Y lo peor... con 20 años de casada y con varias hijas adolescentes.
La conocí en la oficina donde trabajo hace un año. Al principio ni siquiera me saludaba de beso como a todos, me miraba de reojo y no me tenía confianza porque era nuevo en la oficina. Ella es psicóloga, no trabaja directamente ahí pero casi diario va. Poco a poco me empezó a saludar de palabra, hasta que un día nos tocó fumar un cigarrillo solos y parece que ahí conectamos. Verán, ella tiene 50 años, aunque se nota un poco envejecida pero es de muy buen parecido, muy guapa y se mantiene joven, se le notan unos 40 años. Tiene un espíritu totalmente jóven, por eso me agradó y animado, por eso me agradó. Es una mujer inteligente como pocas, experimentada y algo culta... son características que aprecio en una mujer. Tal vez por eso me gustan más grandes que yo. He conocido a muchas mujeres de mi edad con las que había convivido y en serio que nadie era como está. Por eso me encanta a pesar de su edad. Es como un diamante entre piezas de carbón.
El problema es, como dije arriba, tiene a su esposo, que por trabajo sólo vé una vez a la semana. Tiene creo que tres hijas lindas. Está orgullosa de su familia, los quiere mucho y ha vivido en varios paises con ellos. Ya en esta época a veces sorprende que haya matrimonios tan prosperos.
Lo que se me hace raro es que me quiere.