El jardinero
Rabindranath Tagore
El jardinero
Querría decirte las palabras
Querría decirte las palabras más hondas que
te tengo que decir; pero no me atrevo,
no vayas tú a reírte.
Por eso me río de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto. Sí, me estoy burlando de
mi dolor, para que no te burles tú.
Querría decirte las palabras más verdaderas que te tengo que decir; pero no me atrevo,
no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentira, y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Sí, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.
Querría decirte las palabras más
ricas que guardo para ti; pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas.
Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadia. Sí, te maltrato, de miedo que no comprendas mi dolor.
Querría sentarme silencioso al lado tuyo; pero no me atrevo, no se me vaya a salir el corazón por la boca. Por eso charlo y disparato y me escondo el corazón tras de mis palabras. Le pego a mi pena rudamente, no vayas a pegarle tú.
Querría irme de tu lado; pero no me atrevo, no vayas a conocer mi cobardía.
Por eso llevo alta mi cabeza y paso como distraído junto a ti que con el rayo constante de tus ojos renuevas siempre mi dolor.
¡Vayan con Dios mis escrúpulos malsanos! ¡Pierdo yo, sin esperanza, mi camino! ¡Que el viento salvaje del desvarío me rompa mis amarras!... Juntos, laboriosos, útiles y listos llenan el mundo.
Unos llegan fácilmente a lo primero, y otros, con todo decoro, a lo segundo... ¡Felices ellos, y que la vida les sea próspera! ¡Yo prefiero ser vanamente insensato, pues que todo trabajo termina para el que bebe y se hace un perdido!
Lo juro; renuncio desde hoy todo derecho a la dignidad. ¡Adiós a mi sabiduría vanidosa, a mi concepto del bien y del mal! ¡Al suelo la urna del recuerdo; que se derrame hasta su última lágrima!
La espuma del vino más rojo -¡moras, fresas, grosellas, granadas!- bañará mi risa y le dará alegría. Pisotearé con saña la insignia cortés y severa. ¡Hago voto solemne de ser inútil, de beber, de hacerme un perdido!
Rabindranath Tagore
Ver también
Sin comentarios
No puedo.
Muy bello
Que bello.
Señores y señoras dedicatoria especial
He venido a ti
~ Rabindranath Tagore ~
He venido a ti
para que me toques antes de comenzar el día.
Descansa tus ojos en los míos.
Deja que lleve a mi trabajo la seguridad de tu compañía.
Llena mi mente con tu música
para poder atravesar el desierto del ruido.
Haz que el rayo de tu amor bese las costumbres de mi pensamiento
y recorra lentamente el valle de mi vida
donde madura la cosecha.
Quédate ante mis ojos y deja que tu mirada
ponga fuego en mis canciones.
Quédate entre tus estrellas
para que yo pueda encender en sus luces
la llama de mi adoración.
La tierra espera a la vera del camino del mundo.
Quédate sobre el manto verde
que ha desplegado a tu paso.
Déjame sentir en sus pastos y en sus flores silvestres
la intensidad de mi propio saludo.
Quédate en mi noche solitaria,
en la soledad de mi corazón.
Llena su copa y déjame sentir lo infinito de tu amor.
Deja que tu amor juegue con mi voz
y descanse en mi silencio.
Deja que tu amor brille como las estrellas
en la oscuridad de mi sueño
e ilumine mi despertar.
Déjalo que arda en las llamas de mi deseo,
y que corra en el torrente de mi propio amor.
Déjame llevar tu amor en mi vida
como lo hace el arpa con su música
y al final...
déjame que te lo devuelva con mi vida"
Señores y señoras dedicatoria especial
He venido a ti
~ Rabindranath Tagore ~
He venido a ti
para que me toques antes de comenzar el día.
Descansa tus ojos en los míos.
Deja que lleve a mi trabajo la seguridad de tu compañía.
Llena mi mente con tu música
para poder atravesar el desierto del ruido.
Haz que el rayo de tu amor bese las costumbres de mi pensamiento
y recorra lentamente el valle de mi vida
donde madura la cosecha.
Quédate ante mis ojos y deja que tu mirada
ponga fuego en mis canciones.
Quédate entre tus estrellas
para que yo pueda encender en sus luces
la llama de mi adoración.
La tierra espera a la vera del camino del mundo.
Quédate sobre el manto verde
que ha desplegado a tu paso.
Déjame sentir en sus pastos y en sus flores silvestres
la intensidad de mi propio saludo.
Quédate en mi noche solitaria,
en la soledad de mi corazón.
Llena su copa y déjame sentir lo infinito de tu amor.
Deja que tu amor juegue con mi voz
y descanse en mi silencio.
Deja que tu amor brille como las estrellas
en la oscuridad de mi sueño
e ilumine mi despertar.
Déjalo que arda en las llamas de mi deseo,
y que corra en el torrente de mi propio amor.
Déjame llevar tu amor en mi vida
como lo hace el arpa con su música
y al final...
déjame que te lo devuelva con mi vida"
Ahhhhh
Si sigues escribiendo esas cosas, me voy a derretir
Se quedan
tambien inutiles, las palabras no dichas...bebamos en silencio...inutiles, por haber perdido la esperanza...quien puede decir, que alguna vez, no termino siendo un perdido... sin animo de encontrarse.
Yo
tambien cachorrito !!!! ayyy que tierno!