¿para qué seguirte amargando?
No tienes remedio...
La escena que describiste no era propia de alguien nervioso sino de una persona egoísta que, para mayor gloria, todavía se permitió comentarte después vuestro encuentro como si hubiera sido satisfactorio para ambos.
¿Se acordó de que tú también necesitas satisfacer tu deseo?
Menos mal que es timido...
Tras leer tus aventuras y sobre todo la descripción de vuestro encontronazo sexual (que me procuro una dosis de sonrisas) parece que estés predestinada a comerte marrones si no aprendes de las experiencias.
A este chico no le pasa nada que no sea que debe ver las relaciones con él como epicentro y que, en cuanto alguien le hace ver la realidad, deja de interesarle. Olvida comparar el comportamiento virtual del real, difícilmente van a ser iguales.