Continuar o parar?

Es la primera vez que comparto mi sentir porque nisiquiera siento la confianza de contarlo con mis màs cercanos. Conocì a mi esposo hace màs de 8 años, llevamos 5 de casados y ha sido lo màs maravilloso pero tambièn lo màs espantoso que me ha pasado pues me ha hecho crecer, darme cuenta de que soy dèbil y fuerte a la vez. 
Desde que iniciamos nuestra relaciòn sentì que encajabamos muy bien al grado de que antes de casarnos me enterè que estabamos esperando un bebè el cuàl por cuestiones personales no pude tener, las circunstancias parecìan estar en nuestra contra (sè que definitivamente nuestra situaciòn actual no serìa la que ahora tenemos, una situaciòn prometedora en lo econòmico y en lo laboral).
Llegò nuestra boda y con ello muchos cambios, casa nueva, viajes, cursos, ascensos laborales, estrenar el auto con el que habìa soñado desde niña; parecìa que nuestra suerte cambiaba, quizàs sòlo nos hacìa falta un pequeñito para enternecer màs nuestro hogar.
En nuestro segundo año las cosas cambiaron, nos dieron la noticia de que en nuestro trabajo (trabajabamos juntos) cerrarìa y con ello vendrìa el despido de todos. Primero salì yo, pero siempre tuve en mente que querìa emprender y decidì que iniciar con una florerìa serìa un reto que estarìa lleno de alegrìas y solvencias econòmicas, evidentemente los primeros meses fueron como ir subiendo una montaña rusa (un miedo horrible), cabe señalar que mi esposo apoyaba mis ideas y el negocio le agradaba. Los siguientes meses el negocio exigìa cada vez màs y no lograba darle el ancho, jamàs pensè que un talento natural estaba en mì y la demanda de trabajo era alta, sin duda era muy feliz. En el mes que deciden correr a mi esposo de su trabajo yo ya le esperaba en la florerìa, juntos eramos invencibles o por lo menos asì lo veìa yo, un negocio que exigìa mucho tiempo, organizaciòn y detalle.
Para mediados de año empezaba a notar raro a mi esposo, algo sucedìa y evidentemente querìa saber. Le preguntaba pero me indicaba que todo bien, pero decidì desconfiar y eso me llevò a descubrir una segunda vida en la cual no estaba yo. El hombre con el cual yo dormìa y vivìa mi vida corrìa a los brazos de su ex con la cual me engañò. Cuando eramos novios el me platico lo mucho que le hizo sufrir, de su odio y rabia hacia ella y que màgicamente se le habìa desvanecido y olvidado pues me engañaba asì como ella lo hacìa a su vez con su esposo. Para cuando yo me entero mis primeras reacciones fueron de colera, de miedo, impotencia, ira e incluso deseando la muerte de la señora con la que pasaba horas escribiéndole. Lo peor sugiò despuès, cuando llegò a casa muy tarde y descubrì el sabor de la infidelidad en el terreno sexual y fue como una bofetada. Nos separamos, mi vida se deshacía, decidí cerrar el negocio que nos daba de comer, que me llenaba el alma y asì me deshice de cosas que herìan de raìz. Una flama se encendìa en mi ser, me levanté, bajé mucho de peso en poco tiempo, mi familia me pidió acompañarlos en casa pero me resistí para no correr como un niño herido que busca el refugio en su mamá. 
A los meses decidí ver un abogado, pues la decisión por parte de mi esposo era separarnos y le mostré la carta a mi esposo para que la firmara, la guardó y me pidió disculpas. Me veìa distinta, entera y fuerte. Lo demás evidentemente fue perdonar y cerrar mis heridas, escuchar que había dejado de hacer y aprender.
Pasaron 7 meses, continuaba sin trabajo que atender solo estaba en casa, mi rutina era ordenar el desastre normal que se hacía día a día, cuidar de mi cuerpo en la alimentación y ejercicio y meter solicitudes de trabajo que con suerte algun dìa me marcarìan. Llegó marzo y al esperar a que mi esposo se acabara de bañar le llegaron mensajes a su celular y si pasó lo que ustedes se imaginarán, nuevamente me era infiel. Esta vez la otra persona me iba a escuchar, hablè con ella y simplemente le dije, es claro que sabes que está casado y no te importa, pues sabes algo aprovéchalo porque sé que esto te pasará a ti. Decidí acerme a un lado, mi esposo me suplicó buscar ayuda inmediata. 
La ayuda llegó, un especialista en terapia de paraja nos ayudaba, diagnosticaron a mi esposo con TDA, la ansiedad le carcome en todo lo que hace. Por que nunca me daba cuenta?, me lo he preguntado una y otra vez. Toma medicamentos que han mejorado su distracciòn constante, pero en este trance que les he contado hay muchos detalles y cosas que suceden dìa tras dìa. Curiosamente, le gusta ver pornografìa pero casi no tenemos relaciones (este año sòlo hemos estado 2 veces y no sé si eso es normal), se queja de su trabajo en que no tiene tiempo, que no se puede concentrar, pero cuando es la hora de la salida el sigue sin poder parar, cuando comete algùn error me pregunta que si yo no le amo (me suena como un chantaje), casi nunca me ha dado algùn regalo (yo dejè de darle regalos por lo mismo, me quedaba esperando a ser correspondida pero eso no pasaba), se aburre pronto y siempre quiere tener un plan para todo. Muchas veces me he sentido sobrepasada por lo que el quiere y cuando quiero quedarme en cama con él en fachas sin hacer algo (fin de semana) no le agrada mucho la idea.
Hace poco habl`e con `el acerca de tener un bebé, el miedo y alegría que me viene de imaginarlo, alegría por el hecho de tenerle y criarle y el miedo porque hay algo internamente que me hace pensar que un embarazo en mí persona es algo malo (yo estoy trabajando en ello).
Entre más pasa el tiempo, más me pregunto si es la persona con la quiero estar. Sin duda le amo y quisiera tener familia con él, pero todo lo que ha pasado cuando lo recuerdo me duele y quisiera decirle que ya no deseo compartir mi vida de esta forma. Sabe que una mentira/infidelidad más y la relación se deshace, ya vamos casi 1 año de que no ha tenido contato con otras personas. Pero su lejanía por el trabajo y su transtorno del TDA  lo complica todo. 
Gracias por sus comentarios, vendrìa bien escuchar su opinión.

Saludos.