La desesperación de un matrimonio sin intimiidad
Hola chicas de Enfemenino, soy un hombre y me gustaría saber vuestra opinión como mujeres sobre un problema que me angustia mucho
Somos una pareja madura, estoy casado con una mujer maravillosa a la que adoro, hemos construido una bonita familia, criado a nuestros hijos, económicamente vivimos bastante bien pero hay un grave problema (para mi, para ella no lo es), una absoluta falta de intimidad.
Todo comenzo cuando nos casamos hace ya muchos años, tras un noviazgo maravilloso en el que ambos descubrimos el sexo y disfrutamos los dos bastante de él, aunque ella siempre ha tenido muchos tabúes al respecto por una educación muy tradicional y religiosa, vino el matrimonio y los hijos, y con ello de sentirme adorado por mi pareja, pasé a sentirme un objeto decorativo más de la casa, y el objeto de toda clase de críticas. La intimidad comenzó a desaparecer y solo quedaba el trabajo y las noches de biberones en vela. Me sentí rechazado y profundamente despreciado, de sentirme el centro de la vida de mi pareja pase a ser una especie de compañero de piso. La vida de mi mujer pasó a centrarse en los hijos y su familia (lo entiendo aunque no lo comparta, porque ella para mí seguía siendo lo máximo), hasta que un día, cansado, frustrado y profundamente cabreado caí en una infidelidad puntual.
Me sentía mal, culpable y acabé por confesarlo, con lo que toda la ira del averno cayó sobre mi (salvo por parte de mis padres, quienes siempre me apoyaron y dijeron comprender humanamente aquel error dadas las circunstancias)
si hasta entonces la intimidad era muy escasa a partir de ese momento paso a rozar la inexistencia. Ella finalmente me perdonó (o dijo perdonarme) pero nunca lo ha olvidado y aún hoy me lo recrimina en momentos de crisis.
desde aquel momento no volvió a haber besos, no volvió a tener una actitud activa en lo sexual, rechazó el coito salvo en contadas ocasiones (no más de 5 veces en todos estos años), que si le duele, que si se siente incómoda, el sexo se redujo a que yo le practicase sexo oral a ella las pocas veces que me deja hacerlo (actualmente estamos en una media de como mucho una vez cada dos meses), sin besos (se justifica en que le da asco pensar que estuve con otra) sin poderle tocar los pechos y sin apenas participación activa por su parte.
a mi no me importaría que el sexo se redujese a practicarle sexo oral a ella, porque me gusta mucho hacerlo, aunque ella no me corresponda, pero al menos me gustaría poder hacerlo con más frecuencia y no que me esté negando continuamente la posibilidad de hacérselo.
si lo pido lo rechaza, si no lo pido ella no da casi nunca el primer paso, si trato de mostrar mi queja ante la situación y hablar de ello se molesta y dice que de eso no se habla, y que el insistirle hace que aún tenga menos ganas, en fin, una desesperación
antes que digáis lo de el cariño, la dedicación, los piropos os diré que creo ser un buen marido. Siempre estoy pendiente de ella, de sus deseos y necesidades, la elogio continuamente porque me sale de dentro, es muy guapa y me sale decírselo siempre, no le niego ningún capricho, en lo económico no le pongo trabas dentro de nuestras posibilidades, procuro ayudarle en todo y la quiero, la quiero con locura. Para todo el mundo somos un matrimonio perfecto, y probablemente lo seamos salvo por ese aspecto, que hace que el matrimonio parezca más una relación de dos familiares que se quieren mucho.
para los que penséis en una posible infidelidad por su parte, por supuesto yo también he pensado en ello, pero me parece difícil para una persona para la que el sexo siempre ha sido un tema tabú, que reniega de la masturbación (según ella es asqueroso), del uso de anticonceptivos, de la pornografía, de hablar de sexo, de mostrarse desnuda ante mi, de cualquier tipo de ropa o actitud sexy, vamos, que nada es imposible pero conociéndola resulta algo impensable, y ademàs sería de una hipocresía y maldad rozando lo diabólico en su caso.
Esta falta de intimidad me ha ido minando psicológicamente, haciéndome caer en dudas sobre nosotros, sobre la relación, dañando mi autoestima, para ella no es un problema, es por lo demás una buena esposa, cariñosa hasta cierto punto, no faltan los abrazos al dormir, los elogios, las muestras de cariño comedidas, su dedicación al trabajo y al hogar, y es una buena persona y madre de familia, pero según ella el sexo no es una prioridad y hay gente que vive sin ello sin ningún problema, para ella no es necesario. Hablarle de ir a una terapia psicológica/sexológica es una utopía, es demasiado orgullosa y celosa de su intimidad como para compartirla con terceros
en mi desesperación he estado muchas veces tentado en acudir a la prostitución, es fácil, aséptico y sencillo y podría tener todo el sexo que quisiese de forma inmediata, sin descuidar con ello mis obligaciones como padre de familia, y sin compartir mi afectividad como ocurriría en el caso de tener una amante, pero no puedo, me haría sentir mal conmigo mismo, traicionaría mis ideas y principios como ya ocurrió una vez con nefastas consecuencias para mi conciencia y mi vida y, sobre todo, no se trata solo de sexo, sino de la maravillosa sensación de compartirlo sin miedos con la persona a la que amas, algo que nunca podría darme una prostituta, con todo mi respeto hacia ellas, por supuesto.
alguna vez he pensado también en el divorcio, pero la quiero mucho y creo que ella también a mi, creo que no podría vivir sin ella, además de que eso también chocaría con mis ideas y mi educación religiosa, por lo que resultaría traumático.
reconozco que hice algo malo hace muchos años y que debo pagar por ello, pero ¿durante toda mi vida y sin redención posible?
así que estoy atrapado en una situación sin salida, y no veo la forma de solucionarlo. Vosotras sois mujeres, ¿que opináis?, ¿que podría hacer?
Ver también
Hola chicas de Enfemenino, soy un hombre y me gustaría saber vuestra opinión como mujeres sobre un problema que me angustia mucho
Somos una pareja madura, estoy casado con una mujer maravillosa a la que adoro, hemos construido una bonita familia, criado a nuestros hijos, económicamente vivimos bastante bien pero hay un grave problema (para mi, para ella no lo es), una absoluta falta de intimidad.
Todo comenzo cuando nos casamos hace ya muchos años, tras un noviazgo maravilloso en el que ambos descubrimos el sexo y disfrutamos los dos bastante de él, aunque ella siempre ha tenido muchos tabúes al respecto por una educación muy tradicional y religiosa, vino el matrimonio y los hijos, y con ello de sentirme adorado por mi pareja, pasé a sentirme un objeto decorativo más de la casa, y el objeto de toda clase de críticas. La intimidad comenzó a desaparecer y solo quedaba el trabajo y las noches de biberones en vela. Me sentí rechazado y profundamente despreciado, de sentirme el centro de la vida de mi pareja pase a ser una especie de compañero de piso. La vida de mi mujer pasó a centrarse en los hijos y su familia (lo entiendo aunque no lo comparta, porque ella para mí seguía siendo lo máximo), hasta que un día, cansado, frustrado y profundamente cabreado caí en una infidelidad puntual.
Me sentía mal, culpable y acabé por confesarlo, con lo que toda la ira del averno cayó sobre mi (salvo por parte de mis padres, quienes siempre me apoyaron y dijeron comprender humanamente aquel error dadas las circunstancias)
si hasta entonces la intimidad era muy escasa a partir de ese momento paso a rozar la inexistencia. Ella finalmente me perdonó (o dijo perdonarme) pero nunca lo ha olvidado y aún hoy me lo recrimina en momentos de crisis.
desde aquel momento no volvió a haber besos, no volvió a tener una actitud activa en lo sexual, rechazó el coito salvo en contadas ocasiones (no más de 5 veces en todos estos años), que si le duele, que si se siente incómoda, el sexo se redujo a que yo le practicase sexo oral a ella las pocas veces que me deja hacerlo (actualmente estamos en una media de como mucho una vez cada dos meses), sin besos (se justifica en que le da asco pensar que estuve con otra) sin poderle tocar los pechos y sin apenas participación activa por su parte.
a mi no me importaría que el sexo se redujese a practicarle sexo oral a ella, porque me gusta mucho hacerlo, aunque ella no me corresponda, pero al menos me gustaría poder hacerlo con más frecuencia y no que me esté negando continuamente la posibilidad de hacérselo.
si lo pido lo rechaza, si no lo pido ella no da casi nunca el primer paso, si trato de mostrar mi queja ante la situación y hablar de ello se molesta y dice que de eso no se habla, y que el insistirle hace que aún tenga menos ganas, en fin, una desesperación
antes que digáis lo de el cariño, la dedicación, los piropos os diré que creo ser un buen marido. Siempre estoy pendiente de ella, de sus deseos y necesidades, la elogio continuamente porque me sale de dentro, es muy guapa y me sale decírselo siempre, no le niego ningún capricho, en lo económico no le pongo trabas dentro de nuestras posibilidades, procuro ayudarle en todo y la quiero, la quiero con locura. Para todo el mundo somos un matrimonio perfecto, y probablemente lo seamos salvo por ese aspecto, que hace que el matrimonio parezca más una relación de dos familiares que se quieren mucho.
para los que penséis en una posible infidelidad por su parte, por supuesto yo también he pensado en ello, pero me parece difícil para una persona para la que el sexo siempre ha sido un tema tabú, que reniega de la masturbación (según ella es asqueroso), del uso de anticonceptivos, de la pornografía, de hablar de sexo, de mostrarse desnuda ante mi, de cualquier tipo de ropa o actitud sexy, vamos, que nada es imposible pero conociéndola resulta algo impensable, y ademàs sería de una hipocresía y maldad rozando lo diabólico en su caso.
Esta falta de intimidad me ha ido minando psicológicamente, haciéndome caer en dudas sobre nosotros, sobre la relación, dañando mi autoestima, para ella no es un problema, es por lo demás una buena esposa, cariñosa hasta cierto punto, no faltan los abrazos al dormir, los elogios, las muestras de cariño comedidas, su dedicación al trabajo y al hogar, y es una buena persona y madre de familia, pero según ella el sexo no es una prioridad y hay gente que vive sin ello sin ningún problema, para ella no es necesario. Hablarle de ir a una terapia psicológica/sexológica es una utopía, es demasiado orgullosa y celosa de su intimidad como para compartirla con terceros
en mi desesperación he estado muchas veces tentado en acudir a la prostitución, es fácil, aséptico y sencillo y podría tener todo el sexo que quisiese de forma inmediata, sin descuidar con ello mis obligaciones como padre de familia, y sin compartir mi afectividad como ocurriría en el caso de tener una amante, pero no puedo, me haría sentir mal conmigo mismo, traicionaría mis ideas y principios como ya ocurrió una vez con nefastas consecuencias para mi conciencia y mi vida y, sobre todo, no se trata solo de sexo, sino de la maravillosa sensación de compartirlo sin miedos con la persona a la que amas, algo que nunca podría darme una prostituta, con todo mi respeto hacia ellas, por supuesto.
alguna vez he pensado también en el divorcio, pero la quiero mucho y creo que ella también a mi, creo que no podría vivir sin ella, además de que eso también chocaría con mis ideas y mi educación religiosa, por lo que resultaría traumático.
reconozco que hice algo malo hace muchos años y que debo pagar por ello, pero ¿durante toda mi vida y sin redención posible?
así que estoy atrapado en una situación sin salida, y no veo la forma de solucionarlo. Vosotras sois mujeres, ¿que opináis?, ¿que podría hacer?
Divorciate. Y vive tu vida sexual como te plazca
Si has leído bien mi texto verás que se lo confesé. Para mí aquello no fue nada grato y supuso un enorme cargo de conciencia.Ni mentí ni oculté, dije lo que había hecho y lo arrepentido que estaba de haberlo hecho
Y si fuese tan fácil hacerlo la segunda vez y no tuviese escrúpulos no llevaría aguantando más de 25 años de falta de intimidad sin caer de nuevo en el pecado a pesar de todas las tentaciones que ofrece la sociedad
Así que no, no es tan sencillo
Y yo también he cambiado muchos pañales y hecho muchos biberones de madrugada, eso sin contar el dejarme la piel cada día para sacar adelante a mi familia y para que a mi mujer y a mis hijos nunca les faltase de nada
Muchas gracias por tus consejos
el perdón completo es complicado y yo lo comprendo, trato de ponerme en su lugar y soy consciente de que es muy difícil si no imposible
dicen que cuando un jarrón se rompe se puede pegar, pero las grietas siempre estarán ahí. También es cierto que los japoneses han hecho un arte de la reparación de porcelanas, y que las grietas adornadas con un bonito color dorado le dan más valor al jarrón porque reflejan los avatares de su existencia y su supervivencia a pesar de todo. Lo de lo mucho que nos queremos nos lo decimos y cuando hacemos alguna escapada juntos de fin de semana o vacaciones la intimidad mejora un poco, es cierto, no mucho pero algo si. Supongo que el peso del día a día y las rutinas no ayuda a la intimidad de la pareja.
tengo una foto que me gusta mirar en momentos difíciles, en ella estamos mi mujer y yo en el hospital tras tener nuestro primer hijo, ambos sonriendo felices, yo con una expresión de feliz inocencia (éramos muy jóvenes) y ella mirándome con una gran expresión de ternura y amor. Siempre que la veo pienso lo que me gustaría poder volver a ese momento sabiendo todo lo que he aprendido a través de una vida, para hacerlo mejor en esa segunda oportunidad, pero solo se vive una vez y somos responsables de nuestros aciertos y errores, sin vuelta atrás.
al menos seguimos juntos y eso es muy importante, pero he tenido que pagar y sigo pagando un alto precio
Muchas gracias por tus consejos
el perdón completo es complicado y yo lo comprendo, trato de ponerme en su lugar y soy consciente de que es muy difícil si no imposible
dicen que cuando un jarrón se rompe se puede pegar, pero las grietas siempre estarán ahí. También es cierto que los japoneses han hecho un arte de la reparación de porcelanas, y que las grietas adornadas con un bonito color dorado le dan más valor al jarrón porque reflejan los avatares de su existencia y su supervivencia a pesar de todo. Lo de lo mucho que nos queremos nos lo decimos y cuando hacemos alguna escapada juntos de fin de semana o vacaciones la intimidad mejora un poco, es cierto, no mucho pero algo si. Supongo que el peso del día a día y las rutinas no ayuda a la intimidad de la pareja.
tengo una foto que me gusta mirar en momentos difíciles, en ella estamos mi mujer y yo en el hospital tras tener nuestro primer hijo, ambos sonriendo felices, yo con una expresión de feliz inocencia (éramos muy jóvenes) y ella mirándome con una gran expresión de ternura y amor. Siempre que la veo pienso lo que me gustaría poder volver a ese momento sabiendo todo lo que he aprendido a través de una vida, para hacerlo mejor en esa segunda oportunidad, pero solo se vive una vez y somos responsables de nuestros aciertos y errores, sin vuelta atrás.
al menos seguimos juntos y eso es muy importante, pero he tenido que pagar y sigo pagando un alto precio
En tu lugar, ya que ella no quiere hablar, le escribiría una carta a puño y letra describiendo en profundidad todo lo que tú sientes y cómo lo vives. Exponle tus debilidades. Pídele que te responda por el mismo medio sus sentimientos.
Entre todo lo que te han dicho, yo pienso que tu infidelidad, si bien es algo grave, también le ha servido a tu mujer para tener aún menos intimidad que antes, porque no le gusta, o tiene un amante, o no sé qué puede ser, pero para mí está claro que cualquier cosa que pueda usar para no acostarse contigo la usará.
Pienso que el sexo es algo demasiado importante en una relación, si el sexo no funciona, la pareja no funcionará, sea tarde o temprano, pero dalo por hecho que explotará en algún momento. Tú desliz no lo justifico, porque soy una persona que por muy mal que vayan las cosas no soy infiel, pero cuando éstas cosas suceden la culpa no es de uno, sino de los 2, mitad y mitad pienso yo.
Yo creo que deberías plantearte bien si quieres seguir 25 años más con esto, porque dudo mucho que ella cambie, si no le gusta ahora, menos le gustará a medida que pasen los años, ni siquiera se pueden hacer juegos ni nada que podrían encenderla, es muy cerrada.