En mi época universitaria

Cuando empecé la universidad me fui a otra ciudad a vivir, a un piso con 2 compañeros: un chico de mi ciudad y una compañera de clase. Llevábamos una vida bastante loca hasta que nos fuimos centrando, bueno eso ellos que encontraron a sus respectivas parejas, porque yo seguía saliendo toas las noches en busca de diversión, copas y por supuesto buen sexo. Era muy joven y me gustaba provocar, así que cada vez que me ponia cachonda me vestía de la forma mas provocadora posible y salia de marcha. Casi siempre encontraba buenos amantes, pero hubo una temporada que se me resistían.
Una noche llegué a casa con un calentón impresionante y sin nadie que me sofocase. Estaba Edu, mi compañero de piso, con su novía viendo la tele, no era un plan muy animado, pero antes que meterme en mi cuarto me quedé charlando con ellos. Nos preparamos unas copas y estuvimos charlando un buen rato. Al principio la conversación era bastante absurda, pero a medida que avanzaba iba subiendo de tono, hablando se sexo, sobre gustos, posturas, fantasías cuando me di cuenta que me estaba excitando, decidí irme a mi habitación, pues otro calentón no iba a aguantar esa noche en la que no había encontrado a ningun chico que me satisficiera. Me estaba desnudando para meterme en la cama cuando entró Amanda, la novia de Edu, y me preguntó que porque me habia ido. Le dije que estaba muy cansada y que iba a dormir. Miró mi cuerpo desnudo y me hizo una caricia en la cara. Se sentó en mi cama y me dijo que le gustaría pasar un rato conmigo. La miré con cara extrañada, pensando en que su novio estaba en el salón, pero la idea me pareció divertida. Se acercó a mi y me comenzó a besar el cuello. Continuo subiendo hasta la oreja, donde en un susurro me dijo que tenia muchas ganas de acostarse conmigo. Yo cada vez me iba excitando mas y mas, así que decidí quitarme la poca ropa que me quedaba. Cuando ya solo me quedaba el sujetador y el tanga, me propone invitar a Edu a la fiesta. En ese momento mi sorpresa fue enorme: me estaba proponiendo hacer un trío, y la idea me volvió loca.
Le llamamos, y él por supuesto aceptó la invitación sin dudarlo, y en cuestión de segundos estábamos los tres deshaciendo mi cama. Yo nunca había estado con una mujer, pero cuando empezó a tocarme y besarme, mi cuerpo se entregó a esa nueva experiencia. Edu nos miraba excitado, acariciandose suavemente el pene, mientras Amanda y yo nos besabamos de una forma salvaje. Ella metió sus manos en mi sujetador y comenzó a apretarme las tetas, después a besarmelas y a comerselas, mojandomelas con su lengua, y haciendo que mis pezones se pusieran tensos. Una frente a otra, nos olvidamos por completo de Edu, recorrí su espalda con mi mano, hasta llegar a su firme culo. Continue siguiendo la tira de su tanga, hasta notar la tela humeda, su ... estaba mojado y mis dedos se escurrieron por los labios y por su clítoris, y comenzaron a jugar con él. Noté que le gustaba y empezó a hacerme lo mismos a mi. Estabamos descubriendo nuestros cuerpos y teniamos ganas de experimentar cosas nuevas. Ninguna de las dos habiamops tenido relaciones lesbicas anteriormente, y descubrimos que nos encantaban. Me incorporé y la tumbé el la cama, habriendole suavemente las piernas para tumbarme sobre ella. Le besé todo el cuerpo, parandome un buen rato en sus tetas. Que sensación mas rica comer esas enormes tetas, de chupar esos pezones rosados poco a poco comencé a recorrer con mi boca su abdomen, su ombligo y llegué a un pubis totalmente rasurado, suave, que era la antesala de un excitado clítoris que estaba esperando que mi lengua jugara con él. Noté como su cuerop se estremecía y ella misma se iba tocando las tetas. Yo, a cuatro patas sobre mi cama, noté como dominaba su cuerpo, marcandole el ritmo que me apetecía en cada momento, mientras metía mi lengua en su humeda vagina.
En ese momento, Edu, que habia permanecido como un mero espectador en segundo plano, se acercó a mi por detrás y empezó a acariciarme las nalgas, la espalda, a besarme el cuello, y en un momento dado, me penetró por detrás, haciendo que mi cuerpo sintiese una ola de placer extremo. Mientras le comía el ... a su novia, él me estaba follando con una enorme ... gorda y dura que me daba fuertes embestidas. Tomó las riendas de la situación. Se tumbó en la cama y me puso encima suyo para que le cabalgase, y le pidió a Amanda que se pusiera detrás mia y me acariciase las tetas, y me besara el cuello nos iba indicando lo que debiamos hacer.
Era la ... mas grande que habá visto en mi vida, se lo dije y debió de encantarle porque me pidio que se la comiera si era capaz, que me la metiera entera en la boca, que fuese lo mas guarra posible. Obedecí de buena gana y abracé con mi boca su enorme verga, me la metí todo lo que pude y empecé a succionar con ganas y a notar como me rozaba la garganta, mientras le miraba con ojos de viviosa. Tenía unas ganas locas de que me llenase con su seman, de saborearlo pero me apetecía tambien que me la metiese por todos los lados posibles.
Amanda decidió darme placer y empezó a jugar con mi clítoris, acariciandolo con sus dedos y después con su lengua, recorriendo una y otra vez la linea que va de mi clítoris a mi culito, mientras apretaba con sus manos mis nalgas y me las golpeaba suavemente. Creia que me iba a desmayar de tanto placer como sentía, mi cuerpo entero vivraba y mi ... estaba tan mojado que rebalaba. Amanda utilizó mi flujo como lubricante y fue metiendome uno, dos y hasta tres dedos en mi culito, mientras la otra mano le ocupaba en mi excitado ...
Creía que ya no podíamos aguantar mucho mas cuando Edu me dijo que se queria correr dentro de mi. Mi cuerpo estaba abandonado al placer, le dejé que hiciera conmigo lo que le apeteciese, así que nuevamente me penetró mientras Amanda se masturbaba mientras nos miraba. Edu se sentó en el borde de la cama y me puso encima de frente a él, de forma que la penetración era total, me agarró las caderas marcandome el ritmo mientras mordisqueaba mis pezones. Me apretaba fuerte con sus brazos y hacia que su ... me abriese por dentro como nadie lo habia hecho antes. Le insistí en que mi cuerpo ya no resistia mas, estaba tan agotada por el placer siguió penetrandome mientras me metía un dedo en lo mas profundo de mi culo. Tuve un orgasmo brutal, una corrida fantastica acompañado de unos gritos imposibles de callar. Mi cuerpo vibró durante varios minutos. Después se fue hacia Amanda, y le hizo correrse en poco tiempo. Nos pidió un ultimo favor, que nos besaramos para él, y mientras lo haciamos, él se masturbaba. Cuando estuva a punto de llegar al climax, me pidió una ultima chupadita a su verga, que volví a meterme en la boca y donde recibí una enorme corrida, que tambien recorrió parte de mi cara y de mis tetas
Esta fue la primera de muchas largas noches de sexo compartido en mi epoca universitaria.