El autobus nos dejó parte2.

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Después de percatarnos de que el autobús nos había dejado, tomamos quizás la peor desición; regresar a matamoros en taxi.
Primero, para encontrar uno fue bastante difícil, y cuando lo encontramos, nos cobró una cantidad estratosférica por llevarnos de vuelta a la ciudad.
Sin cosas, ni nada, volvimos en el taxi por mas de seis horas, y cuando finalmente llegamos, marcamos a la estación de autobús para que nos regresaran nuestras cosas.
Yo seguía teniendo algunas dudas; ¿Por que el segúa buscandome? no era como los otros hombres, que solo buscaban un acoston y ya, no, el era distinto, claro que me encantaba, me excitaba verlo de perfil y además era encantador, tan caballeroso y apasionado...
Mientras nos regresaban nuestras cosas, me invitó a pasar la tarde en su departamento, en lugar de dejarme sola y ya.
Era su departamento acogedor, cálido, a pesar de que hacía un poco de frío y parecía que iba a llover, tenía muy buen gusto como decorador.
Un momento después estabamos sentados, charlando siobre nuestras vidas.
Supe entonces que se llamaba Nestor, estaba terminando su doctorado en neurocirugía, y viajaba contínuamente por todo el país para hacer estudios, en especial con hongos alucinógenos y esas cosas.
Le conté sobre mi vida, sobre mis aspiraciones de ser corresponsal de guerra, y le causó algo de risa.
-¿Por que te ríes?
-Es que...si tu te vas, me quedaría solo.
Me quedé de una pieza; ¿Como podía alguien hablar así de alguien a quien había conocido hace algunas horas, con quien había hecho el amor?
Después de charlar un rato, caímos en la cuenta de que queríamos estar juntos otra vez, de que queríamos hacer el amor de nuevo.
yo estaba sentada, y el se colocó detras de mi, y me besó el cuello, ¿Comopodía pensar en eso?
Pero de pronto me di cuenta de que sus manos tenían algo especial...me recorrían los brazos despacio, por el vientre, sus dedos eran delicados, suaves, tibios...era un placer intenso.
solo me dedique a disfrutarlo, a saborear aquella embriagadora sensación de sus labios en mi oreja, en mi cuello...era lo mejor.
entonces se dió la vuelta para sentarse junto a mi en el sofá, nos besamos tímidamente, pues ahora nos conocíamos mejor que antes.
tomó un mechón de mi pelo entre sus dedos, y me besaba el rostro.
de pronto, una ola de pasión se apoderó de ambos, y el me tomó los pechos sin dudar un minuto mas.
ahora el estaba sumamente excitado, pues me acariciaba con mucha parsimonía, sus dedos acariciaban mis pezones, que se erguían cada vez mas con el contacto de sus llemas...era lo mas delicioso del mundo.
poco a poco, levantó mi blusa, y quitó mi brasier mientras me recostaba en el sillón, mientras se echaba sobre mi para besarme los pechos...
el roce con su lengua era lo mas delicioso, lo mejor, succionaba despacio mis senos mientras su pene estaba cada vez mas erguido.
se quitó el pantalón, y sentí su ereccin al fresco, me rozaba las piernas, mientras me quitaba el pantalón para sentirme el cuerpo, y no dejaba de rozarme los senos con sus magníficos dedos de cirujano.
Despacio, me besó el vientre, el ombligo, y un poco mas abajo para volver a subir una vez mas...aun no podía creer que fuera posible tener todo a la vez.
El soltaba algunos gemidos mientras me acariciaba las piernas, las entrepiernas y los muslos.
tomó su pene entre sus manos y comenzó a recorrerlo por todo mi cuerpo, por mis piernas, por mi vientre y mis senos también, hasta que creyó no poder mas.
Ahora me tocaba a mi.
Despacio, tomé su pene en mi mano, lo presioné y lo jalé de arriba hacia abajo mientras el gemía de placer.
-No te detengas, por favor...- me suplicaba- ah.....
Entonces se sentó en el sillón y me sente sobre el, mientras acariciaba mis piernas y mis senos una vez mas, teniéndolos a unos centímetros de su rostro, frotándolos contra su rostro, entonces me asió hacia el, tomándome de las caderas hacia si mismo, empujándome mientras su pene comenzaba a entrar en mi.
Primero despacio, suavemente, lo vi; no era ni pequeño ni grande, entonces bajé mi cara hasta sus pezones y los presioné un poco, mientras el tocaba mi vagina mientras me penetraba, jugaba con mis labios, los rozaba con sus dedos, mientras yo me moría de placer.
Entonces metió todo su pene y sentí una carga de placer tan intensa que creí que iba a morirme, yo solo gemía de placer, subió su mano y jugó con mi... mientras yo le mordía el cuello y le calentaba con mi aliento.
Ambos bajamos la mirada y vimos justo el momento en que ocurría la penetración, lo cual nos excitó aún mas.
despacio, comenzó a besarme los pechos una vez mas, mientras jugaba con la base de su pene, jalándola una y otra vez hasta que lo tuve todo dentro de mi.
entonces el me atrajo hacia sí y me recostó mientras me penetraba un poco mas.
bajé mi mano y acaricié sus kiwis, que se sentían rugosos pero suaves a la vez, cálidos, comencé a frotarlos y el soltó un gran suspiro.


Cuando quiso eyacular, me abrazó con muchísima fuerza, casi arañándome, jadeando, yo también lo estaba.
estábamos cubiertos de sudor, jadeando.
-Regálame uno como los de hace un rato- le rogué.
No dijo nada mas y lo hizo.
Fue maravilloso.
Mientras el terminaba con su orgasmo, yo comenzaba uno nuevo, y cuando yo terminaba, el empezaba con otro.
Perdí la cuenta de cuantos fueron, pero fue una gran noche.

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Dormimos toda la noche, pues pensábamos regresar a la ciudad...juntos.
Cuando despertamos, nos quedamos en el sillón, abrazados el uno al otro, mirándonos a los ojos.
Eso no era amor, pero corría el riesgo de serlo.
-¿Por que estas conmigo?- le pregunté- ¿Por que no eres como los demás?
El tomó un cigarro de un cajón aledaño y comenzó a prenderlo.
-Estoy buscando una esposa.
-¿Como?
-Si.
Sacó del cajón una fotografía; eran cinco chicas, todas ellas muy guapas con vestidos elegantes y me la mostró.
-¿Es una reunion de tus ex novias?- le pregunté.
-No- respondió- Mi padre tiene algunos negocios con el padre de esas chicas. Todas son hermanas. Me envió la fotografía para que la estudiara y viera con cual de todas ellas me casaría.
-¿Y con cual de ellas vas a casarte?- le pregunté.
-Contigo.
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Continuara...