Creo que cuando se llega a esa situación
en la que un miembro de la pareja no quiere tener relaciones sexuales lo mejor es hablarlo y tratar de buscar una solución conjunta que, en la medida de lo posible, beneficie a ambos y ayude a mejorar la vida sexual de la pareja, más que soluciones unilaterales como la infidelidad que posiblemente acaben con ella.
Es cierto que a veces puede parecer que las mujeres no tenemos tantas necesidades sexuales, pero creo la diferencia radica en que nuestra sexualidad es más compleja. Necesitamos más estímulos, más imaginación, y puede que la monotonía acabe haciendo que una prefiera prescindir de las relaciones sexuales a resignarse al sexo ya casi entendido exclusivamente como una necesidad primaria por haber ido permitiendo que se perdiera esa parte más sensual y erótica que para nosotras es fundamental.
¿Se puede entender como una falta de consideración hacia tus necesidades que ella no quiera tener sexo?
Es posible, de hecho todavía quedan mujeres que entienden las relaciones sexuales como una obligación conyugal, viviendo muchas veces resignadas a tener sexo desprovisto de placer porque lo conciben como una necesidad exclusivamente masculina.
Pero si se entiende el sexo como una necesidad que comparten ambos miembros de la pareja, aunque con sus diferencias, es posible que sea más fácil comprender que conocer y respetar los deseos del otro, dar y recibir placer es un deber que tienen los dos.
¿Justifica esto una infidelidad?
No creo que haya nada que pueda justificar una infidelidad, pero desde luego sí la explica, de hecho creo que es el motivo más frecuente al menos en los hombres.
Además hay mujeres que incluso llegan al punto de preferir que les sean infieles a que les toquen.
Ojalá que vosotros seáis capaces de encontrar una solución satisfactoria para los dos y para la pareja sin tener que llegar a esto último.