Un día estaba en su casa y entramos en debate sobre una letra del nombre de un personaje (él decía que era con B/V, y yo estaba segura que era con G, equis). Para ver quien tenía la razón, cogí su móvil para buscar en San Google. Al desbloquearlo, estaba ahí abierta la foto de una amiga mía en bikini (tenía abierta la app de una red social que ambos usamos, justo en esa foto. No es que se la hubiese guardado ni nada así. Yo no le di importancia, estaría cotilleando las fotos de mis amigas, como yo he hecho mil veces, y por algún motivo tuvo que dejar el móvil, bloqueándolo sin más y ahí quedó. Había sido en esa foto totalmente al azar.
El tiempo fue pasando con normalidad, mis amigas jamás me dijeron nada malo de mi novio ni yo veía que tuviese un comportamiento extraño hacia ellas. Nada me hizo sospechar.
Meses después de aquello, este sábado, me quedé en su casa a dormir como cada fin de semana hacía desde prácticamente el inicio de la relación. He de decir que yo soy una persona que cuando me duermo, desaparezco de este mundo. Ya me puede pasar un camión por encima, que no me entero. Tampoco soy de esa gente que se levanta varias veces al servicio por la noche ni a beber ni nada, suelo dormir del tirón.
Pues justo esa noche, casualidades de la vida, me despierto... y le veo en la cama, tranquilamente, masturbándose a mi lado, viendo fotos de mis amigas. Y no sólo eran fotos en bikini o sexys, era cualquier tipo de fotos donde se vieran sus caras o sus caras junto a sus cuerpos.
Yo me hice la dormida, pero sólo quería llorar. Pienso que una cosa es el porno, que son chicas que jamás conocerá, y otra muy distinta mis amigas con las que tiene un contacto directo.
¿Se excitará cuando le dan dos besos?, ¿Esa despreocupación mientras lo hacía, significa que lo ha estado haciendo más veces? Ya no sé ni qué pensar, me voy a volver loca.