La profesora de piano
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Tras mucho desearse mutuamente. Una profesora de piano y su alumna pueden, por fin, darse placer mutuamente.
En un departamento suena música, se puede oír desde la vereda de enfrente, proviene de un piano. Quien lo toca es Ana, una joven menuda de unos 21 años de edad, bajo la guiá de Maria su profesora, de 31 años.
Maria observa a su alumna. Su mirada se posa en sus manos tocando, correctamente, las teclas y emitiendo una música acorde a las partituras. De momento no tiene ninguna corrección de importancia para hacerle.
La profesora dedica a mirarle las manos a la chica. Pero, ya no, como las manos de una pianista si no como las manos de una mujer. No observa los movimiento si no la feminidad de sus dedos. Podría tomarle las manos, con la excusa de hacer alguna corrección, y disfrutar del tacto, del calor de sus dedos. Pero hacia tiempo que no lo hacia y temía quedar en evidencia.
Cuando Ana termino de interpretar, la pieza musical, Maria se puso de pie para mover las paginas del libro de partituras, que había encima del piano, y elegir una nueva pieza musical.
Mientras su profesora corría las paginas Ana no pudo evitar mirarle el escote. Desde la primera vez, hacia algunas semanas, que la la había visto usando una remera sin mangas escotada es que, esa visión, se le hacia irresistible. Mantuvo la mirada clavada en el pecho de su profesora hasta un segundo antes que volteara la mirada hacia ella.
Maria le pidió que por favor interpretara las partituras que acababa de elegir. Mientras su alumna las leía y se preparaba ella se puso de pie y ubico detrás de Ana. Mientras tocaba el piano la mujer sintió tentada de apoyar sus manos en los hombros de la joven. Aunque fuera un instante para comentar algo...pero no, no debía y no podía hacerlo.
La profesora puso las manos detrás de la cintura. Y se dedico, como debía hacer siempre, a escuchar y ver a la joven como una alumna mas.
Al terminar la pieza Maria felicito a Ana y le dijo que ya se podía ir, que la clase había terminado por hoy. La chica se puso de pie y no pudo evitar sonreír a su profesora.
Acerco su rostro al de ella y le dio un suave beso en la mejilla izquierda, a modo de despedida. Su piel era tibia y tersa, hacia que su deseo por la mujer no hiciera mas que crecer. Fue un segundo, pero un segundo hermoso.
Mientras la veía dirigirse a la puerta de salida María se dejaba llevar por el calor del beso que le dio.
Para ella Ana era dulce, graciosa, educada, y amorosa. Habia terminando aceptando que la deseaba como cualquier ser humano puede desear a otro. Podia decirle algo a respecto o no, podía hacer algo en ese momento o esperar a mas adelante, podia hacer algo mas adelante o nunca.
¿Que hacer?...
-¿Ana?-Le dijo en tono casi imperceptible. La aludida se volteo y la miro.
-¿Si profesora?-
-Mmm...No hace falta que seas tan formal Ana. Somos casi como dos buenas amigas, que una le enseña algo a la otra.
Mientras Maria se quedaba callada (no sabia que decir). Ana la miraba y la añoraba para si. Tras un momento de silencio la mujer se lleva una mano al pecho y, por fin, pudo decir:
-Te quiero Ana- No pudo evitar sonrojarse y agachar la vista. Le ardia el rostro y empezo a sudar. Ni que fuera una adolescente.
-Yo también...Sos muy agradable Maria. Es un gusto ser tu alumna-
-Sos un amor. ¿Puedo abrazarte?-
-...Si...obvio-
Maria se acerca, le rodea con los brazos y la abraza. Al separarse nota como Ana miraba su cuello y bajaba un poco la mirada. Esta algo tensionada.
Ana acerca su rostro al cuello de la mujer...Se detiene y la mira a los ojos...Cierra los ojos y acerca mas su rostro...Esta a pocos centímetros del cuello...Llega y comienza a besarle el cuello. Maria responde acariciándole el cabello.
La boca de Ana sube por el cuello hasta la mejilla. Separa sus labios del rostro de la treintañera, esta nota como los labios de la mas joven tiemblan, sabe lo que quiere hacer...Le da el si con la mirada.
La pupila toma el rostro de su maestra con las manos y besa con fuerza sus labios. Ambas cierran los ojos y se dejan llevar por la sensación. Ana hacia mucho que quería hacer ello ¡Y lo esta haciendo!
Maria se separa de ella y la toma de las manos para guiarla a un sofa que hay en la habitación. Antes de llegar, y para su sorpresa, Ana la empuja haciendo que caiga de espalda sobre el mismo.
La chica se tira sobre ella y continua besándola. Baja hasta su pecho. Maria sabe lo que quiere hacer y se lo dice Soy toda tuya.
La chica le hace caso y le quita la remera sin mangas escotada. Mira su corpiño y se lo quita lentamente.
Ahora los generosos senos de la mujer estan totalmente al descubierto. Ana hunde su rostro entre las tetas de ella, la mujer se rie. La chica comienza a besar entre ellos. La treinteañera lleva sus manos a la nuca de la joven mientras comienza a lamerle el seno izquierdo.
La profesora cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás. Su alumna hace de todo. Primero lame su seno izquierdo y después lo chupa y trata de meterselo lo mas que puede en la boca. Segundo hace lo mismo con el seno derecho mientras su mano derecha recorre el izquierdo. Y tercero toma ambos senos con las manos mientras, alternando, lame y chupa un seno a la vez. Para Maria es como si quisiera amamantarse. Le parece tan tierno...Y le excita tanto.
Ana considera que una sola boca y dos manos es pocos. Le cuesta abarcar esos generosos senos. Pero por fin están a su merced, después de tanto tiempo soñando con ellos...Y de masturbarse bajo la lluvia pensando en ellos. Con las manos junta lo mas que puede ambos pechos para poder chupar, a la vez, ambos pezones. Lo hace lo mejor que puede y, lo suficiente, para excitar a su maestra.
Maria desliza sus, hasta ahora pasivas, manos por la espalda de su pupila. Hasta llegar a la parte baja y meterlas por debajo del pantalón de Ana y tomarle ambos gluteos. Lo cual hace que esta se detenga por un segundo y se muerda el labio inferior.
Siguen por un rato. Ana lamiendo, chupando, succionando y mordisqueteando las tetas de Maria. Y Maria apretando y acariciándole el trasero a Ana. Cada vez mas excitadas. Hasta que...la alumna tiene un orgasmo. La joven hunde sus rostro entre los senos de la profesora mientras le vibra el cuerpo. Maria la abraza y estruja contra si mientras aquella experimenta el mejor orgasmo de su vida.
Cuando acaba la mas joven recuesta su rostro, apoyando una mejilla, sobre el pecho de su maestra como para quedarse dormida. Esta la acaricia y lleva, de vuelta, las manos a su trasero. Para ahora hacer que haga, con la pelvis, un movimiento de adelante hacia atrás frotándola contra su propia pelvis. Con ese movimiento, cargado de erotismo ,Maria es llevada a lo mas alto y alcanzando su propio orgasmo.
Con su pecho desnudo y su pupila recostada en su pecho. Sus senos empapados de saliva y besos. Sus manos aun en el trasero de ella. Maria cierra los ojos. Escucha la respiración de Ana mientras se va quedando dormida. Sube las manos y la abraza. Siente su calor y su afecto.
Y Maria se queda dormida.
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