Lo importante es la comunicación.
Hace algunos años me separé de quién yo creí que era el amor de mi vida. Ella era muy dulce, romántica e inteligente, y sin duda una mujer hermosa con rostro de ángel y ojos verdes. Ella era Nine.
Entre las varias razones de la separación había dos temas dolorosos: a) ella no quería hijos y b) ella pensaba que yo era “un enfermo sexual”...
Eso creó una bola de nieve que terminó en una infidelidad de mi parte (contraté a una Escort), mi esposa me descubrió y me abandonó.
Justo a los tres meses de que mi esposa me abandonara, comencé a frecuentar con quien ahora es mi prometida. Es una mujer extremadamente guapa, delgada, inteligente, tiene un rostro hermoso y me hace reír... Es un Diosa sexual, es muy tierna y atenta. Ella es Bibi.
Al principio fue algo extraño porque Bibi se desempeñaba en el mismo ambiente profesional al mío.
Teníamos que compartir proyectos de consultoría. Le contaba mis tristezas. Me acerque a Bibi en medio de mi depresión, ella (que solo era mi amiga) me recomendó una terapeuta para resolver mi matrimonio. Nos volvimos confidentes y un día le dije que seguramente íbamos a terminar en la cama...
Ella solo reía... Y puffff... Comencé a tener sexo con Bibi, pero ella sabía que yo intentaba regresar con Nine. Tenía sexo con la que era mi esposa (habían pasado 5 meses de la separación y no habíamos firmado el divircio) y con mi mejor amiga (teníamos 2 meses de fortalecer nuestra relación de amigos).
Lo peor vino cuando perdí el empleo por un problema con un accionista de la empresa en la que trabajaba. Nine se acostó con alguien más para reafirmar su seguridad como persona, para sentirse deseada y por fin descubrimos que nuestra relación era tóxica y co-dependiente y terminamos firmando el divorcio (9 meses después de separarnos).
Los meses pasaron y Nine se convirtió en mi amante y Bibi en mi segunda amante. Hubo dos ocasiones en las que tuve sexo con una en la mañana y con la otra en la noche y eso me deprimida aún más...
La terapia de pareja no funcionó. Así que cambie de terapeuta y hasta fui con un psiquiatra, pero el punto es que mi ex esposa no dejaba de pensar de mi que era un enfermo sexual, mi “novia” no me juzgaba y decia que mis fantasias sexuales eran “parafilias” y que todo se puede negociar...
Con mi terapeuta aprendí un poco a aceptarme por quién soy... Con Bibi aprendí que el amor es libertad y comunicación y de Nine mi aprendí que el “amor” no lo puede todo, sí no existe comunicación, respeto mutuo, complicidad...
Para mi fue imposible tener dos parejas, porque aunque ambas sabían de la existencia de la otra, esto no era justo para todos. No era justo para Nine porque ella se asumía como muy conservadora, no era justo para Bibi porque yo estaba “atrapado” en mi dolor del fracaso y ella tenía que soportar mis quejas de mi otra relación, sobre todo no era justo para mí, porque mi tristeza se habia convertido en algo crónico (TDM) y ya era tóxico para toda persona, así que decidí decir adios a Bibi y tratar de internarlo con Nine por tercera ocasión. La estupidez más frecuente porque sí algo no funciona la primera vez, no va a funcionar una segunda o tercera vez...
Pero la relación estaba muy rota: Nine nunca cortó el cordón umbilical con sus abuelos, no tenía proyectos de vida, yo me acosté con Bibi y antes con una Escort, Nine a pesar de asumirse como conservadora se acostó con tres tipos diferentes, no dejaba de decirme “enfermo”... Y un largo etcétera... Así que terminé en esta segunda ocasión con Nine (la Ex Esposa)... Eso me llevó 1 año y medio de dolor, gritos, terapia, peleas y llantos...
Como dicen en mi país, me quedé como el perro de las dos tortas. Mi amante numero uno (Nine) no estaba dispuesta a perdonarme que me enamoré de otra (Bibi). Por su parte, mi amante número dos (Bubi) me propusó una relación abierta (poliamor) para no “perderme” pero no lo pudé manejar.
Por fin libre, seguí en terapia y con medicamentos (antidepresivo). Fui al psiquiatra. Dejé de tener ideaciones suicidas. Dejé de llorar. Dejé de beber. Y encontré trabajo.
El “destino” me llevo a un proyecto con Bibi (una vez más). Ella tenía una pareja a quién ella llamaba “ el Suggar Daddy". En la primera semana nos percatamos de que la química seguía. Nos deseábamos. Pero ante mi primer rechazo (meses atrás) ella no dejaría la seguridad de su nueva pareja, mucho más grande que ella... Los papeles habían cambiado. Ella con pareja y yo era su amante. Hasta que un día ella me dijo que había terminado su relación. Obvio, yo quería saber... Me confesó que ella también era lo que muchos definen como “enferma sexual”. Comenzó nuestra segunda etapa.
Ahora puedo decir que Nine fue sin duda una gran mujer y aún la guardo en el corazón. Pero nunca tuvimos comunicación. Teníamos planes diferentes. Sólo tuvimos buen sexo cuando fuimos amantes. Y éramos codependientes y muy mala combinación.
Bibi en cambio es abierta a nuevas experiencias, hablamos de todo. Tenemos planes. Todo lo negociamos. Compartimos gastos... Y me propusó matrimonio... Una nueva historia se construye.
Ahora sé muchas cosas de mi. Me acepta con mis locuras sexuales y hasta tuvimos un trío con otra mujer hace dos días. Bueno, más bien ella se cogió a otra mujer mientras yo observaba y luego me invitaron a disfrutar de ese encuentro. Es una Diosa sexual, es muy guapa y tenemos la regla de compartir fantasías sexuales.
Soy afortunado de que el destino me la puso 2 veces en el camino y sé que una relación se construye con confianza, aceptación y tolerancia. En defintiva la amo mucho y sé que cuando algo no funciona es mejor decir adiós y seguir tu camino.
Ver también
No lo leí entero... hay cuentos que aburren desde el principio. Este uno de ellos.
Hace algunos años me separé de quién yo creí que era el amor de mi vida. Ella era muy dulce, romántica e inteligente, y sin duda una mujer hermosa con rostro de ángel y ojos verdes. Ella era Nine.
Entre las varias razones de la separación había dos temas dolorosos: a) ella no quería hijos y b) ella pensaba que yo era “un enfermo sexual”...
Eso creó una bola de nieve que terminó en una infidelidad de mi parte (contraté a una Escort), mi esposa me descubrió y me abandonó.
Justo a los tres meses de que mi esposa me abandonara, comencé a frecuentar con quien ahora es mi prometida. Es una mujer extremadamente guapa, delgada, inteligente, tiene un rostro hermoso y me hace reír... Es un Diosa sexual, es muy tierna y atenta. Ella es Bibi.
Al principio fue algo extraño porque Bibi se desempeñaba en el mismo ambiente profesional al mío.
Teníamos que compartir proyectos de consultoría. Le contaba mis tristezas. Me acerque a Bibi en medio de mi depresión, ella (que solo era mi amiga) me recomendó una terapeuta para resolver mi matrimonio. Nos volvimos confidentes y un día le dije que seguramente íbamos a terminar en la cama...
Ella solo reía... Y puffff... Comencé a tener sexo con Bibi, pero ella sabía que yo intentaba regresar con Nine. Tenía sexo con la que era mi esposa (habían pasado 5 meses de la separación y no habíamos firmado el divircio) y con mi mejor amiga (teníamos 2 meses de fortalecer nuestra relación de amigos).
Lo peor vino cuando perdí el empleo por un problema con un accionista de la empresa en la que trabajaba. Nine se acostó con alguien más para reafirmar su seguridad como persona, para sentirse deseada y por fin descubrimos que nuestra relación era tóxica y co-dependiente y terminamos firmando el divorcio (9 meses después de separarnos).
Los meses pasaron y Nine se convirtió en mi amante y Bibi en mi segunda amante. Hubo dos ocasiones en las que tuve sexo con una en la mañana y con la otra en la noche y eso me deprimida aún más...
La terapia de pareja no funcionó. Así que cambie de terapeuta y hasta fui con un psiquiatra, pero el punto es que mi ex esposa no dejaba de pensar de mi que era un enfermo sexual, mi “novia” no me juzgaba y decia que mis fantasias sexuales eran “parafilias” y que todo se puede negociar...
Con mi terapeuta aprendí un poco a aceptarme por quién soy... Con Bibi aprendí que el amor es libertad y comunicación y de Nine mi aprendí que el “amor” no lo puede todo, sí no existe comunicación, respeto mutuo, complicidad...
Para mi fue imposible tener dos parejas, porque aunque ambas sabían de la existencia de la otra, esto no era justo para todos. No era justo para Nine porque ella se asumía como muy conservadora, no era justo para Bibi porque yo estaba “atrapado” en mi dolor del fracaso y ella tenía que soportar mis quejas de mi otra relación, sobre todo no era justo para mí, porque mi tristeza se habia convertido en algo crónico (TDM) y ya era tóxico para toda persona, así que decidí decir adios a Bibi y tratar de internarlo con Nine por tercera ocasión. La estupidez más frecuente porque sí algo no funciona la primera vez, no va a funcionar una segunda o tercera vez...
Pero la relación estaba muy rota: Nine nunca cortó el cordón umbilical con sus abuelos, no tenía proyectos de vida, yo me acosté con Bibi y antes con una Escort, Nine a pesar de asumirse como conservadora se acostó con tres tipos diferentes, no dejaba de decirme “enfermo”... Y un largo etcétera... Así que terminé en esta segunda ocasión con Nine (la Ex Esposa)... Eso me llevó 1 año y medio de dolor, gritos, terapia, peleas y llantos...
Como dicen en mi país, me quedé como el perro de las dos tortas. Mi amante numero uno (Nine) no estaba dispuesta a perdonarme que me enamoré de otra (Bibi). Por su parte, mi amante número dos (Bubi) me propusó una relación abierta (poliamor) para no “perderme” pero no lo pudé manejar.
Por fin libre, seguí en terapia y con medicamentos (antidepresivo). Fui al psiquiatra. Dejé de tener ideaciones suicidas. Dejé de llorar. Dejé de beber. Y encontré trabajo.
El “destino” me llevo a un proyecto con Bibi (una vez más). Ella tenía una pareja a quién ella llamaba “ el Suggar Daddy". En la primera semana nos percatamos de que la química seguía. Nos deseábamos. Pero ante mi primer rechazo (meses atrás) ella no dejaría la seguridad de su nueva pareja, mucho más grande que ella... Los papeles habían cambiado. Ella con pareja y yo era su amante. Hasta que un día ella me dijo que había terminado su relación. Obvio, yo quería saber... Me confesó que ella también era lo que muchos definen como “enferma sexual”. Comenzó nuestra segunda etapa.
Ahora puedo decir que Nine fue sin duda una gran mujer y aún la guardo en el corazón. Pero nunca tuvimos comunicación. Teníamos planes diferentes. Sólo tuvimos buen sexo cuando fuimos amantes. Y éramos codependientes y muy mala combinación.
Bibi en cambio es abierta a nuevas experiencias, hablamos de todo. Tenemos planes. Todo lo negociamos. Compartimos gastos... Y me propusó matrimonio... Una nueva historia se construye.
Ahora sé muchas cosas de mi. Me acepta con mis locuras sexuales y hasta tuvimos un trío con otra mujer hace dos días. Bueno, más bien ella se cogió a otra mujer mientras yo observaba y luego me invitaron a disfrutar de ese encuentro. Es una Diosa sexual, es muy guapa y tenemos la regla de compartir fantasías sexuales.
Soy afortunado de que el destino me la puso 2 veces en el camino y sé que una relación se construye con confianza, aceptación y tolerancia. En defintiva la amo mucho y sé que cuando algo no funciona es mejor decir adiós y seguir tu camino.
Pero según lo que entendí... le fuiste infiel a tu esposa y le aún así parece como si le echaras la culpa a ella por no ser o querer ser como tu... hablas de comunicación pero fuiste tu él que no hablo...
Recalcado mucho que tu ex esposa es conservadora pero se acostó con 3 hombres cuando terminaron, ella es conservadora en el matrimonio y tiene respeto a la pareja, cosa que tu no hiciste con ella y tampoco con la otra...
eres un adicto al sexo y necesitas ayuda profesional...
Vaya fantasmada. Y aún si tuviera un 10% de realismo....Nosotras huimos de los puteros como de la peste..!!!!!!!!