Me enamoré de un mormón

Buenas tardes a todos.


Hay un problema que me preocupa bastante últimamente. Un amigo mío (o algo más) se va de misiones religiosas en un par de semanas. Hasta aquí, no hay ningún problema, de no ser porque el susodicho es un mormón gay del que me he pillado bastante. Soy un chico, pero he visto a lo largo de mucho tiempo a otros chicos hacerlo, así que no creo que haya problema. Entiendo que el post quede muy largo, pero cuando leáis ya lo entenderéis jaja.

Yo quería mejorar mi inglés, y conocí a un chaval americano que amaba a España y quería aprender español. Al principio, nuestras conversaciones eran las típicas conversaciones que tienes con un chaval que no conoces y cuya misión es la de aprender un idioma, pero poco a poco fuimos conociéndonos más, hasta que me confesó que era gay. También me dijo que en su estado no podía ser tal y como era él, que lo sabían cuatro contados y que era muy duro para él.

En este punto no sentía nada por él, pero me dió tanta pena que le dije que se desahogase conmigo cuando quisiese, y que me dijese lo que sentía. Como no podía hacerlo con nadie de su entorno, de vez en cuando me tiraba fichas y me decía lo increíble que era y demás. Me daba pena, así que lo dejé que lo hiciese, hasta que él me confesó que se estaba pillando, así que decidí frenar en seco y dejar las cosas claras: que me contase lo que quisiese, pero sin hacer bromas ni nada que le pudiese hacer daño a la larga.

De vez en cuando teníamos discusiones bastante fuertes dada su religión. Yo era el primero que le respetaba tanto a él como a sus creencias, pero no me parecía tolerable que dijese que lo de que le gustasen los hombres era algo que "no era lo que quería Dios", y que era algo que obviaría el resto de su vida: se casaría con una mujer y tendrían hijos. Yo intentaba hacerle ver que la vida es más que eso, que podía ir al cielo y convivir con un hombre, y cosas por el estilo.

Cuando fue avanzando el tiempo, me fui pillando yo también. Básicamente, he sido un poco extraño a la hora de encontrar pareja. He tenido muchos pretendientes/as, pero notaba que todos ell@s eran iguales, como si se esforzasen en intentar seguir todos un mismo patrón. Pero él no, él es diferente al resto. Es un chico culto, inteligente, curioso, divertido y atractivo. Tenía todo lo que me gustaba de una persona, así que me acabé pillando, al igual que lo hizo él, parece que lo que él sentía antes por mí no se extinguió, sino que fue a más, hasta llegar a confesarme que le gustaría salir conmigo y ser mi novio.

Él se va de misión en unas dos semanas. Entendedme, que sea religioso no sería un problema para mí, si no fuese porque en esa misión le van a enseñar que lo "correcto" es justo lo contrario de lo que piensa. Él está entusiasmado por la misión, pero yo creo que es de mentira. Un día me confesó que lo que le gustaría de verdad, por encima de todo, era tener novio. Que era lo que realmente quería hacer. Me confesó que lo que le gustaría era que yo fuese su novio, y así poder hacer todos los planes increíbles que soñabamos hacer. Puede que haya gente que piense que es un poco plano depender de un hombre para tener la felicidad, pero recordemos que es un chico de 19 años criado en un ambiente muy opresor, que nunca ha tenido pareja ni nada por el estilo, y que en caso de haberla tenido tendría que haber sido una mujer a la fuerza.

Es un tema que, como he dicho, me preocupa. Me preocupa porque sé que le van a cambiar, que va a acabar odiándose a sí mismo y a todo lo que ha sentido y siente por mí (en este tiempo le fui enseñando que lo que siente no es malo, y me llegó a confesar al final que seguramente viviese con un hombre). Me siento mal porque él realmente no quiere hacer esa misión, y el no poder hacer nada es algo que me molesta bastante. Yo puedo superar un desamor, el problema es que esto no lo es. Esto son dos personas que se quieren, pero que no pueden salir porque uno de ellos tiene que hacer una misión para que no le miren mal. Él solo hace la misión porque solo quiere salir de su casa y olvidarse de todo lo que le rodea. El problema es que no sé si una misión en la que están rezando, leyendo las escrituras y predicando la palabra de su señor es la mejor manera de que termine de aceptarse (claramente no). En su casa, al menos, su familia le respeta y puede hablar conmigo de manera mucho más fluida.

Otro tema importante: en estas misiones solo se puede hablar una vez por semana con los misioneros. Estos siempre van en parejas, por lo que no pueden hablar de todo lo que quieras ni de la manera que quieras. Tendríamos que hablar de manera críptica, o quizá hablar de temas superfluos sin ninguna importancia para que el otro no sospechase. Él me dijo que le encantaría hablar conmigo durante la misión, ¿pero creéis que está bien moralmente ocultarse y hablar en clave como si fuésemos cibercriminales? Así lo único que haces es darles la razón a los de su Iglesia, pero también es cierto que no quiero dejarlo solo, me sabría muy mal que encima de estar en un sitio que no quiere haciendo algo que no quiere no pudiese hablar con una persona que aprecia.

Entonces, ¿creéis que debería hacer algo (la vía del diálogo está agotada con él)? ¿Cuando se vaya de misión, debería seguir hablando con él? ¿Habría alguna manera de que no fuese de misión y se quedase estudiando (que es lo que él de verdad quiere hacer) o venga aquí a Madrid y empiece una nueva vida lejos de todo (que también es algo que le gustaría)?

Muchas gracias de antemano
 

Buenas tardes a todos.


Hay un problema que me preocupa bastante últimamente. Un amigo mío (o algo más) se va de misiones religiosas en un par de semanas. Hasta aquí, no hay ningún problema, de no ser porque el susodicho es un mormón gay del que me he pillado bastante. Soy un chico, pero he visto a lo largo de mucho tiempo a otros chicos hacerlo, así que no creo que haya problema. Entiendo que el post quede muy largo, pero cuando leáis ya lo entenderéis jaja.

Yo quería mejorar mi inglés, y conocí a un chaval americano que amaba a España y quería aprender español. Al principio, nuestras conversaciones eran las típicas conversaciones que tienes con un chaval que no conoces y cuya misión es la de aprender un idioma, pero poco a poco fuimos conociéndonos más, hasta que me confesó que era gay. También me dijo que en su estado no podía ser tal y como era él, que lo sabían cuatro contados y que era muy duro para él.

En este punto no sentía nada por él, pero me dió tanta pena que le dije que se desahogase conmigo cuando quisiese, y que me dijese lo que sentía. Como no podía hacerlo con nadie de su entorno, de vez en cuando me tiraba fichas y me decía lo increíble que era y demás. Me daba pena, así que lo dejé que lo hiciese, hasta que él me confesó que se estaba pillando, así que decidí frenar en seco y dejar las cosas claras: que me contase lo que quisiese, pero sin hacer bromas ni nada que le pudiese hacer daño a la larga.

De vez en cuando teníamos discusiones bastante fuertes dada su religión. Yo era el primero que le respetaba tanto a él como a sus creencias, pero no me parecía tolerable que dijese que lo de que le gustasen los hombres era algo que "no era lo que quería Dios", y que era algo que obviaría el resto de su vida: se casaría con una mujer y tendrían hijos. Yo intentaba hacerle ver que la vida es más que eso, que podía ir al cielo y convivir con un hombre, y cosas por el estilo.

Cuando fue avanzando el tiempo, me fui pillando yo también. Básicamente, he sido un poco extraño a la hora de encontrar pareja. He tenido muchos pretendientes/as, pero notaba que todos ell@s eran iguales, como si se esforzasen en intentar seguir todos un mismo patrón. Pero él no, él es diferente al resto. Es un chico culto, inteligente, curioso, divertido y atractivo. Tenía todo lo que me gustaba de una persona, así que me acabé pillando, al igual que lo hizo él, parece que lo que él sentía antes por mí no se extinguió, sino que fue a más, hasta llegar a confesarme que le gustaría salir conmigo y ser mi novio.

Él se va de misión en unas dos semanas. Entendedme, que sea religioso no sería un problema para mí, si no fuese porque en esa misión le van a enseñar que lo "correcto" es justo lo contrario de lo que piensa. Él está entusiasmado por la misión, pero yo creo que es de mentira. Un día me confesó que lo que le gustaría de verdad, por encima de todo, era tener novio. Que era lo que realmente quería hacer. Me confesó que lo que le gustaría era que yo fuese su novio, y así poder hacer todos los planes increíbles que soñabamos hacer. Puede que haya gente que piense que es un poco plano depender de un hombre para tener la felicidad, pero recordemos que es un chico de 19 años criado en un ambiente muy opresor, que nunca ha tenido pareja ni nada por el estilo, y que en caso de haberla tenido tendría que haber sido una mujer a la fuerza.

Es un tema que, como he dicho, me preocupa. Me preocupa porque sé que le van a cambiar, que va a acabar odiándose a sí mismo y a todo lo que ha sentido y siente por mí (en este tiempo le fui enseñando que lo que siente no es malo, y me llegó a confesar al final que seguramente viviese con un hombre). Me siento mal porque él realmente no quiere hacer esa misión, y el no poder hacer nada es algo que me molesta bastante. Yo puedo superar un desamor, el problema es que esto no lo es. Esto son dos personas que se quieren, pero que no pueden salir porque uno de ellos tiene que hacer una misión para que no le miren mal. Él solo hace la misión porque solo quiere salir de su casa y olvidarse de todo lo que le rodea. El problema es que no sé si una misión en la que están rezando, leyendo las escrituras y predicando la palabra de su señor es la mejor manera de que termine de aceptarse (claramente no). En su casa, al menos, su familia le respeta y puede hablar conmigo de manera mucho más fluida.

Otro tema importante: en estas misiones solo se puede hablar una vez por semana con los misioneros. Estos siempre van en parejas, por lo que no pueden hablar de todo lo que quieras ni de la manera que quieras. Tendríamos que hablar de manera críptica, o quizá hablar de temas superfluos sin ninguna importancia para que el otro no sospechase. Él me dijo que le encantaría hablar conmigo durante la misión, ¿pero creéis que está bien moralmente ocultarse y hablar en clave como si fuésemos cibercriminales? Así lo único que haces es darles la razón a los de su Iglesia, pero también es cierto que no quiero dejarlo solo, me sabría muy mal que encima de estar en un sitio que no quiere haciendo algo que no quiere no pudiese hablar con una persona que aprecia.

Entonces, ¿creéis que debería hacer algo (la vía del diálogo está agotada con él)? ¿Cuando se vaya de misión, debería seguir hablando con él? ¿Habría alguna manera de que no fuese de misión y se quedase estudiando (que es lo que él de verdad quiere hacer) o venga aquí a Madrid y empiece una nueva vida lejos de todo (que también es algo que le gustaría)?

Muchas gracias de antemano
 

Aclaraciones

Él dice que cree en Dios, pero no sé hasta qué punto. A veces yo le hacía preguntas y no me sabía contestar, solo decía: creo que Dios puede hacer de todo. También me dijo que era mejor creer en Dios que no creer por si en verdad existe algo. Aún así, no sé si es su caso.

No puede 

No, no es fake. Es una historia real, pro eso estoy pidiendo consejo. Si fuese fake iría a Wattpad o similares.

Siento que sea largo, es que quería contar todo bien.

Espero vuestros consejos

Siento decirte Laardillaatroz que mi historia es real. No sé que entiendes por joven, pero tengo 19 años.

Videojuegos, dices. Eso está bien cuando tienes 14 años y quieres ganar nivel para fardar con los amigos. Cuando tienes 18 (cuando le conocí y quieres aprender un inglés más profundo, recurres a otro tipo de medios.

Así que lo siento, pero es tan real como la vida misma.

Si no van de misión, la gente empieza a comentar. Según ellos, si no vas es porque has cometido pecados graves o porque pasas de la Iglesia, dos cosas terribles para ellos. Claro que no te obligan directamente, pero sí lo hacen de manera indirecta, llegando en algunos casos a echar a sus hijos de casa por no ir de misiones.

Como bien dije, hablar no vale de nada con él. En eso, él tiene bastante claro que se va a ir, quiera o no. He hablado millones de veces acerca de eso, y lo único que hacemos es cabrearnos cada vez que le digo algo de eso.

¿Veis posible alguna otra solución?

Millones de gracias

Estoy muy agradecido a todas y cada una de las personas que comentan el post, pero, ¿qué intención tengo yo de mentir? Como dije antes, si quiero contar cuentos de amor, me voy a otras plataformas. Si estoy aquí es para poder desahogarme y expresar todo lo que siento.

No ya un milagro, pero quiero que las cosas salgan bien. ¿No os parece increíble que haya gente que tenga que ocultar su sexualidad por puro miedo en pleno siglo XXI? Quiero que entendáis que para él no sería tan fácil dejar la religión. Es algo que le han metido en la cabeza 19 años de su vida, además de que tanto su familia como sus amigos forman parte de ella. Tendría que abandonar su casa, su familia y sus amigos. Como ya dije, es algo que le gustaría, pero también hay que ser realistas: es algo muy, pero que muy duro lo que tiene encima.

Muchas gracias a todos

Buenas tardes a todos.


Hay un problema que me preocupa bastante últimamente. Un amigo mío (o algo más) se va de misiones religiosas en un par de semanas. Hasta aquí, no hay ningún problema, de no ser porque el susodicho es un mormón gay del que me he pillado bastante. Soy un chico, pero he visto a lo largo de mucho tiempo a otros chicos hacerlo, así que no creo que haya problema. Entiendo que el post quede muy largo, pero cuando leáis ya lo entenderéis jaja.

Yo quería mejorar mi inglés, y conocí a un chaval americano que amaba a España y quería aprender español. Al principio, nuestras conversaciones eran las típicas conversaciones que tienes con un chaval que no conoces y cuya misión es la de aprender un idioma, pero poco a poco fuimos conociéndonos más, hasta que me confesó que era gay. También me dijo que en su estado no podía ser tal y como era él, que lo sabían cuatro contados y que era muy duro para él.

En este punto no sentía nada por él, pero me dió tanta pena que le dije que se desahogase conmigo cuando quisiese, y que me dijese lo que sentía. Como no podía hacerlo con nadie de su entorno, de vez en cuando me tiraba fichas y me decía lo increíble que era y demás. Me daba pena, así que lo dejé que lo hiciese, hasta que él me confesó que se estaba pillando, así que decidí frenar en seco y dejar las cosas claras: que me contase lo que quisiese, pero sin hacer bromas ni nada que le pudiese hacer daño a la larga.

De vez en cuando teníamos discusiones bastante fuertes dada su religión. Yo era el primero que le respetaba tanto a él como a sus creencias, pero no me parecía tolerable que dijese que lo de que le gustasen los hombres era algo que "no era lo que quería Dios", y que era algo que obviaría el resto de su vida: se casaría con una mujer y tendrían hijos. Yo intentaba hacerle ver que la vida es más que eso, que podía ir al cielo y convivir con un hombre, y cosas por el estilo.

Cuando fue avanzando el tiempo, me fui pillando yo también. Básicamente, he sido un poco extraño a la hora de encontrar pareja. He tenido muchos pretendientes/as, pero notaba que todos ell@s eran iguales, como si se esforzasen en intentar seguir todos un mismo patrón. Pero él no, él es diferente al resto. Es un chico culto, inteligente, curioso, divertido y atractivo. Tenía todo lo que me gustaba de una persona, así que me acabé pillando, al igual que lo hizo él, parece que lo que él sentía antes por mí no se extinguió, sino que fue a más, hasta llegar a confesarme que le gustaría salir conmigo y ser mi novio.

Él se va de misión en unas dos semanas. Entendedme, que sea religioso no sería un problema para mí, si no fuese porque en esa misión le van a enseñar que lo "correcto" es justo lo contrario de lo que piensa. Él está entusiasmado por la misión, pero yo creo que es de mentira. Un día me confesó que lo que le gustaría de verdad, por encima de todo, era tener novio. Que era lo que realmente quería hacer. Me confesó que lo que le gustaría era que yo fuese su novio, y así poder hacer todos los planes increíbles que soñabamos hacer. Puede que haya gente que piense que es un poco plano depender de un hombre para tener la felicidad, pero recordemos que es un chico de 19 años criado en un ambiente muy opresor, que nunca ha tenido pareja ni nada por el estilo, y que en caso de haberla tenido tendría que haber sido una mujer a la fuerza.

Es un tema que, como he dicho, me preocupa. Me preocupa porque sé que le van a cambiar, que va a acabar odiándose a sí mismo y a todo lo que ha sentido y siente por mí (en este tiempo le fui enseñando que lo que siente no es malo, y me llegó a confesar al final que seguramente viviese con un hombre). Me siento mal porque él realmente no quiere hacer esa misión, y el no poder hacer nada es algo que me molesta bastante. Yo puedo superar un desamor, el problema es que esto no lo es. Esto son dos personas que se quieren, pero que no pueden salir porque uno de ellos tiene que hacer una misión para que no le miren mal. Él solo hace la misión porque solo quiere salir de su casa y olvidarse de todo lo que le rodea. El problema es que no sé si una misión en la que están rezando, leyendo las escrituras y predicando la palabra de su señor es la mejor manera de que termine de aceptarse (claramente no). En su casa, al menos, su familia le respeta y puede hablar conmigo de manera mucho más fluida.

Otro tema importante: en estas misiones solo se puede hablar una vez por semana con los misioneros. Estos siempre van en parejas, por lo que no pueden hablar de todo lo que quieras ni de la manera que quieras. Tendríamos que hablar de manera críptica, o quizá hablar de temas superfluos sin ninguna importancia para que el otro no sospechase. Él me dijo que le encantaría hablar conmigo durante la misión, ¿pero creéis que está bien moralmente ocultarse y hablar en clave como si fuésemos cibercriminales? Así lo único que haces es darles la razón a los de su Iglesia, pero también es cierto que no quiero dejarlo solo, me sabría muy mal que encima de estar en un sitio que no quiere haciendo algo que no quiere no pudiese hablar con una persona que aprecia.

Entonces, ¿creéis que debería hacer algo (la vía del diálogo está agotada con él)? ¿Cuando se vaya de misión, debería seguir hablando con él? ¿Habría alguna manera de que no fuese de misión y se quedase estudiando (que es lo que él de verdad quiere hacer) o venga aquí a Madrid y empiece una nueva vida lejos de todo (que también es algo que le gustaría)?

Muchas gracias de antemano
 

Buenas tardes a todos.


Hay un problema que me preocupa bastante últimamente. Un amigo mío (o algo más) se va de misiones religiosas en un par de semanas. Hasta aquí, no hay ningún problema, de no ser porque el susodicho es un mormón gay del que me he pillado bastante. Soy un chico, pero he visto a lo largo de mucho tiempo a otros chicos hacerlo, así que no creo que haya problema. Entiendo que el post quede muy largo, pero cuando leáis ya lo entenderéis jaja.

Yo quería mejorar mi inglés, y conocí a un chaval americano que amaba a España y quería aprender español. Al principio, nuestras conversaciones eran las típicas conversaciones que tienes con un chaval que no conoces y cuya misión es la de aprender un idioma, pero poco a poco fuimos conociéndonos más, hasta que me confesó que era gay. También me dijo que en su estado no podía ser tal y como era él, que lo sabían cuatro contados y que era muy duro para él.

En este punto no sentía nada por él, pero me dió tanta pena que le dije que se desahogase conmigo cuando quisiese, y que me dijese lo que sentía. Como no podía hacerlo con nadie de su entorno, de vez en cuando me tiraba fichas y me decía lo increíble que era y demás. Me daba pena, así que lo dejé que lo hiciese, hasta que él me confesó que se estaba pillando, así que decidí frenar en seco y dejar las cosas claras: que me contase lo que quisiese, pero sin hacer bromas ni nada que le pudiese hacer daño a la larga.

De vez en cuando teníamos discusiones bastante fuertes dada su religión. Yo era el primero que le respetaba tanto a él como a sus creencias, pero no me parecía tolerable que dijese que lo de que le gustasen los hombres era algo que "no era lo que quería Dios", y que era algo que obviaría el resto de su vida: se casaría con una mujer y tendrían hijos. Yo intentaba hacerle ver que la vida es más que eso, que podía ir al cielo y convivir con un hombre, y cosas por el estilo.

Cuando fue avanzando el tiempo, me fui pillando yo también. Básicamente, he sido un poco extraño a la hora de encontrar pareja. He tenido muchos pretendientes/as, pero notaba que todos ell@s eran iguales, como si se esforzasen en intentar seguir todos un mismo patrón. Pero él no, él es diferente al resto. Es un chico culto, inteligente, curioso, divertido y atractivo. Tenía todo lo que me gustaba de una persona, así que me acabé pillando, al igual que lo hizo él, parece que lo que él sentía antes por mí no se extinguió, sino que fue a más, hasta llegar a confesarme que le gustaría salir conmigo y ser mi novio.

Él se va de misión en unas dos semanas. Entendedme, que sea religioso no sería un problema para mí, si no fuese porque en esa misión le van a enseñar que lo "correcto" es justo lo contrario de lo que piensa. Él está entusiasmado por la misión, pero yo creo que es de mentira. Un día me confesó que lo que le gustaría de verdad, por encima de todo, era tener novio. Que era lo que realmente quería hacer. Me confesó que lo que le gustaría era que yo fuese su novio, y así poder hacer todos los planes increíbles que soñabamos hacer. Puede que haya gente que piense que es un poco plano depender de un hombre para tener la felicidad, pero recordemos que es un chico de 19 años criado en un ambiente muy opresor, que nunca ha tenido pareja ni nada por el estilo, y que en caso de haberla tenido tendría que haber sido una mujer a la fuerza.

Es un tema que, como he dicho, me preocupa. Me preocupa porque sé que le van a cambiar, que va a acabar odiándose a sí mismo y a todo lo que ha sentido y siente por mí (en este tiempo le fui enseñando que lo que siente no es malo, y me llegó a confesar al final que seguramente viviese con un hombre). Me siento mal porque él realmente no quiere hacer esa misión, y el no poder hacer nada es algo que me molesta bastante. Yo puedo superar un desamor, el problema es que esto no lo es. Esto son dos personas que se quieren, pero que no pueden salir porque uno de ellos tiene que hacer una misión para que no le miren mal. Él solo hace la misión porque solo quiere salir de su casa y olvidarse de todo lo que le rodea. El problema es que no sé si una misión en la que están rezando, leyendo las escrituras y predicando la palabra de su señor es la mejor manera de que termine de aceptarse (claramente no). En su casa, al menos, su familia le respeta y puede hablar conmigo de manera mucho más fluida.

Otro tema importante: en estas misiones solo se puede hablar una vez por semana con los misioneros. Estos siempre van en parejas, por lo que no pueden hablar de todo lo que quieras ni de la manera que quieras. Tendríamos que hablar de manera críptica, o quizá hablar de temas superfluos sin ninguna importancia para que el otro no sospechase. Él me dijo que le encantaría hablar conmigo durante la misión, ¿pero creéis que está bien moralmente ocultarse y hablar en clave como si fuésemos cibercriminales? Así lo único que haces es darles la razón a los de su Iglesia, pero también es cierto que no quiero dejarlo solo, me sabría muy mal que encima de estar en un sitio que no quiere haciendo algo que no quiere no pudiese hablar con una persona que aprecia.

Entonces, ¿creéis que debería hacer algo (la vía del diálogo está agotada con él)? ¿Cuando se vaya de misión, debería seguir hablando con él? ¿Habría alguna manera de que no fuese de misión y se quedase estudiando (que es lo que él de verdad quiere hacer) o venga aquí a Madrid y empiece una nueva vida lejos de todo (que también es algo que le gustaría)?

Muchas gracias de antemano
 

Pues hombre, quizá se alegraría al ver el apoyo de la gente, no sé 😂.

Bueno, entonces, ¿qué hago? ¿Hablamos durante la misión? ¿Le dejo estos dos años de hablar?