Bueno, esta es una fantasía que siempre he tenido, y la voy a contar a modo de relato como si ya hubiera ocurrido. Tengo 18 años, y me gustaría saber que opinión me da alguna mujer 30 y tantos, o 40 y tantos. La razon de esta historia es que siempre he deseado estar en una playa mas o menos vacia, desnudarme, y sentirme observado por una mujer madura, y si fuera posible, que pasara algo como lo de esta historia. Espero que os guste!
<<Cumplí los 18 años el verano pasado. Las ultimas vacaciones con mis padres. Alquilamos un Bungaló (casa pequeña de madre que hay en los campings). A la salida del camping había un camino que tras andar 15 minutos llevaba a una playa apartada, no muy grande. Un día, dando una vuelta, llegamos a ella, y vi que era la playa que siempre había buscado, pero con mis padres iba a otra playa mas transitada y regulada. Una tarde, mis padres decidieron ir a pasar la tarde solos a un pueblo cercano, y yo me qede solo, con el pretexto que no me encontraba bien y preferia dormir toda la tarde. Ellos no volverian asta la noche. En cuanto se fueron, me puse un bañador, cogí una toalla, y me fui a la playa. De solo pensarlo ya me excitaba. Quería llegar allí, ver chicas desnudas, alejarme un poco, y masturbarme, y si alguna chica curiosa miraba mientras tanto, mejor que mejor. Al llegar a la playa me puse a andar un poco. Observé que apenas había alguna chica de mi edad, y no desnuda, por supuesto. Cuanto mas avanzaba, mas vacía se encontraba la playa, puesto que a partir de la mitad de la playa dejaba de haber caminos de salida, y todo se aislaba un poco. Habia bañistas en topless, y algunos hombres desnudos tomando el sol. Seguí avanzando y buscar un sitio un sitio donde sentarme y masturbame.
Avancé asta casi el final de la playa, y vi una mujer de unos 40 años que se metía en el agua unos metros mas adelante. Era morena, y tenia muy buen físico, y llevaba un bikini blanco de esos que al mojarse se transparentan bastante. Pensé que esta era mi oportunidad de ser un poco exhibicionista y de aliviarme, de modo que pasé su toalla y me coloque a unos 10 o 15 metros. Extendía la toalla, y me sente, muy nervioso. La mujer salió del agua, me vio, y se dirigio a su toalla. Pude ver como se transparentaban sus pezones y los pelos de su vagina, y me excité muchisimo de nuevo.
Este era el momento. Tenía que armarme de valor y qitarme el bañador, por lo menos. Aunque no sabía si tendría valor para masturbarme, al menos estaría desnudo, y ella me vería excitado. Da igual lo que pensará de mi, venir habría merecido la pena. Ella estaba sentada, tocandose el pelo. Sin saber como, me levante, nerviosisimo, y me coloque para que ella pudiera vermela totalmente, pero pareciendo natural. Respiré y me quité le bañador. Para hacer tiempo lo doblé y lo meti en mi mochila, y vi que ella me miraba el pene, un poco sorprendida. Me senté, con una mezcla de vergüenza y excitación que me encantó, puse las piernas flexionadas y cruzadas y trasteé un poco en mi mochila para parecer natural. Al cabo de unos minutos yo la seguía teniendo dura y ella se levanto y se acercó. Por un momento pensé que vendría a regañarme por mi falta de respeto de estar excitado en la playa, pero sin embargo dijo:
-¿Primera vez?
-¿Eh? dije, con voz de tonto, y reaccioné automáticamente tapandomela como pude con la toalla
-Tranquilo dijo riendo-, ya te la he visto bien antes cuando te has quitado el bañador
Que dijera eso me excitó aún más. No pude evitar que la vista se me fuera a sus tetas, aunque sus pezones apenas se transparentaban ya. Baje más, y la parte de abajo del bikini, más humeda, dejaba ver pelos, no muchos, pero se notaban mucho, y no supe que decir mientras intentaba apartar la mirada. Ella volvió a reir y dijo:
-¿Te importa si traigo aquí mi toalla? Podemos hablar un rato si quieres.
-Si, vale, me parece bien Tartamudeé-.
Se acercó a su toalla, y cogió un corto y fino vestido veraniego que habia encima y un bote de aceite, luego la toalla, y se acomodó con ella al lado de la mia, dejando el vestido en una esquina. Yo seguía tapado con la toalla, y ella dijo d enuevo:
-¿Es la primera vez que te desnudas en la playa? Lo digo porque te veo un poco nervioso
-Si, bueno, es la primera vez, y estoy nervioso, si.
-Bueno, para q te sientas menos incomodo, me presentaré. Me llamo Laura. ¿Qué te parece si te quitas la toalla de ahí? Seguro que estarás más comodo
-Ya, pero me da vergüenza.
-vaya -rió de nuevo-. No pareció darte tanta vergüenza cuando sabias que yo te veía desde allí. Haremos una cosa. Para que estés mas tranquilo, me quitaré la parte de arriba del bikini si tu te destapas, y te prometo no enfadarme si me miras descaradamente como has hecho hace nada, pero sólo si me dejas a mi mirar de vez en cuando. No todos los días se tiene la oportunidad de ver desnudo a chico joven, y ¡menos a mi edad! ¿Cuántos años tienes?
-Yo 18 años.
-Vaya! Pues no deberías tener vergüenza con esa edad, es cuando mejor está tu cuerpo, y antes te la he visto y me ha parecido muy bonita. Dime, aceptas entonces el trato?
-Vale dije con la voz temblorosa, y poco a poco estiré la toalla de nuevo-
-Uf dijo mirandomela, y se giro un poco para estar con todo su cuerpo orientado a mi-. Vale, ahora yo me quitaré la parte de arriba del bikini. Yo he estado muy atenta cuando tu te destapabas, así que puedas mirar todo lo que quieras.
Lo hizo, y sus tetas quedaron al aire y yo embaboda mirandolas. Para tener alrededor de 40 años, las tenía muy bien puestas, apenas caidas, y de un tamaño muy bueno. Me miró y dijo:
-Vaya, veo que te gustan. Por cierto, si te soy sincera he de decir que me estoy excitando un poco. Los chicos jóvenes me poneis mucho, y nunca habia tenido oportunidad de ver a uno así. Veo que estás a punto de reventar, así que ¿por que no te alivias? Me encantaría ver como te masturbas.
-Buf, desde luego que lo necesito, pero -Dije, y ella rio.
-Bueno, para que veas que soy buena, voy a dejarte que me des aceite en la tetas, así no me quemaré. Pero me tienes que prometer que me dejarás mirar como te masturbas.
Se tumbó boca arriba. Cogí el aceite y empecé a extenderlo por sus tetas, a acariciarlas, a jugar con sus pezones. Ella de vez en cuando suspiraba. De repente se incorporó, y dijo:
-De verdad, no te imaginas no le que mestá excitando que un chico tan joven me toque así, y encima teniendola tan dura dijo -.
-Buff, a mi me encantan las mujeres maduras como tu.
-Si? ¿Que te parece si nos masturbamos a la vez, mirandonos?
Entonces me la agarré y empecé a agitarmela. Ella se echó para atrás, se abrio de piernas, frente a mi, aun con la braguita del bikini, se metió una mano, y empezó a tocarse mientras me miraba fijamente la ... Yo me gire, me puse frente a ella, y poco después me corrí, mientras veia como ella me miraba y gemía un poco. Se sacó la mano, y me puso los dedos en la boca. Los chupé, y me dijo:
-Por favor, hazmelo tu.
Se dio la vuelta, pego su espalda a mi pecho, y meti la mano en su entrepierna. Estaba empapada. Empece a meterla los dedos, y a acariciarla el clítoris de vez en cuando, a la vez que con la otra mano la tocaba las tetas. Ella empezó a gemir, y dado q estabamos casi solos en esa zona de la playa, no nos preocupamos ninguno xq alguien nos viera, aunque no muy lejos, casi al final, habia algunos bañistas más. De repente, cuando estaba gozando, me sacó la mano y me dijo:
-Acábalo con la boca, y tomatelo todo mi bebé.
Se quito la braguita y se recostó. Entonces coloqué mi cabeza entre sus piernas y empece a lamer, poco a poco, a saborearla. La meti la lengua por la raja, y la lamí el clítoris, primero lento y luego rapido, hasta que entre gemidos se corrió. Agarró mi cabeza con su mano y me pegó a su vagina, para que me lo tragará todo. Empezó a soltar bastante fluido, y me lo tragué todo. Se incorporó al cabo de poco tiempo, y me la empezó a chupar, y para mi sorpresa me volvi a correr.
Al cabo de un rato de estar relajados, desnudos, acariciandonos dijo:
-Se que soy un poco mayor para ti, pero si te interesa vivo por aquí cerca, yo sola, y cuando quieras puedo ser tu esclava sexual. Hare absolutamente todo lo que me pidas. Me dio su numero, se puso de pie, y se coloco el vestido, sin nada debajo. Abrió mi mochila y sacó mi bañador, y dijo:
-Si lo quieres, tendrás que venir a por el a mi casa otro dia, quedate con el bikini si quieras.
Se dio la vuelta, y se fue. Tuve que volver a casa andando con la toalla enrollada en la cintura, recordando todo. >>
