¡Hola a tod@s!
Me he hecho este usuario especialmente para (por primera vez) pedir una opinión pública sin necesidad de prejuicios o puntos de vista subjetivos sobre algo que me trae la cabeza loca.
Bueno, empiezo a deciros.
Soy una mujer bisexual de 23 años que actualmente tiene una relación desde hace 3 con una mujer más joven que yo, ella tiene 20.
Mi relación desde un principio no ha sido lo más rosa y fácil del mundo que digamos, puesto a que he tenido que poner la carne en el asador por mi relación sin descanso desde que empecé a salir con ella (temas familiares y sociales de mi cuidad).
Ella siempre ha sido alguien muy complicada de carácter, con subidas y bajadas de puntos de vista muy radicales, algo seria, muy suya y un poco negativa, lo que explica que es uno de los puntos clave en que nuestra relación no haya sido fácil. Aunque ella no tiene la culpa porque su vida ha sido bastante complicada por temas familiares serios y demás. Pero cabe decir que es una persona pasional, con parla, imaginativa y buena persona.
Yo soy más de las que mantengo un poco mis ideas u opiniones en una línea más equilibrada, soy también más social, positiva y alocada, aunque mi carácter también es fuerte cuando mi vaso rebosa y también soy muy pasional. Aunque yo no soy ahora, ni mucho menos, mejor que nadie, está claro... Más que nada es al revés. Incluso llegué a romper mi relación una vez hace un año y medio porque me encontraba muy perdida en mis sentimientos y mi autoestima estaba totalmente por los suelos.
A lo que iba, he dejado muchas cosas por amor por ella incluyendo mi familia, amigos e incluso oportunidades de estudios puesto a que yo hacía lo que a ella le parecía mejor para que estuviese siempre feliz... Pero tanto sacrificio me ha dejado con los bolsillos vacíos y desde hace ya unos meses me encuentro muy deprimida cuando estoy con ella y por lo tanto, estoy más distante, a lo que ella ha cambiado completamente conmigo y ahora me pide que salga más, que cumpla sueños, que haga las paces con mi familia, etc... A mí esas palabras ahora no me reconfortan mucho porque siempre está cambiando de opiniones y me trae loca y ahora no me las creo. No me fío mucho de ella porque no sé cuánto le va a durar este cambio esta vez o si realmente derá definitivo.
En fin, que desde que estoy más distante con ella he empezado a hacer "arreglillos" en mi vida con mis amigos, mi familia y mis metas personales. Salgo más, quiero viajar, me apunto a salidas con mi madre, voy de copas con mis viejos amigos y eso me hace sentir muy feliz. Pero cuando estoy con ella me entra como melancolía y nostalgia a la vez de cuando no nos separábamos para nada, y a la vez también, siento rencor hacia las cosas que me ha hecho y amor cuando huelo su pelo o me abraza sin venir a cuento. Y encima me habla dulce siempre, como meciéndome... pero eso sólo me hace poner triste (no sé bien por qué) y solo se llorar en su regazo.
Pues bien, (que me enrrollo) ahora está el punto clave:
Tengo un muy buen amigo que nos conocimos justo cuando ambos estábamos mal por haber sufrido en nuestras respectivas relaciones de pareja (de cuando la dejé) y desde ahí hemos estado siempre apoyándonos, escuchándonos, dándonos ánimos, saliendo de copas, ect... Él acabó otra relación hace poco por propia decisión porque no la quería y, claramente, yo fui la primera persona a la que llamó para ser aconsejado y escuchado sin prejuicios. Yo le animé a que viviera más una vida propia, que mirara más por él, que tenía el autoestima muy bajo y que merecía un verano de amigos, tranquilo y que recargase pilas. A la vez, él ha estado ayudándome con mis problemas con mi chica (aunque no consigo salir del bache) y dándome mucha confianza y cariño. Me decía que hablara siempre claro las cosas con ella y que si no me comprendía no me frustrase o desesperase porque lo importante era soltar lo que llevaba dentro y que yo también necesitaba quererme más a mí misma...
Y desde hace un par de meses nuestros famosos abrazos amistosos empezaron a ser más prolongados, las ganas de vernos a solas también, y nuestras conversaciones sobre sexo y demás empezaban a ponernos nerviosos. Yo no dejaba de pensar en él, incluso le llevaba algún dulce al trabajo por sorpresa y él no dejaba que me fuera si no tenía nada que hacer por mi parte.
Nuestros amigos comunes empezaban a bromear con que haríamos muy buena pareja, etc...
Pero yo no quería pensar en eso porque tenía principio de depresión por mi relación y no lo quería tomar en serio, así que solo disfrutaba mi tiempo libre con él. Me hace sentir tan bien..
Y entonces ocurrió, hace dos días. Estábamos como cualquier otro día tan tranquilos viendo una película en mi sofá después de beber un par de cervezas y pedir una pizza XXL y, sin saber cómo llegó a ese punto, estábamos devorándonos el uno al otro, sin decirnos nada, solo abrazándonos, acariciándonos, besándonos suave y vorazmente a la vez, y haciéndolo sin soltarnos de la mano.
Cuando terminamos de hacerlo empezamos a reírnos nerviosamente y yo, dispuesta a levantarme y vestirme, me abrazó tan taaaaaan dulcemente que se me borraron las ganas de irme de allí. Y así, abrazándonos y acariciándonos nos tiramos una hora y veinte minutos hasta que se dió cuenta de que llegaba tarde al trabajo y tenía que irse.
Me despidió con mucho cariño y una vez que montó en su coche me habló tan como siempre es él, diciéndome que le avisara (como siempre) para cuando pudiese verlo.
Esa noche fui a recogerlo al trabajo con la intención de hablarlo con él porque me sentía confusa y mal por haberle sido infiel a mi chica... Pero volvió a pasar, en su despacho. Tras al intentar hablar con él, cuando se me saltaban las lágrimas, me paró con un beso.
Y hasta hoy aquí sigo... Sin remordimientos ahora, que es lo peor. Sin saber qué hacer. Echa un lío. Llorando y riendo...
