Era Lunes por la tarde, y estaba saliendo de las clases de la universidad. Llegué a mi habitación apresurada, ya que tenía un sin fin de cosas que hacer. Me sorprendí al ver a mi novio allí, en mi cama en una postura sexy.
-- Ven aquí -- me dijo.
Me acerqué después dejar el material escolar en la mesa. Él me escaneó con la mirada, deteniéndose en mi hermoso busto.
-- Me encanta cuando llevas es camisa de estilo colegiala, te hace aparentar inocente cuando hay una tigresa escondida. -- Esas palabras hicieron mojarme. Sólo esas malditas palabras. Me acerque cautelosamente a dónde estaba y me empecé a mover y a restregar mi cuerpo con el suyo. Él enseguida reaccionó, pues me cogió y me empezó a manosear las tetas. Enseguida estuve completamente encima de él.
-- Fóllame. -- logré decir.
Como respuestas me desabrochó los botosnesde la camisa liberando a mis niñas. Me miró con lujuría mientras yo le desabrochaba los pantalones. Su cara se hundió en mis pechos. Primero, mordió y lamió mi pezón izquierdo, haciéndome arquear mi espalda y gemir su nombre. Empezó a trazar círculos con la lengua sobre mis tetas, cosa que hizo que me volviese loca. Me moví de arriba abajo, notándo como si miembro crecía con más intensidad y se estampaba contra mi culo.
-- Libérala -- susurró en un momento dado para a continuación morderme mi lóbulo izquierdo. Mientras me pellizcaba los pezones poniéndolos de nuevo duros, le quité totalmente el pantalón, teniendo en vista una tienda de campaña. Le empecé a manosear por encima, sin quitarle el bóxer, haciéndole gemir contra mis tetas.
-- Ahhhh, quítalo ya. -- Sonreí por el resultado de mis acciones. Por fin, le arranqué literalmente el bóxer, liberando aquel gigante pene. En un abrir y cerrar de ojos, mi novio ya se había adelantado a quitarme la falda y arrancarme el tanga.
Comencé a deslizarme de arriba a bajo, deslizando su erecto pene contra mi vagina, mientras él me besa apasionadamente y apretujaba mis tetas haciéndome mojar aún más.
-- Hazlo ya. -- masculló.
Antes sus palabras me senté a orcajadas de él y situé mi vagina para que me penetrase. De una vez, deje que mi sexo se hundiese en el suyo. Cabalgué salvajemente, cosa que hizo que mis pechos botasen y llevé mis dedos a mi clitoris para flotarlos. Mi novio, mientras, le dióouna cachetada a mi pomposo culo y yo me incliné para que siguiera saboreando mi busto. Metía y sacaba, cada vez con más velocidad. Gemíamos al unísono, mi vágina cada vez estaba más resbaladiza y sentía como el placer se hacía más presente.
-- Ah, sí, ahhh, ahhh sigue así nena
-- Sí síiiiiiiii
Froté mi clitoris mas freneticamente, mientras él agarraba mis cachetes. Mis tetas seguían rebotando y yo tenía una cara de pervertida que no veaís. Sentía como el momento iba a llegar.
-- Mee... voy... a correr...
Su pene entraba y salía más rápido aún y yo cabalgaba como si la vida dependiese de eso.
-- Eres una ... guarra... Ahhhhh ahhhhhhhh
Aquello fue lo que colmó el vaso. Sentí como mis piernas empezaron a temblar y un inmenos placer inundaba mi cuerpo.
- AHHHHHHHH DIOSSS SIIIIII.
El cuerpo de mi novio también se tensó y un líquido recorrió mi zona íntima. Mi vagina palpitaba fuertemente. Le di un beso apasionado antes de echarme a un lado.
