En respuesta a tacko_8628942
Has dado en el clavo
Mi mayor miedo es estar tirando por la borda todo por pedir la perfección.Y sí, soy indecisa. Pero es que estando con él, esos puntos que enumero arriba, me hacían sentir mal, es decir, me hacían desconfiar de él.
Pero vamos, que no sé juzgar si son tan graves como para haberle dejado o no...
Además, como él se niega a hablar, o si habla no es sinceramente...
Yo tengo una opinión que aquí casi nadie comparte.
Pero es la mía, y creo que es correcta.
El dejar una relación, sobre todo si hay matrimonio, hijos de por medio, o al menos una convivencia larga, debería de ser la última de las opciones, la que se toma cuando todo es irremediable, cuando no se ve una salida mejor.
Cuando se ha sido generosa, se ha tenido paciencia, se ha hecho autocrítica, se ha intentado el diálogo de todas formas posibles, se ha buscado ayuda exterior,...
Sólo entonces lo dejaría. Sacando fuerzas de flaqueza. Buscando el momento y la forma menos dolorosa. Pero sería para siempre.
Lo contrario me parece una trampa, porque volver después de haberlo dejado tú puede ser peligroso, y después de que te hayan dejado puede ser peor.
Aunque a veces sea una segunda oportunidad, se podría haber hecho lo mismo sin romper la relación.
Siempre se puede hablar. Sólo es cuestión de encontrar la forma, y a veces no somos capaces, y ellos tampoco son muy buenos expresando lo que sienten.
Dale tiempo al tiempo, y déjate llevar por tus sensaciones. Pero antes de tomar ninguna decisión, deja pasar un día y vuelve a planteártelo. Así quizá tengas más posibilidades de hacer lo correcto.
Pero siempre pensando en tí.