Lo de El secreto merece contarse, para que deje de serlo
. Es un libro de Rhonda Byrne, quien dice haber realizado su viaje de autodescubrimiento hacia la felicidad.
Un bluf, con el que le ha calentado la cabeza a un montón de gente y se ha forrado. Rhonda reúne a escritores, productores de cine, diseñadores y ministros de la Iglesia para especular con el santo grial de vivir contento y tranquilo.
La suma de tópicos abruma. Primero hablan ellos, y luego la suma sacerdotisa Rhonda nos desvela la tabla mágica, con la que millones de personas han cambiado su vida.
Los mandamientos que salvarán su existencia son de catecismo. Dice: llena los espacios en blanco de la pizarra de tu vida solo con los empeños que te dan felicidad. Que te hacen sentir bien.
Tremenda fórmula secreta. Es una pena que la mayoría seamos personas normales que estamos obligados a trabajar para ganarnos la vida. Dice Rhonda que haciendo solo lo que nos hace felices irradiaremos luz y, desde ese momento, ya solo nos sucederán cosas maravillosas. Lo bueno tira de lo bueno, etcétera.
Genial hasta que vas al médico y te dicen que tienes cáncer. Genial hasta que vas al trabajo y te dicen que te han despedido. Genial hasta que vuelves a casa y tu pareja se ha marchado. Genial hasta que te enteras de que tu hijo está enfermo y lo único que puedes hacer es darle la mano y que no te vea llorar. El secreto , otro cuento para inocentes en el mercado.