Los negocios y el amor son una pésima combinación. Si no te "quiere" porque no le apoyas en su negocio, pues es obvio qué es lo que quiere. Y cualquier problema con el negocio, de cualquier tipo, imagínate quién seria la culpable.
Agarra el toro por los cuernos y hablalo directo a la cara. O noviazgo sin negocio o ni noviazgo ni negocio.
Más claro, ni el agua.