Desde hacía meses que veníamos jugando al "trío", ya sea, mientras me penetraba, yo le chupaba el dedo o algún juguete, la verdad es que era muy exitante todo eso, un día me suelta, en el momento que más exitada estaba, ¿Quieres una polla de verdad? yo le miro y contesto que sí con seguridad, él, incrédulo, me dice, no te creo capaz, le dije que me ponga a prueba. Los días pasaron, y un sábado que estábamos de juerga conocimos a un chico y entre copas y copas terminamos en nuestro departamento, fue una noche loca, era muy exitante tener dos hombres para mí solita, tener la polla de los dos a la vez en mis manos era lo lo más exitante que había experimentado nunca, hasta que empezé a comerme esas pollas, mientras me tragaba una polla acariciaba la otra y vice versa, ahora, este momento era el más delicioso de mi vida, hasta que llegó el momento en que uno me penetraba y se la chupaba al otro, fue indescriptibe. La cuestión es, desde entonces no hemos parado de practicar el trío con desconocidos, y la verdad es que cuando estamos solos, teniendo sexo, siento que necesito de otro hombre en la cama, ya no me satisfacen los juguetes o su dedo, lo que quiero es chupársela a otro mientras me penetra. Simplemente quería compartir con ustedes mis experiencias.