Mi fantasía: Amor de noche y luna llena

Soy lesbiana. 

Aviso: eso obviamente no ha ocurrido de verdad ni esa doctora existe. Ningún hecho de los que menciono aquí es real ni lo he vivido. Es todo pura fantasía. 

Se titula así: Amor de noche y luna llena. 

El título tiene doble sentido: se refiere al momento del día en el que sucede y en el físico de la mujer con la que tengo esta fantasía. 

Amor de noche y luna llena

Imagino que tengo visita con una doctora que es tal y como me gustan las mujeres: una hermosa mujer que mide entre 1,85 y 1,90, rellenita con unas muy preciosas y fuertes curvas y trasero y pechos grandes, una bellísima y radiante piel blanca como la luna llena iluminando la noche, la noche de su cabello, una hermosa melena de un cabello largo lacio y con flequillo recto, de un negro azabache como el cielo en plena noche ,  y con un intenso olor a champú o perfume de menta. (imagino eso recordando la parte de la canción Luna lunera de Estopa que dice: "Porque ya no vivo siempre pendiente de tu pelo, que siempre había nublado el cielo y amenazaba tormenta y que sabe a menta"... ). Tiene una hermosa mirada que transmite una ternura infinita y cierta melancolía, de unos grandes ojos turquesa como el immenso oceáno y lleva gafas. 

Sé quién es esa doctora porque ya llevo unas cuantas veces visitándome con ella, sobre todo una vez que me encontré muy mal, estuve ingresada varios días y ella estuvo muy pendiente de mi y se preocupó y me apoyó mucho. Ya desde el primer momento que la ví, me sentí muy atraída hacia ella viéndola físicamente. La deseo muchísimo desde el primer instante que la ví, tan bella y hermosa como la luna llena iluminando el oscuro cielo de noche . Y también por su manera de ser conmigo, tan dulce, sensible, amorosa y preocupada por mi, y por su tierna, tímida, cándida, paciente y algo melancólica voz que me despierta una infinita paz, una voz grave y suave a la vez. También veo que es muy buena y cariñosa con los demás pacientes, pero ha llegado un momento que no de la misma manera que conmigo. Conmigo es bastante más cercana. Conmigo ha llegado a tener un afecto especial. Creo ya sentir algo más allá de una simple atracción. Creo estar enamorada de ella.  

Tengo visita con ella en una sala de consultas que tiene en su casa. Soy su última paciente, por lo tanto, ya no hay nadie más esperando. Es una fría tarde de un viernes de invierno. El cielo empieza a oscurecer. Miro el cielo mientras camino por la calle. Se avecina noche de luna llena. De una grande y hermosa luna llena. Camino lentamente por la calle. Tengo un sentimiento de felicidad, emoción y ansias por volver a verla. Hacía un poco de tiempo que no nos veíamos y la he  echado tanto de menos... Subo las escaleras. Ya el simple hecho de pensar en ella: sus curvas, su altura, su cabello, sus ojos, su piel, su voz... me provoca una excitación muy intensa . Voy arregladita. Me he alisado el pelo y llevo puesta una falda y unas medias negras, unos botines negros más bien planos y una camisa de leopardo. Llamo al timbre y me abre ella, tan bella como siempre. Va vestida con la bata blanca, pantalones vaqueros ligeramente ajustados y unas sexys botas bucaneras de cuero, de tacón alto y suela anchos y negras, combinándolas perfectamente con el negro de su hermoso cabello . Me recibe muy cariñosa con el immenso y precioso verdor de sus ojos, su tierna sonrisa y con un fuerte y cálido abrazo, me encanta abrazarla, sentir la calidez de su cuerpo, el olor a menta tan característico de su cabello, sentir la diferencia de altura entre las dos, ella mucho más alta y fuerte que yo físicamente, me da una sensación de seguridad y de "sentirme protegida" brutal  (las mujeres que me gustan tienen que ser mucho más altas y fuertes que yo físicamente, me gustaría que me hicieran sentir segura y protegida a su lado), acariciándome el pelo, dándome unos cuantos besos en las mejillas, me pregunta cómo estoy y me dice cosas bonitas. Me dice que me ha echado mucho de menos y por un momento las dos nos emocionamos y rompemos a llorar a brazadas . Me dice que me quiere y que soy muy hermosa tanto por fuera como por dentro. Me enamora y emociona que me diga eso . Entramos, ella me lleva hacia la habitación. Mientras vamos para allí, las dos caminamos abrazadas por la cintura. 

Una vez allí hablamos de como me encuentro y de mis revisiones y consultas. Amo su tierna voz, grave pero a la vez suave. Es tan amorosa conmigo...  Y tan bella... Demasiada bondad, virtud y belleza para ser alguien real. Me sonrojo mucho. Me pide que me tumbe de espaldas y que me debo quitar la camisa y desabrochar el sujetador. Me tiene que masajear y mirar bien la espalda, los hombros y las costillas para ver cómo estoy. Me tumbo y me quedo vestida igual de cintura para abajo y en sujetador de cintura para arriba. Me masajea y me va preguntando si me duele o no y va escribiendo los resultados. Hay un momento que debe ir a buscar algo más que necesita. Verla caminando de espaldas, su pelo, su trasero, sus piernas, sus tacones hace que me sonroje y excite más. Mis latidos se aceleran. 

Ella vuelve y sigue con mis costillas. Hay zonas que me duelen un poco más y zonas que me duelen un poco menos, pero aquí llega un momento en el que masajea en una zona que me duele y doy un pequeño grito, me asusto y me saltan algunas lágrimas. Ella, que es muy sensible, solo con ver lágrimas en mis ojos, parece que se entristece y se le cae alguna lágrima también. Me dice dulcemente que me relaje, que ya ha terminado. Me acaricia la costilla, las mejillas y el pelo. En este momento, mientras me acaricia, nuestras miradas se cruzan de una manera muy intensa, como con deseo y sentimientos . Y aquí es entonces cuando se agacha, se encuentran nuestros rostros, me besa la frente, las mejillas, los labios. Se pone de pie y yo me siento en la camilla apoyándome en la pared. Estando yo sentada y ella de pie, la rodeo con mis piernas. Nos abrazamos muy fuertemente, nos acariciamos y nos besamos con mucha pasión. Nos damos muchos besos . Entonces ella me levanta a cuello y seguimos besándonos en esta posición. Me bajo y estamos las dos de pie. Entonces la abrazo muy fuerte y mis manos se pierden entre sus nalgas, sus piernas, su cintura, sus pechos y por su rostro y acariciándole el cabello mientras la beso con mucho deseo. Mi respiración se acelera notablemente, empiezo a respirar muy fuerte. Sus manos también se pierden entre mi cuerpo. Mientras le toco las nalgas y los pechos ya por instinto me sorprendo de que mis manos se encuentran más allá de su pantalón o de su bata y jersey y su ropa interior.  Es sobre todo en este momento cuando siento que mi corazón late con mucha más fuerza de lo normal y una sensación de intensos espasmos en mi estómago y de mucho calor y sonrojo en mi cuerpo y mis mejillas. Mi cuerpo se estremece ante ella. 

Acabamos las dos en ropa interior. Ella acaba en ropa interior y con sus sexys botas puestas (ufff... :shy. Lleva puesto un conjunto de lencería negra: un sujetador negro ancho tirando a top y unas bragas también anchas tirando a culotte. La miro a los ojos y le digo que es demasiado hermosa para ser real . Me pego a ella como un imán abrazándola y besándola con mucha avidez. De repente se rompe el silencio y de la nada empieza a sonar desde un reproductor de música que ella tiene una canción del grupo valenciano Smoking Souls titulada Alcohol i sal. A la vez me empiezo a emocionar. Después, me vuelvo a sentar a la camilla y continuamos devorándonos como en el principio. Las dos empezamos a emocionarnos mucho y lloramos . Sentimos una intensa mezcla de deseos, sensaciones y sentimientos encontrados . La canción suena de manera repetida desde su reproductor, y seguirá sonando durante horas. Nos deseamos y queremos mucho. La deseo y la quiero más que nunca. Así seguimos durante horas hasta que las dos morimos de placer haciendo el amor apasionadamente durante toda aquella noche de luna llena, la luz de la cual se ve reflejada por la ventana y es la única que nos ilumina en este hermoso momento.