Las relaciones entre pareja se asemejan a un proceso, donde al inicio las actividades suelen ser intensas y dotadas de un alto nivel de efectividad, pero a medida que pasa el tiempo el engranaje de la maquina del amor comienza a oxidarse, generando algunas fallas que se detectan por sus efectos, aunque no siempre por sus causas.
Lo mejor para mantener una relación sentimental solida es sentar las bases de la misma desde sus inicios, incluso desde la etapa del cortejo.
Generalmente, hombre y mujer muestran lo mejor de sí en la etapa de conquista, expresan lo más atractivo de sus pensamientos y lucen lo más sobresaliente de su personalidad ocultando, intencionalmente o por omisión inconsciente aquellas particularidades que pueden ser fundamentales para el futuro de la relación.
En este sentido, las bases de una relación exitosa deben descansar en la Amistad. Así es, la amistad.
La amistad es fundamental para enlazar lo afectivo con lo psicológico en las relaciones humanas. Lamentablemente gran parte de las parejas asumen un carácter excluyente entre amistad y relación sentimental, pensando que ambos estados se anulan o interfieren el flujo de interacción de cada característica.
Sin embargo, si se construye una amistad antes de comprometerse, es altamente probable que las capacidades de aceptación de los defectos o fallas del otro se profundicen, permitiendo un mejor acoplamiento de cada una de las individualidades.
Por otro lado, si la amistad es la base de una relación sentimental se hace más fácil penetrar en la espiritualidad de la pareja a través de la empatía en su ser integral, evitando concentrar la atención únicamente en la dimensión sexual del otro.
Ahora, si usted considera que su pareja ante todo es su amigo(a), considere también las tres C que hacen posible una relación exitosa.
Comunicación.
La comunicación es el alimento esencial que sostiene el inter-conocimiento entre la pareja; es decir, ese vinculo que acerca a ambos a las dimensiones más profundas de su ser. Sin una adecuada y fluida comunicación la relación de pareja se vuelve ácida, gris y extraña para los dos.
Confianza.
La confianza es el pegamento que surge a partir de los insumos que deja una buena comunicación. Una confianza solida implica una fuerza de cohesión de sentimientos que resiste a las amenazas de la adversidad existencial, permitiendo a la pareja aumentar su fe en los sentimientos que los une, rescatando lo bueno de cada uno en lugar de centrarse en las experiencias negativas vividas.
Comprensión.
Al hablar de comprensión se hace referencia a la aceptación de las diferencias y de ciertas fallas que puede cometer la pareja.
La comprensión es el reconocimiento del carácter imperfecto del otro, de su sentido de humanidad en sus acciones, pero sobre todo, de nuestra capacidad racional y espiritual de convivir pacíficamente en lugar de un infierno de emociones agrias por intransigencia.
Si usted desarrolla la capacidad de ser comprensivo(a) con su pareja, incrementará los deseos y la necesidad vital del otro de estar cerca suyo. Si su pareja le dice alguna vez no puedo vivir sin ti, porque solo tú me entiendes, se dará cuenta que la comprensión ha hecho lo suyo en su relación.
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