¡¡¡¡ME ENAMORÉ DE MI MEJOR AMIGA!!!!

¿Como comenzó todo? Esta es una pregunta que suelo plantearme bastante a día de hoy. Supongo que el primer paso fue descubrir que me gustaban algunas chicas y no digo las chicas en general porque no era así. No era deseo sexual ni el hecho de querer follármelas, simplemente era un sentimiento más romántico, más tierno, más idílico. Empezaba a sentirme atraída por algunas de mis amigas (en este sentido que he mencionado) y a imaginarme besándolas lentamente: sus labios en los míos, de forma muy lenta, el tiempo se para... Y nos fundimos en esa sensación de placer sin importar en absoluto qué piensa la gente. Esa era una de las fantasías más comunes a las que recurría bastante a menudo.
Todo esto que empecé a sentir me lo guardé para mí misma porque no estaba segura de lo que estaba sintiendo. No tenía ni la más mínima idea de qué era, qué significaba, porque a mí, desde siempre, me habían gustado los chicos y me sentía  y me siento muy atraída sexualmente hacia ellos. Sin embargo, había algo dentro de mí que había cambiado. No sabía cómo ni por qué pero así era y había que aceptarlo. En ese momento no pensé que podía tratarse de que yo era bisexual porque, tal y como he dicho antes, no me gustaban todas las chicas, sólo me sentía atraída por unas pocas o por muy pocas.
Y después de todo esto de lo que he hablado... Apareció una chica con la cual me obsesioné ciegamente. No voy a decir que fue un amor a primera vista porque no lo fue. Mis sentimientos salieron a la luz bastante más tarde (con bastante más tarde me refiero a apenas una semana) de haber coincidido con ella. Antes de todo cabe decir que yo ya la conocía porque resulta que mi madre había sido profesora suya cuando ella iba a primaria. Ella era una chica adoptada, oriental y preciosa. Coincidimos en una fiesta, ya que mis amigos eran amigos de su grupito y de aquí esta afortunada coincidencia. Mientras estábamos haciendo el botellón en la calle antes de entrar en la discoteca, intercambiamos unas palabras y durante el resto de la noche también nos vimos varias veces, hablamos y bailamos juntas. Yo intuyo que, de alguna forma, ella también sitió algún tipo de conexión conmigo. No entendía qué conexión era ni qué significaba ese sentimiento. Ella y yo nos llevábamos un año y muy poco, ya que yo tenía 18 y ella estaba a punto de cumplir los 17. Y, casualmente, íbamos al mismo instituto. Las semanas siguientes de haberla visto, apenas pude dejar de pensar en ella. Nos imaginaba besándonos en la próxima fiesta, muy cerca la una de la otra, sus labios en los míos y acariciándonos suavemente la una a la otra en medio de aquél cúmulo de gente. Nosotras en la multitud... Sólo podía pensar en eso. Más tarde empecé a fantasear sexualmente con ella. Fantaseaba sobre cómo seria nuestra primera vez, cómo le acariciaría suavemente el sexo y le empezaría a bajar los pantalones muy despacio. Ella se quedaría debajo mío estirada en mi cama y yo le empezaría a tocar el sexo al descubierto, acariciando lentamente el clítoris y luego pasando mi lengua por encima. Después las dos abrazadas, desnudas, su cuerpo contra el mío y besándonos, besándonos mucho...  

Bueno... Después de todo esto que he dicho pasó lo menos esperado para mí. Sí, me enamoré perdidamente de mi mejor amiga. ¿Cómo? Ni la más remota idea. Es algo que para mí al principio fue extraño porque nunca me había atraído sexualmente y ni siquiera me había fijado en ella, no la había visto nunca de esa manera. Sin embargo, llegó un momento en el que me empezó a llamar la atención, quería acercarme a ella, tocarla, abrazarla... También empecé a sentir celos del chico con el que ella tenía un tipo de relación extraña. Ella decía que eran sólo follamigos pero no sé... Salían mucho juntos y aún lo siguen haciendo, así que no sé que pensar...
Bueno, siguiendo con el tema, decía que me estaba obsesionando con ella. No sé si eso era atracción sexual o más bien romántica, solamente sé que me tenía loca, todo el día pensando en ella, en cómo sería nuestro primer beso, en cómo le agarraría el culo mientras acariciaba sus labios con los míos... Estaba a punto de explotar, literalmente. En ese momento, ella y yo empezamos a conversar de una manera más abierta de cómo lo habíamos hecho hasta el momento, es decir, empezamos a hablar de sexo, de nuestras fantasías sexuales... Después, ella me dijo que su culo no le gustaba y yo le respondí que no se preocupara, que toda ella era perfecta. Y, así, como de broma, me soltó que en ese momento no le iban las tías, pero me parece que solo se estaba quedando conmigo y para nada sabía lo que yo sentía. Yo le respondí que yo no lo sabía y me dijo que me daría cuenta cuando lo probara. Entonces, yo le pregunté a ella si alguna vez se había liado con una chica y me dijo que sí, pero que no le gustó y que había habido mucho alcohol de por medio. Y allí acabó la conversación. Para entender lo que viene a continuación cabe decir que mi amiga estaba un poco molesta conmigo porque en las discotecas yo me liaba con muchos chicos y que siempre me pasaba un poco con la bebida pero ella, en el fondo, hacía lo mismo. 
La  conversación que tuvimos fue para mí una obra maestra por lo que se refiere a las palabras. Conseguí decirlo todo sin decir nada y creo que ella en ese momento comprendió lo que me pasaba. Nunca podré estar segura al cien por cien de esto, pero pondría la mano en el fuego de que pilló las indirectas que, además de esta conversación, llevaba mandándole desde hacía tiempo. Voy a reproducir la conversación tal y como fue exactamente:

(...)
YO: No sé, estoy harta de líos de una noche. Lo que de verdad quiero es encontrar a alguien que me haga sentir bien, sentir algún tipo de conexión con esa persona...
ELLA: Pues hazlo. Si es lo que quieres hazlo.
YO: Lo quiero pero no es tan fácil... Ojalá lo fuera.
ELLA: Sí lo es. Para de hacer cosas para ponerte piedras. Si continúas así nunca vas a conseguirlo.
YO: Sinceramente, no creo que pueda conseguir lo que tengo en mente. Ojalá pudiera...
ELLA: ¿Qué quieres? ¿Qué tienes en mente?
YO: Ya te lo diré... Ahora mismo no puedo.
ELLA: ¿Por qué?
YO: Porque no lo acabo de tener claro. No sé aún si lo quiero o no.
ELLA: Si es lo que quieres, con que lo quieras ahora es suficiente.
YO: Ya, pero estoy hecha un lío, no sé. Tengo que pensarlo bien antes.
ELLA: Ok.
(...)

Y así me dejó la tía. Después estuvimos un poco más frías entre nosotras pero tampoco le dimos mucha importancia. Hasta que...