Mi amante salvaje, el amor de mi vida.
Estoy casada desde hace diez años con un hombre del que soy amiga desde la primaria. Él fue mi segundo hombre y siempre nos llevamos súper bien. Es un muy amable, cariñoso y trabajador. Fuimos compañero de facultad y cuando egresamos nos casamos. Pero creo que siempre me falto algo más y si no era amor era un buen macho para disfrutar. Hace ya 6 años cuando tenía 28 al ver que ya estaba cerca de los 30 decidí tener una aventura secreta. Fue así que en una página de internet encontré un hombre que me interesó. Ambos buscábamos lo mismo, tener un buen revolcón y nada más. No encontramos en un café donde yo lo esperé sin poder imaginar que ese encuentro me iba a cambiar tanto la vida. Cuando lo vi llegar me pareció muy guapo, elegante y distinguido, me dio un beso y pidió disculpas por la breve demora. Pedimos un café y enseguida ambos sen!@#*!s el flechazo logrando esa conexión. Su tono de voz, su forma de hablar y su caballerosidad, me sedujeron de inmediato. Luego de esa agradable primea impresión me tomó por las manos y me sugirió ir a otro lugar más ín!@#*!. Cautiva de su encanto le dije si sin dudar aunque había ido preparada para eso...en definitiva era lo q buscábamos los dos. Él tan caballero me abrió la puerta del coche apropiadamente equipado con vidrios oscuros. De todos modos no podía evitar sentirme nerviosa pero, él me había gustado demasiado, por lo que valía la pena el riesgo y algo adentro de mí me decía que él era lo que buscaba. Ya dentro de la habitación del hotel comenzamos a besarnos, era como si nos amaramos de toda la vida. Nuestras bocas se acoplaron una a la otra y mi cuerpo se estremecía con sus caricias. Lentamente nos comenzamos a desnudar y por si todo era poco cuando vi lo enorme que era su pija, sencillamente enloquecí.Lo empujé sobre la cama, tomé su enorme pija entre mis manos y comencé a chupársela mientras lo miraba como se retorcía de placer. Que hermosa !!,y excitante sanción sentía al saborear ese juguito saladito que salía de esa cabezota dura como una roca. Mi descontrol ya era tal que me abrí de piernas y me subí sobre su cabeza. Él me tomó por las nalgas, comenzó a lamerme la concha y también el culo. Su lengua se perdía adentro mío y no podía parar de moverme apretando mi concha sobre su boca hasta que finalmente me acabe toda en su boca. Jamás había sentido eso con mi marido o mi novio anterior a él. Luego se sube sobre mí y no paraba de besarme, acariciarme el rostro y las tetas, de decirme lo linda que era, que sentía feliz como hombre, cuando se le escapo un mí amor. Por lo que me reí ya que, hacia un par de horas nos habíamos conocido. Yo no podía ocultar mi felicidad y estar sonriente todo el tiempo, estaba feliz porque me sentía plena,… “estaba fascinada”... Entre dodo ese amor casi sin verla venir me penetró sin aviso y con mucha fuerza. Toda esa verga enorme me entró con dolor, pero ese dolor provocado por la dominación de un macho me hizo alucinar. Entre gemidos y gritos de dolor con placer, empecé a moverme a su ritmo y a gozar como nunca. Yo lo tomaba por la espalda mientras él empujaba con una fuerza bruta, bufaba como si fuera un toro y a mí ya se me caían las lágrimas de tanto placer que estaba sintiendo. Luego me toma fuertemente y me pone en cuatro patas. Me la enchufa toda hasta el fondo de nuevo y continúa bombeando salvajemente. Hasta que tomándome por mis caderas se acabó dentro de mí gritando mi nombre. Al ver y sentir todo eso al instante me acabo yo de nuevo, esta vez en un grito de llanto y placer. No podía creerlo, al fin había encontrado a un macho que me hicieras sentir esas cosas que solo escuchaba de otras mujeres. Sentí que era el macho perfecto para mí, porque lo tenía todo. Ya se hacía tarde, yo tenía que entrar a trabajar así que me pidió llevarme a mi trabajo y yo acepte con gusto. Manejó todo el camino tomado de mi mano, llegamos, él bajó del auto, abrió mi puerta se despidió besándome y me prometió que me volvería a ver....y así fue Pocos días después tuvimos nuestro segundo encuentro y fue mejor que el primero. Con mucho más tiempo me deje hacer de todo, incluso di mi cola por primera vez, pero también yo lo chupe y tomé todo. Pero esa vez además de tener sexo como animales también hicimos el amor. Luego de esa vez ya éramos oficialmente amantes. Siguieron muchos encuentros secretos y todos con la misma intensidad pero cada vez con más amor de ambas partes. Luego de 4 meses yo me encontraba perdidamente enamorada de un hombre de quien no conocía nada más que su nombre. Sentía que por fin había encontrado lo que me faltaba....tenía todo, era lindo, tierno, educado, caballero, distinguido, excelente amante y un macho salvaje a la vez. Pienso que de la forma que nos amábamos era solo cuestión de tiempo que me embarazara y así fue. Probablemente era lo que mi cuerpo y subconsciente querían. Si bien me sentía contenta no sabía cómo manejar esa situación frente a mi marido y familia. Él me pidió que dejara a mi marido y que me valla con él a otra ciudad con mi hija del matrimonio y nuestro bebe donde comenzaríamos algo nuevo. Fueron tiempos muy difíciles para mí y no tuve el valor de dejar de esa forma a mi marido, quien fue con migo el mejor compañero que una mujer pueda tener. Me sentía la peor persona del mundo pero igual así mantuve el secreto. Él me esperó dos años para que me decidiera, tiempo durante el que seguimos manteniendo nuestra relación. Hasta que al final con un gran dolor le pedí que se alejara y respetara mi decisión. Muy enojado con migo tuvo que aceptarlo y se fue a otra cuidad pero yo sé que aún me está esperando. Mi marido está criando a su hijo como un gran padre que es pero no podría ni imaginar que su esposa, su amiga de toda la vida lo concibió por amor y lujuria con otro hombre. Guardar ese secreto y renunciar a ese hombre me está matando por dentro. Me paso los días lloriqueando y masturbándome mientras pienso en él. Ya no puedo vivir más así y no sé qué decisión
tomar.
Ana Laura de Bueno Aires
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