Soy un hombre afortunado. Tengo una pareja estable, y por más de 20 años lo venimos haciendo a diario. Y mis ganas por ella nunca cesan, porque ella, continúa siendo bellísima.
Hace un tiempo ya, me he empezado a imaginar en que yo, soy esa otra persona que ha logrado conquistarla, vaya uno a saber cómo, y tiene la hermosa oportunidad de tener sexo con ella.
Y disfruto sus gemidos como la primera vez
Y disfruto el aroma de su pelo como la primera vez
Y disfruto su piel suave y sus besos.
Cabe abrir un paréntesis:
Mi esposa es un animal en la cama. Explota literalmente.
A eso jamás creo que me voy a acostumbrar. Pero me gusta ponerme en ese lado del tipo suertudo que se la levanta y le toca vivir por primera vez todas esas contorciones y jadeos súper eróticos por primera vez, tal cual lo hice yo, e inmediatamente pensé: Yo con ésta mujer me tengo que casar ya! Y lo hice.