Después de una discusión, las cosas empezaron a ponerse calientes, estábamos solos en su casa, su aroma, su piel acariciándome y sus labios que nos soltaban los míos empecé a ponerme muy húmeda y la ropa era un estorbo pues nuestros cuerpos se buscaban mucho, el me quito la blusa y yo la camisa me beso los senos y no pude contener un ligero gemido pues me los beso muy rico, después de eso me arranco la tanga roja que llevaba y me empezó a lamer toda mi vagina como si fuera un dulce pues lamía con tal fuerza mi clítoris que me hacia estremecer, yo ya estaba gritando de placer además estaba muy húmeda pues estaba haciendo un trabajo excelente con su lengua pero yo ya deseaba tener su enorme verga dentro de mi pero preferí callar y seguir disfrutando ese placer que me daba con su lengua, de pronto me puso en una mesa de su cuarto me acostó tomo mis tobillos con sus manos y me abrió las piernas al máximo y sin decir ninguna palabra me la metió hasta dentro tan bruscamente que me hizo gritar pues tuve un orgasmo riquísimo y crecía mas el placer en cada acometida, yo decía que rica vergapero el no decía nada solo se concentraba en darme muy duro y no paraba, de pronto se detuvo pensé que había terminado pero no fue así me llevo a la cama me acostó y puso mis piernas en sus hombros y me la dejo ir completa y creanme que tener dentro un pene de 27 cm. es extremada mente placentero y pues mas me humedecía y me excitaba llegue al grado de pensar que me había orinado pues era tal mi fluido que no lo podía creer y mis gemidos subían el volumen al parejo que me daba con mas fuerza y mas rápido parecía como si me quisiera partir en 2 rompiendo me de por entre las piernas de pronto súbitamente me giró y me puso en cuatro tomo mis caderas y pego contra las suyas dándome por atrás con el mismo vigor que me había estado dando, yo no podía mas era mucho placer y prácticamente gritaba de lo rico que estaba sintiendo y de vez en cuando, cuando recuperaba algo el aliento de tanto placer le decía no pares dame mas con esa vergota, no pares y el no paraba de darme de repente se inclino hacia mi y sin sacármela me dijo al oído que rico culo tienes y sin pensarlo saco su pene y me la metió por el ano, yo no se si grite de dolor o de placer pues cuando me la metió por ahí me dolió pero ala vez sentí tan rico que no podía decirle que no o que la sacara, era algo que nunca había sentido a ese grado de placer y recuerdo que nunca me dejo de decir en cuanto entro por mi ano que rico culo tienes me lo repetía una y otra vez hasta que termino en el, fue tal mi orgasmo que me lastime la garganta del grito que lancé y mas por la gran cantidad de semen que sentí llenándome, aunque me dolía un poco no pudo llegar en mejor lugar ni en mejor momento después de eso me puso de lado y se acostó detrás mío y me beso la espalda el cuello y las nalgas, solo les puedo decir que no me percate del tiempo hasta que terminamos y habían pasado 2 horas no lo podía creer y después de eso en lugar de discutir con el prefiero que me de el placer que sabe darme y pues creo que eso es mejor que discutir o no.