Decepción por la falta de deseo de mi esposa

Buen día a todos y a todas.

Les comento que llevo tiempo leyendo el foro y es la primera vez que escribo.

Les cuento mi historia: soy un hombre casado, llevo una relación de 8 años entre noviazgo y matrimonio con mi mujer, ella es una mujer muy hermosa y nos llevamos muy bien, el problema es en la parte sexual, la cual casi ha desaparecido, el problema comenzó hace aproximadamente 4 años, yo soy atento, romántico, cariñoso, detallista, la ayudo en lo que yo puedo, fuera de lo sexual las cosas están bien, pero siento que estamos en canales diferentes, esto me tiene muy frustrado y me hace pensar muchas cosas: que se ha convertido en una mujer asexual, falta de atracción y deseo hacia mí, otra relación, estrés, cansancio, en fin es una situación que me ha afectado mucho.
Lo raro de esto es que hace algunas semanas tuve un sueño muy extraño (les comento que rara vez recuerdo mis sueños) pero este lo recuerdo completamente y puedo decir que ha definido mi situación actual.
Les cuento mi sueño para que me digan si lo han interpretado igual que yo.
  En mi sueño, yo aparezco en un restaurante muy bonito, ordenado y agradable, es el único restaurante al que he acudido en años y parece que solo fuera para mí, ya que no hay más clientes que yo, la camarera es muy amable y atenta, yo siempre solicito el bistec que sirven en este restaurante, cuando lo sirven este se ve delicioso, jugoso, muy apetecible y presentable, se me antoja tanto, pero a la hora que intento comerlo con el cuchillo y el tenedor, este se vuelve duro, insípido, pierdo su color y olor característico, por lo que siempre termino por comer la lechuga de la ensalada, en ocasiones solo he podido comer un poco de bistec y nunca termino satisfecho, un tiempo me resigno solo a comer la lechuga de la ensalada, pero con el paso del tiempo pensé, porque me tratan de esta manera en este lugar, si durante años he sido el único cliente, siempre he sido muy atento y cortés, dejo muy buenas propinas y en ocasiones traigo presentes para con la camarera y la chef, pienso, estarán aburridos de mí, tienen algún otro cliente, anteriormente la comida era deliciosa y disfrutaba hasta el úl!@#*! bocado, porque el cambio?.
Me decido y voy a la cocina a hablar con la chef y le pido una explicación de la situación, está muy apenada se disculpa y me dice que está muy estresada, que llega cansada de su otro trabajo, que las cosas cambiaran y me prepara la comida como antes me gustaba, incluso me menciono algo que me dejo sorprendido, me dijo que se sentía muy presionada y que era libre de buscar otro lugar donde comer mientras clarificaba sus ideas.
Yo salgo disgustado del restaurante, la camarera me toma del brazo y me dice que no me aleje de ellos, que disfrutaban mucho mi compañía, que disculpara a la chef, qué las cosas cambiaran y yo le contesto que el tiempo lo dirá y me despido.
Tanto tiempo de quedarme con hambre y no poder saciarla que me empiezo a fijar en otros sitios para comer, que se ve muy antojable su menú, hasta que por fin me decido y entro a un nuevo restaurante, al principio tenía desconfianza y miedo por lo desconocido, ya que yo estaba acostumbrado a mi viejo restaurante, llego y el lugar muy bonito, el servicio excelente, pido un bistec, este se ve jugoso, apetecible y al momento de que decido comérmelo, o sorpresa, este no pierde su estado, es delicioso, un éxtasis, algo que hacía mucho tiempo no probaba, me quedo completamente satisfecho, lo único que n o me comí fue la lechuga, jaja ya estaba cansado de esta.
En ocasiones volvía a mi viejo restaurante pero las cosas seguían igual, hasta que un día la carne resulto comestible, pero hice lo que nunca había hecho, la rechace y le dije a la camarera que solo me tomaría un vaso con agua, debo decir que había venido completamente saciado de una variedad de platillos del nuevo restaurante, la camarera se sorprendió y corriendo fue a avisarle a la chef, esta me pregunto qué, que me sucedía y yo simplemente le conteste que no tenía hambre.
 
En ocasiones si comía en el viejo restaurante, pero en mi mente solo estaban los exquisitos sabores del nuevo, yo solo quería terminar y salir corriendo a este.
Con el tiempo empecé a pensar que ya no podía seguir mendigando por una buena comida en el viejo restaurante y en definitiva quedarme con el nuevo, cuando de repente suena la alarma para levantarme e irme a trabajar.

Y aquí estoy pensando que hacer con esta situación.

Gracias por leerme.

Saludos.