La morena del gym --relato erotico vida real
Siempre cuando viajaba en la web miraba con cierto egoísmo las vivencias de algunos chicos que compartían relatos íntimos, mirando películas porno, miraba esas chicas con cuerpos hermosos como disfrutaban del festín pasional, como saboreaban una ... y me daba cuenta que me faltaban muchas cosas por experimentar a lo que mi instinto salvaje oculto me pedía.
Luego conocí a una mujer morena, con unas piernas hermosas, mis ojos brillaron al contemplar una figura perfecta, mientras estaba con un amigo en el GYM terminando mi rutina de ejercicios compartimos nuestra admiración por ella, que concentrada estaba en la escaladora, cada movimiento, la licra que lucía nos dejaba boca abierta, como cuando a un niño le muestras un juguete que nunca ha tenido. Esa Y frontal entre sus piernas se veia divina, sus muslos terminaban entre ellas dejando un pequeño hueco dejando un separo precioso
Siempre había sucedido a si, solo mirábamos, jamás imagine que la vida me regalaría con ella los momentos tan abrasadores que hubiera imaginado, mis fantasías con una mujer hermosa cuerpo escultural, tocado por mis manos, disfrutándola lentamente al máximo, sin prisas.
Le robe el primer beso con la mirada, de manera discreta regresaba a la misma hora de entrenamiento, solo para mirarle, hasta que llegó el momento, el gimnasio estaba lleno y los aparatos escasos, había que esperar turno para el uso de ellos, ella estaba ahí, junto a mí en espera de los equipos de cardio con los que se iniciaba la rutina.
Empecé por mirarle y al encontrarse nuestras miradas simplemente sonreí, lo inesperado en su rostro se dibujó una sonrisa----Ni todas las estrellas del firmamento juntas brillan tanto como tu sonrisa--- sonriendo aún más dijo ---- Ja, ja, ja, Ah sí? ¡Eres un don juan!----note que sus cejas se levantaban un poco y las expresiones de su rostro de agrado se denotaban cuando en el desarrollo de mi plática habían frases mal intencionadas para ubicarle en su pensamiento que sería un macho diferente, divertido, apasionado, quería encontrar una chispa que me permitiera desgarrarle la ropa para inundar sus adentros, con mis deseos de hombre, y así fue, cada día que pasaba se convertía en una meta más alcanzable, el que estuviera rodeada de mis brazos y ardiendo de placer por mis besos.
En cada encuentro que teníamos en el GYM descubrí que era una mujer candente, me apoyaba en cada frase loca que se me ocurría sin molestarle, se daba vuelta y huía cuando se sentía atrapada, de vez en cuando mordía mis labios mientras le miraba procurando ser descubierto, y me miraba fijamente con su boca entre abierta y mis pensamientos cada vez estaban más cerca del encuentro que fantaseaba con ella, donde nuestro encuentro intimo sería una fiesta interminable llena de momentos pasionales únicos.
Y efectivamente fue así; en un encuentro mágico, nos demostramos esas ganas de devorarnos que hacía tiempo nuestras miradas nos descubrían, donde resaltaría el tema de dos locos que haciendo el amor como si fuese el ultimo día de nuestras vidas, explotarían múltiples orgasmos embriagadores, provocándonos una adicción al sexo.
Todo empezó besando tenuemente su boca, nuestras lenguas se encontraron saboreando cada momento en que el silencio se interrumpía con el sonido que estas provocaban, nuestros pensamientos viajaban al mundo de la lujuria, besos que parecía que no tenían fin adueñándose de la lengua ajena, una danza que entre ellas iniciaba, como tema preliminar a un evento importante, mientras las caricias pasaban a romper el hielo del pudor y se convertían en fuego masivo. Ella con su licra ajustada dibujaba cada parte de su bien formad cuerpo, yo con un pans muy delgado que hacía notar de inmediato mi paquete erecto cuando sentía su cuerpo, en una ocasión la abrace de espaldas y le acomode mi erección justo entre sus bien formadas nalgas, ahí se abrió paso entre ellas, acomodándose perfectamente, mis brazos la roderón de su diminuta cintura y mire un espectáculo maravilloso como estaba mi erección entre sus glúteos, excitándome más así que bese el lóbulo de sus oídos y en sus brazos desnudos sentí su piel erizarse, en ese momento aquel parque era nuestro,
Estaba algo solo, ya lo había visitado antes y se me hizo propio para la ocasión, le indique con un poco de fuerza en las caderas que girara y ahora coloque mi erección en esa preciosa Y que tanto admire de lejos, sin dejar de besar su cuello, le refregaba mi dureza, para que entendiera mi invitación, mi mano llevaba su tímida mano a explorar mi erección, la detenía un momento y por temor nos miraran la retiraba de inmediato, cerca del lugar estaba un lugar para visitas intimas, al que nos dirigimos sin dudarlo en nada
Siempre que recuerdo este episodio no puedo evitar una erección majestuosa, cada caricia nos elevaban a los sitios más exóticos y silenciosos, donde la música la hacían nuestros corazones acelerados sincronizado por nuestra respiración y unas manos temblorosas se humedecían aun con timidez por lo desconocido, exploraban esa parte de mi cuerpo que le atraía, el aroma de su piel embriagaba mis sentidos y perdido en la erótica situación, mis caricias enloquecieron amasando cada milímetro de su cuerpo, explorando todo lo que mis ojos de lejos ya deseaban, deteniéndome en sus bubis exploraba al encuentro de su preciosos pezones ya erectos, anunciándome que ya era mía.
¡¡ Que delicioso momento ¡! Aun que tocaba por encima de su blusa, ya me invitaban a que los besara y los chupara para adueñarme de ellos tome su mano indecisa y la lleve directamente a explorar la dureza de mi ... que los separaba solo la tela delgada del pans, lo había liberado de la trusa previamente y que como caballo salvaje relinchaba por salir del corral, tan pronto la sintió, sus dedos la abrazaron, la apretó para sentir la dureza y la recorro suavemente, su fría mano era entibiada por mi dureza, la recorría toda para medir su longitud e imaginarla en sus adentros mientras su respiración tomaba ritmos acelerados con un diminuto jadeo
Le quite su camisa lentamente y sin prisas, mientras nuestras lenguas se enlazaban en un festín de caricias nuevamente, después de acariciar tenuemente su espalda localice el broche de su sostén y lo desabroche, muy despacio, entonces inicie un baño de caricias y besos con lengua y boca y cuando la deje completamente húmeda, volteándola despacito, mirando primero sus ojos y su boca entre abierta, busque decorar y humedecer sus erectos pezones que mostraban ya el grado de excitación que tenía, coordinados con jadeos de placer, acompañados de succiones suaves y pequeños mordiscos erizaba su morena piel, mientras en mis pensamientos afirmaba lo fogosa y caliente que le imagine en noches candentes, mientras me masturbaba pensando en ella
Sus manos continuaban explorando sobre el pans acariciando mi ... caliente y dura, con su lengua humedecía mi cuello llevándome a la locura exquisita, y motivado por la pasión desbordante me anime a tirar de su pantalón de licra, lucía una diminuta tanga blanca, la hacía verse espectacular y en segundos mi mano entro en ellas y exploraba su entre pierna al encuentro de su vagina peludita y empapada de la humedad de su excitación que ya me ofrecía para disfrutarla con mi estaca caliente, gruesa y dura de la que su mano no soltaba pero aun espere, como el campesino cuando siembra la semilla y pacientemente la mira florecer, para hundirla más a las profundidades de la lujuria infinita, y pase a masajear esas hermosas y carnosas nalgas que tanto mire como temblaban cada vez que le veía caminar y que ahora podía de piel a piel disfrutar, saborear con mis besos, con mi lengua dibujaba cada forma de esas bien trabajados glúteos. Una piel deliciosa y limpia
Mientras todo esta fiesta erótica la invadía y le hacía gemir, bruscamente se voltea y sin dudar toma la agujeta que colgaba de mi pans y de manera astuta la des ata mirando mis ojos con lujuria una mirada completamente distinta, más firme muy decidida y despojándome del hilo que lo sostenía a mi cintura, libera mi caliente verga, la toma completa, la mira, la recorre toda, la masajea de lo más lindo, incluyendo mis huevitos volviéndome loco de deseo por clavarla en sus adentros.. Tome el encaje que detenía su tanga y la baje lentamente mirándole a los ojos con lujuria y se tumbó a la cama abrió sus muslos invitándome del manjar de su mojada vagina, con una mirada de pantera a punto de atacar, mire su rajita fijamente mordí mis labios y metí uno de mis dedos, lo movía ondeante, buscando el punto exacto de su debilidad absoluta, y así pasó un tiempo, lamiendo, chupando, revoloteando el dedo haciéndola enloquecer, moviéndose como pescadito fuera del agua, me pedía --- hay ya métela!! ---- no suficiente con eso devore sus muslos y llegue a su preciosa vagina, en un destello mire sus ojos sorprendidos y descubrí que nadie había visitado esa nena de esta manera y acelere mi lengua pervertida por su clítoris, mientras mis dedos le abrían paso devore sin descanso dejándole sin aliento, saciada hasta el cansancio jadeos de placer en cuestión de segundos ahora eran gritos y lo inevitable una cascada de fluidos dejaba al descubierto su profundo orgasmo, su espalda se arqueo, su boca se abrió y sus ojos me miraban fijamente con un profundo suspiro en forma abundante fluidos brotaban de su mas profundo ser
Dejo que saboreara sus jugos y espere unos segundos, quedo quieta, y cuando me miro aun temblorosa y estremecida ya tenía mi verga apuntando a su empapada vagina, acomode mi brillosa glande caliente en sus labios íntimos abriéndome paso poco a poco, fui entrando deslizándome sintiendo sus adentros muy caliente hasta que su pelvis y la mía quedaron pegaditas, ella abro su boca exclamando un a muy largo acompañada de un suspiro profundo de placer y en diferentes ritmos mis caderas empastaron un vaivén empujando con más fuerza, sentí como me regalaba otra cascada de fluidos en pocos segundos que bañaban mi pelvis y testículos, su piel erizada y no pare de moverme, me excitaba tanto mirar que como conejito tembloroso acorralado quedaba quieta a merced de mis deseos
Mi corazón se aceleró, la respiración se fue tornándose agitada, jadeaba y sudaba, mientras mis manos apretaban su cadera, sus bubis, sus pezones, sus nalgas y mis dedos buscaban su ano encantador, clavaba mi dedo en él y sentía como lo apretaba, lo sujetaba como no queriendo dejarlo ir y cuando sentí que no podía mas con tanto placer exquisito, la tome de sus cadera con fuerza y jalándola hacia mí, la cabeza de mi verga se creció y se puso más dura de lo común y en unas explosión palpite, eyaculé dentro de ella y grité con fuerza. La deje ahí palpitando retacándola al máximo, como queriendo también meter mis huevos, no sé qué me dio pero quedé en un estado estático y temblé de todo el cuerpo, sol caí en su pecho y agotado la abrace, la bese y te dije quedo en sus oídos---- Eres mía chiquita del alma!!! Y estremeciéndose me regalo su último orgasmo.
Que delicioso momento!! Lo recuerdo y no puedo evitar una erección y frotarme en este momento, que estoy detallando este texto Fue solo el comienzo de muchos encuentros más
Nos vemos al próximo relato
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Fue una experiencia agradable en mi vida
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Bien
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