca hacia hacia abajo con fuerza y firmeza, abrace su pene con mis labios sin dejar de acariciarle con la lengua, un instante despues, estallo en un orgasmo llenando toda mi boca de su sabroso y calido semen.
Se dejo caer hacia atras agotado pero yo aun tenia mas guerra que dar, mi clitoris queria explotar con toda la sangre que brotaba en su interior.