De pequeña, se puede decir que estaba siempre en casa de mi abuela, porque mis padres trabajaban todo el día y mi abuela nos cuidaba a mi hermano menor y a mi. Cómo vivo en un pueblo, antes era salir del colegio y a la calle a jugar con los amigos de la calle, no era como ahora que los niños no salen.
Pues bueno, como mi abuela no sabe leer, no podía ayudarme con los deberes y un vecino, que iba al instituto, le dijo a mi abuela que él podía ayudarme, que me fuera a su casa con lo que tuviera que hacer.
Los primeros días muy bien, todo normal, se lo dije a una amiga y también se venía para que nos ayudara (tendríamos 7 u 8 años). Pues todo empezó porque él me dijo un día, que me sentara en sus piernas y así podría ir viendo lo que yo hacía, yo no lo vi raro, confiaba en él, me ayudaba con mis deberes... Me senté en su piernas y me dijo: "Qué bien que escribes... te voy a hacer un masaje como premio..." Empezó a tocarme en mis partes intimas por debajo de las bragas y a apretarme contra él. No le dí mucha importancia, no se, pensaba que no me hacía nada malo, pero le dije que no me gustaba el masaje, que mejor en la espalda (yo y mi inocencia...). Entonces me dejó a mi y continuó con mi amiga. Esto se repitió muchas veces, hasta que un día, le dije a mi madre: Mamá "Paco" me da masajes en el chichi porque hago los deberes muy bien y a "Inés" también!!
Ahí se acabo todo. Después con los años, comentándolo con mi amiga, pensamos lo tontísimas que éramos, de darle importancia, es que para nada pensamos que eso era malo y ahora me da rabia, mucha rabia. Hace años que no vemos al chico en cuestión, se casó y se fue fuera, tiene hijos. No quiero pensar que a sus hijos les haga esto... Pero si me lo encontrara por la calle, se lo recordaría, por lo menos para que se avergüence.