Estoy casada hace 5 años y al estar de novia me di cuenta de algo, pero la verdad no lo tomé muy en cuenta y me casé enamorada. Toda la tragedia (al menos para mí empezó ahí. Mi esposo es una persona demasiado conformista. Se levanta en promedio a las 9 o 9:30 de la mañana, normalmente trabaja de 7 a 8 meses por año porque a veces no encuentra estabilidad; yo trabajo a tiempo completo y mi salario es bueno, con eso estamos bien, llevamos una vida cómoda porque mi salario es alto. Siempre le he apoyado a que mejore profesionalmente, he pedido a mis contactos y todo lo que ha estado en mis manos para que pueda mejorar; la situación es difícil, pero empezamos iguales, es decir, profesionalmente empezamos exactamente iguales, a mí en estos años me ha ido mucho mejor; el problema es que él no pone de su parte, no sé cómo explicarlo, creo que las mujeres somos más decididas, aunque veo hombres que se echan a las espaldas a su familia y pueden trabajar con un esfuerzo descomunal. Mi esposo no quiere hacerse cargo de nada, ni de él mismo. Se levanta y puede pasarse el día viendo tele, en estos cinco años tengo que decirle todo, que tenemos que lavar la ropa, que hay que cocinar, etc. cosas de la casa, y cosas del ámbito profesional también. Tenemos una niña de 3 años y para mì es doble trabajo. En fin, sumado a ello, me embaracé casi a la fuerza, yo quería tener una hija y desde que nos casamos la verdad no tenemos relaciones, al inicio yo siempre empezaba todo, y como estaba enamorada no me molestaba, luego me fui dando cuenta que él nunca me decía nada, y yo quería embarazarme, empecé a preguntarle porqué era así o qué pasaba, pero él no decía nada, finalmente me embaracé y cuando mi hija ya tenía 2 años le dije que porqué nunca me volvió a decir para estar conmigo, todo ese lapso de tiempo más el embarazo nunca pasó nada, este úl!@#*! año igual no ha pasado nada y yo quería una familia con al menos otro hijo, pero veo que va ser imposible. Le he pedido que se vaya, porque vivimos en mi casa, pero no se quiere ir, dice que nos quiere mucho, pero soy muy infeliz, no tengo un compañero para emprender nuevos proyectos, es como un parásito, así lo siento y es muy triste.
En contraparte, debo decir que es un buen tipo, es decir, nunca me ha tratado mal, tiene un corazón noble y buen carácter.
No sé qué hacer, porque a mi familia nunca le he contado nada y piensan que todo está bien, y él no se quiere ir.