PSI... Este relato también lo publiqué hoy en la sección Fantasías sexuales...
Mi relato comienza una noche en que mi esposa fue a "una reunion con amigas" y yo la esperé despierto, regresó a las 4 de la mañana y discutimos un poco por ello, y por la ropa con la que ella fue a su reunion y también que ella se tomó unos tragos de mas... la verdad mi esposa a sus casi 40 es una mujer muy sexy, pues se cuida mucho, hace ejercicio y se mantiene en excelente forma, además de que es bella y siempre ha sido ligeramente coqueta...
El tema es que después de la discusión, me sentí un poco celoso y sinceramente bastante excitado por la posibilidad de que ella hubiera tenido sexo con alguién mas...
Yo estaba en la recamara y ella había entrado al baño, pero dejó la puera abierta, así que me acerqué a hurtadillas y la espié... se habia a sacado el vestido y se estaba sacando la tanga, vi que la depositó en el canasto de la ropa sucia, pero la colocó lo más abajo possible... regresé a la cama y me recosté fingiedo estar ya por dormir... ella salió del baño sólo con una bata y me dijo que se ducharía, yo le pedí que no, que se acostara así, que quería abrazarla y disculparme con ella por lo ocurrido... ella dudó un momento, así que me levanter de la cama, fui hacia ella y la besé... ella titubeo un poco pero no permití que se me escapara, la arrinconé en la esquina de la recamarala giré de espaldas y continue besandola, besé su cuello, su espalda y seguí bajando, ella gemía, pero a la vez, mietras más bajaba, mas Resistencia oponía... llegue a su culo y lo lamí sin importarme nada, ella como pudo se safo y trató de huir, pero yo la aferré fuerte y la hice caer al piso... ella estaba excitada pero también temerosa de algo, o al menos eso yo percibia... me abalancé sobre ella y comencé a besar su vientre, bajando lentamente hasta su vagina... fue el major sexo oral de mi vida... el sabor de su concha era delicioso, estaba humeda como nunca antes yo lo recordaba y ella se entregó al final como poseída por la mimisima Afrodita... luego de no se cuantos minutos de comerme su rica flor y todos sus jugos, la besé intensamente y ella me correspondió, me metía la lengua prácticamente hasta la garganta, queriendo saborear los jugos que yo extraje de entre sus piernas... la poseí intensamente y tuvimos ambos orgasmos deliciosos, como nunca antes en nuestro matrimonio... al final dormimos desnudos y felices... a la mañana sigueinte, cuando me levanté, ella no estaba ya en la cama, fuí al baño, busqué en la cesta y encontré su tanga... la revise y sonreí...
Nuestra vida sexual mejoró mucho dspués de esa noche y yo estaba ansioso porque mi mujer fuera a alguna otra "reunion de amigas", y por supuesto que ella, también...
