Yo estoy enamorado de una mujer hace 3 años. Al principio cuando entre a trabajar, a este lugar donde ella trabaja de planta, no me gustaba; me parecía la mas voluble, hipócrita y superficial de las chicas que jamás había conocido. Un compañero ya andaba tras de ella. Y todos sabían que ella lo despreciaba por su condición. En fin, poco a poco se fue dando mi enamoramiento, y llegue a pensar que estaba loco ¿cómo me podía gustar alguien así?
Un desafortunado día decidí mandarle la invitación por el chat. Me fue mal, me comporte como un ... en un dialogo la hice sentir mal. Fui simplemente un niño malcriado. Me disculpe y todo comenzó otra vez. Luego, la consecución de nuestras charlas por chat fue más frecuente, ella me preguntaba cosas y yo otras, a veces cosas muy personales.Lo inevitable llegó, y un día la invite a tomar un café en plan amigos, ella es muy discreta y en eso me comentó que planeaba casarse fue un balde de agua fría ¿cómo después de haberme respondido todas esas cosas por chat, podía decirme que se casaba?
Pese a todo yo ya estaba enamorado de ella, la soñaba, la imaginaba, no podía concentrarme en mi trabajo, y sufría porque ella iba a casarse. Insistí en que debíamos hablar a solas, ella se puso a la defensiva y me dijo: No se puede, no quiero que hayan malinterpretaciones. Le rogué, le insistí que me diera unos minutos de su tiempo para yo poder explicarle. Nunca le pude decir que la amaba. Ella casi en llanto escapó de mi, como teniendo miedo a lo que yo le propusiera o diría.
A tanta insistencia, ella me dijo: Ya no me molestes. Entonces le dije: No te preocupes, ya no te molestaré nunca más. Desde entonces ya no éramos somos amigos, ya no le dirigí la palabra, la ignoraba completamente. Ni el saludo le respondía. Fue muy doloroso al principio, pero luego se hizo un hábito.
Luego me entere de que estaba embarazada de un tipo casado, fue decepcionante. Porque pudiendo tenerlo todo, solo quiso una parte, y peor aún, de un tipo que no vale la pena. Siempre he creído en el destino, en el karma y el darma, y se que los dos, tenemos un asunto no resuelto. Creo que otra vez fracasamos en esta vida, creo que mi rencor es más fuerte que mi amor. A veces lloró por lo que no fue, por lo que pudo haber sido, los dos hubiéramos vivido una historia de amor jamás vivida. Ella está equivocada y ya tiene una hija de él. La situación es irremediable.
En los últimos meses tuvimos que coordinar unos trabajos, el destino me puso otra vez frente a ella, ella quiere que volvamos a ser amigos. Esto último es imposible para mí y la trato con la misma frialdad a la que me acostumbre a tratarla. Jamás podré decirle que todavía la amo, que cada día quiero encontrarla por casualidad, para verla. Que nos imagino juntos como esposos, que el único que la soporta soy yo. Que me gusta toda, que quisiera envejecer con ella.
Ella estropeo mis sueños y ahora no tengo ningún sueño de amor. Y aunque me duela, debo seguir adelante, sin ella, sin la mujer que amo.