Hace meses la indecisión y la desesperación me trajeron a este foro. Empecé una relación con un hombre casado y que vive en otra ciudad hace ya un año y medio. Antes de ser pareja, eramos amigos y el insistía que no tenía nada con su mujer, que estaba muerto hasta que me conoció, que no quería a su mujer ni se acostaba con ella desde hacía años, que su hijo pequeño nació por error, etc., etc.
A los meses de estar juntos y darme cuenta que la situacion seguia igual le di varios toques, y consecuentemente tuvimos varias crisis terribles, hasta el pasado mes de Agosto, cuando él decidió que lo dejaramos por estar indeciso y angustiado, y por no querer seguir engañando a su familia. Yo no estuve de acuerdo pero me tuve que aguantar.
Después del famoso paréntesis, hemos vuelto a estar juntos ya que se ha separado (esa fue la condición que el mismo se impuso para que nos siguieramos viendo). Los meses de espera fueron un infierno para mí. Viví con una angustia horrorosa. Hoy por hoy, aunque ya no estoy angustiada y me siento mejor, las cosas no han progresado mucho. Vive en un hotel entre semana y en casa de su madre los fines de semana que tiene a sus hijos. Cuando no está con sus hijos viene a verme. No quiere alquilar un apartamento pues dice que no sabe donde quiere vivir todavía (su trabajo está en una ciudad distinta a la que reside). Sistematicamente, despues de cada fin de semana, en el que dice haberlo pasado bien y estar contento, ya sea con sus hijos o conmigo, se deprime, se encierra en si mismo, y cuando me llama me dice que está pensando volver a su casa, que no ha dicho que su marcha es definitiva, que aunque su mujer no le importa nada siente que ahora tiene que elegir entre sus hijos y yo, que echa de menos a sus hijos cada vez más (curiosamente no se acerca a ver nunca a sus hijos entre semana y está a 40 minutos en coche y jamás le he puesto a elegir entre nada. Siempre he querido conocer a sus hijos y estar con ellos). El mensaje que yo recibo es que su mujer le sigue manipulando y que le ha manipulando y chantajeando desde hace años con los hijos, hasta con los horarios, si toca siesta el se tiene que esperar en un bar hasta que terminan la siesta, por ejemplo, así estén los hijos deseando ver a su padre, como estoy segura que lo estarán; O no le dice hasta 1 día antes los planes que tienen los niños para el fin de semana. Además, durante estos ultimos tres meses los niños no han dejado de estar enfermos, la mujer no ha dejado de llamar los fines de semana que el ha estado conmigo, incluso habiendo llamado el para hablar con sus hijos, solo cuenta enfermedades, desgracias, pide favores por estar cansada y liada (desde comprar la comida del perro, que vaya a leerle el estracto del banco que no lo entiende,etc.) y esta última semana parece que han hablado y ella finalmente le ha rogado que vuelva porque sus hijos están destrozados. La reacción de él, además de justificar a la madre de sus hijos, es decirme una vez más que no está seguro de lo nuestro y volver a insistir en que tiene que elegir entre sus hijos y yo.
Cuando nos vemos y estamos juntos todos estos malos rollos parecen esfumarse, estamos felices, y lo pasamos muy bien, nos queremos, hasta hablamos de planes juntos en el futuro. Todas estas discusiones y malos rollos son a distancia, por telefono o email.
Yo estoy tranquila aunque a la expectativa la mayoría del tiempo, ultimamente hasta he encontrado la formula para no discutir y no lo hacemos, incluso para aceptar que es un depresivo y un cobarde, pero veo que el se niega -por orgullo- a ver que está siendo chantajeado por su mujer con los hijos, que parece ser la única "arma" que sìempre le ha dado resultado. En cierta forma siento que el me está chantajeando a mi, y escudándose también detrás de esos pobres niños para no afrontar su fracaso matrimonial, y no hablar claro y raspado con su mujer, y sus padres y hermanos, quienes a todas estas, y despues de un año y medio, siguen sin saber que existo.
Seguramente sea cuestión de tiempo, pero a veces siento que no pinto nada en esta historia, y que vivir aguantando sus depresiones e indecisiones, virtuales o no, es un coñazo. He decidido esperar unos meses y tomar distancia, más mental que física, a ver que pasa.
De todas maneras necesito consejo y hablar con terceras personas. Os lo agradezco. Saludos.
PD. sigo con el porque por supuesto lo quiero muchisimo, y porque al ser una mujer independiente, madura, divorciada y sin hijos, con ganas de seguir progresando y estudiando, con un buen puesto de trabajo que exige muchas horas y esfuerzo, tener una pareja que no viva conmigo es lo que siempre he querido.