Ella tenia un novio que no la satisfacía. Ella tenia un marido que era un canalla en la vida y un dios en la cama. Ahora que se había divorciado de el seguía viéndolo para tener sexo. Aquella noche su ex la llamó como tantas veces y ella le dijo que estaba sola. No era verdad. Las dos hijas pequeñas de ambos estaban en casa ya dormidas. El corrió a su encuentro. Ella lo esperaba ansiosa en el salon. Nada mas verse se besaron hasta que sus lenguas casi tocaron sus gargantas. Ella se tendió en la alfombra y el le desabrocho la blusa que era la única prenda que llevaba puesta, le besó los pechos y mordió sus pezones erectos, luego siguió besando hasta el último rincón de su vibrante cuerpo que se estremecía y contoneaba como una hoja. Ella a su vez le acariciaba el pecho, el vientre, la cara, y gemía suavemente como una gatita. Entonces el bajó la cabeza y empezó a besar y lamer su vagina, mientras tocaba su clítoris. Ella se humedeció y el chupó el liquido e introdujo primero sus dedos y luego su lengua hasta el fondo mientras ella suspiraba y jadeaba de placer y apretaba la cabeza de el contra sí. Después de unos 10 minutos disfrutando, ella le dijo: Ahora me toca a mi. Entonces se agacho sobre el y le acabo de desnudar, cogio el pene con sus manos como quien coge un cachorrito y lo acaricio, beso y chupo el pene y los testículos. Después lo introdujo en su boca cada vez mas adentro y mas erecto arriba y abajo hasta el fondo mientras le daba mordiscos y lametones suaves y asi siguió un rato dándole a el placer. Despues le dijo quiero cabalgarte y que me penetres. Se sentó sobre el a horcajadas, cogió su pene pletóricamente duro y lo metió en su vagina arriba y abajo, delante y atrás, luego con pequeños círculos que se volvían mas grandes por los movimientos del pene entrando poco a poco y luego rápido hasta el fondo, el susurraba complacido y cada vez mas excitado mientras apretaba los glúteos y los senos de ella que le guiaba para que siguiera mas fuerte hasta alcanzar ambos un ritmo frenético y lanzar un grito ahogado de dolor-placer que culminó en un grandioso orgasmo. Ambos quedaron abrazados deleitándose, Entonces ella se sentó en una silla y se abrió de piernas, echo su cuerpo para atrás y al mismo tiempo el se acerco y agachó hasta quedar envuelto por las piernas de ella y esta vez el marcó el ritmo con movimientos firmes de cimbreo martilleante apretando el cuerpo de ella contra sí y exprimiéndole los pechos, mientras le introducía el pene en la vagina vigorosamente una y otra vez hasta explotar de nuevo en un gran orgasmo. Pronto notaron que se acercaba el momento de que el semen brotara inconteniblemente y ella le dijo ahora por detrás. El lo estaba deseando. Ambos se tumbaron en el sofá hacia el mismo lado. La espalda de ella contra el pecho de el. La dilató con el dedo lubricado y mientras le metia otro dedo en el clítoris le penetró el pene en su ano lentamente primero y luego en vaivén cada vez mas profundo y palpitante hasta que ambos sintieron que el esperma se desbordaba dentro de ella como un manantial. Entonces el se retiró, se limpiaron y ambos quedaron dormidos abrazados. Hasta la mañana siguiente que continuaron en la cocina, pues el novio de ella no volvía de viaje hasta la tarde y sus hijas seguían dormidas. Pero esa es otra historia.
