Trabaje en una tienda de auto servicio, y dentro de la misma habia islas de mercancia que se tenan que pagar al instante, en una ocasion me toco cobrar en vinos y licores.
NO habia mucha gente en ese momento asi que empece a aburrirme.
Y me vino la idea de masturbarme, como esta semi cerrado no batalle mucho, tenia una pluma muy gruesa de esas que tienen vaios colores de tinta asi que le quite la punta y sin bajarme el pantalon, logre acomodarla entre mis labios vaginales, no me iba a penetrar con ella solo queria que me frotara el clitoris, asi que me sente en un banquito y empece a moverme, apretaba y soltaba las piernas y se sentia delicioso, lo mejor es que la gente pasaba por fuera de la islita y me saluda, sin imaginarse que yo estaba toda mojada y disfrutando de lo lindo, puesto que me esforce por aguantame las caras, solo cuando ya me iba a correr me voltee hacia adentro para poder disfrutar mi orgasmo.
