Llevo un año de relación con un hombre divorciado con una hija de 19 años. Al principio fue todo bien, desde que comenzamos a vivir juntos (ella vive con la madre) llegaba de visita y hubo algunos problemas domésticos (es perezosa, desordenada y mimada, pero eso es culpa de los padres...) pero nada de real importancia. Desde un principio, como alguien que ve las cosas de fuera, noté que el grado de manipulación de ella para con su padre era muy algo y él, totalmente ciego, cedía a todas sus demandas, ya que vive con la culpa de haber sido un padre ausente y de haberse divorciado de su madre. Él mismo me cuenta de que desde pequeña su niña fue manipuladora y berrinchuda, al grado de que muchas veces hubo que suspender un viaje de vacaciones y volver a casa porque la niña extrañaba a los abuelos o quería jugar con sus amigos, teniendo berrinches de tales dimensiones que hasta le daba fiebre (o calentura), vómitos y se "enfermaba" físicamente, sanándose milagrosamente cuando conseguía regresar a la capital, donde los abuelos u obtenía lo que exigía se le compre. Así se crió, con el miedo de los padres a sus berrinches y fue perfeccionando la técnica de la manipulación hasta hacerla un arte. El problema es que ahora es una adolescente (muy inmadura y demandante por cierto) que luego de haber exigido cambiarse de carrera universitaria dos veces, porque no le gustaba, se hizo de un novio. A los tres meses de noviazgo, recién cambiada de carrera, se embarazó. Hizo un escándalo de aquellos cuando se le llamó la atención y se le hizo un llamado a la cordura, a asumir su embarazo con responsabilidad, a tomar con altura de miras lo que se le viene, que es ser madre. Fue berrinche tras berrinche hasta lograr que nadie nunca más le dijera nada negativo, sino que hasta la felicitaran por la situación, se hicieran cargo de sus gastos médicos, le compren cosas y le den dinero. Mi pareja se siente colapsado y confundido, porque es su hija y la ama, pero también ve que la niña lo amenaza todo el tiempo, le dice que si no le da más dinero es un mal padre, que "amar" a un hijo no es darle dos pesos y basta, que él viaja, que él tiene un buen trabajo, que él tiene un bonito departamento (la madre de ella también) y que tiene que darle más porque si no, es mal padre y ella prefiere no estar más con él y dejarlo en paz (lo amenaza con dejar de quererlo, cosa que a él le parte el alma y termina cediendo en todo). Cuando ha osado ponerse duro y entregarle una negativa a sus demandas, ella desaparece por varios días, no lo llama, no le contesta el teléfono, ni los e-mails, hasta que de pronto, pone en Facebook una foto de cuando ella era bebé, en brazos de su padre con el comentario "cuando papá me quería" o le manda un video con una canción de hijos a padres, bien sentimental y llorosa... o le escribe un poema diciendo lo que está sufriendo porque su padre le abandonó. ¿Resultado? Dinero, regalos, mimos, pedirle perdón por haberla querido educar, etc. Y por supuesto, la promesa de una habitación en nuestra casa, permanente y con sala cuna, las invitaciones a comer a casa en donde yo termino convertida en la doméstica cocinando, sirviendo, lavando platos y hasta enjuagando la ducha que la chica usa, porque ni eso es capaz de hacer. Me tiene muy complicada la situación, estoy cansada de callar y aceptar, pero por otro lado siento que esto va a reventar, que un día yo ya no voy a aguantar más y mi relación se va a ir al tarro de la basura. Ayuda por favor, qué hago, cuando intento tocarle el tema a él, le rehúye por completo.