¿Con qué me quedo?
Hola a todxs!
Hace unos meses que estoy atravesando por una etapa un poco díficil y, aunque mi entorno me está ayudando mucho, llevaba tiempo queriendo compartir mi historia de otra forma y escuchando más opiniones al respecto. Ojalá podáis aportar para que siga haciendo este pequeño gran cambio que me está costando tanto.
Hace 3 años y medio conocí a mi exnovio, cuando él visitaba a un amigo en Málaga, el cual fue quien nos presentó. Todo fue muy rápido e intenso. En seguida nos gustamos muchísimo y de forma muy natural empezamos una relación a distancia, porque él es de Santander. Por mi parte, empecé a sentir cosas que no había sentido nunca, porque veía en él un hombre perfecto, como si fuera un Dios: era guapo y atractivo, super generoso y amable, líder, muy inteligente y culto, con una muy buena posición social (Farmacéutico con Farmacia propia)... y me obsesioné con todo lo que veía desde fuera mientras a él lo comparaba conmigo. Veía que yo no era lo suficiente: era una chica más normal, de clase media, no tenía nada que ver con él, y aquí empezó mi pequeño infierno personal.
Durante todos estos años sentí una inseguridad que no había sentido en mi vida. Sentía que no era lo suficiente, que alguien así no podía quererme, porque yo no era tan genial y perfecta como yo sí le veía a él. Además, poco antes de conocerme, él había terminado una pseudorelación de 6 años (porque iban y venían) y la chica en concreto era la típica niña pija de buena familia, guapa, con el típico grupo de niñas guapas con los que él se había codeado durante todos esos años. Y de repente llegaba yo, que no tenía nada que ver. Me obsesioné muchísimo y dejé de ser la chica feliz y natural que siempre había sido, porque empecé a odiarme y a menospreciarme.
En realidad, mi exnovio nunca hizo nada por alimentar mis miedos, pero tampoco por apagarlos. Él me decía que yo le gustaba tal y como era, en seguida me presentó a todo su círculo y a su familia, me involucraba mucho en su vida, era él quien me llamaba cada día varias veces por teléfono solo por el hecho de hablar...
Sin embargo, ocurrieron una serie de sucesos que nunca me hicieron creerme que de verdad me quería al 100%: Aún pudiendo vernos únicamente una vez al mes por la distancia, hubo alguna noche que él prefirió irse de fiesta y dejarme sola en casa. Tampoco se involucraba en venir a verme a Málaga y a ver a mi familia de la misma forma que yo me involucraba en ir a verle a él, sino más bien que a él lo que más le interesaba es que yo fuera a verle. También fui descubriendo que tenía dos caras, en concreto cuando estaba con un amigo suyo: cuando estábamos los dos a solas o con otros amigos era dulce, detallista y cariñoso, sin embargo cuando ese amigo estaba se volvía más frío, chulo y pasota. De hecho, este amigo suyo me insultó estando borracho y mi exnovio no fue capaz de decirle nada, y me hundió muchísimo. Cuando murió mi padre, él me regaló un fin de semana juntos en Madrid para hacerme sentir mejor, y en ese tiempo se preocupó más en hacer planes con sus amigos que vivían ahí que en preguntarme qué es lo que yo quería hacer. Y por último, la situación que nunca llegué a superar, fue una noche de fiesta en la que no le reconocí (pensé que hasta se había drogado), porque se puso violento conmigo e incluso me llegó a decir que era normal que me quedase sin amigos.
Esos momentos se fueron dando en diferentes estadios de la relación y a mi me fueron apagando la ilusión poco a poco, volviéndome una persona celosa, tremendamente insegura, infeliz, apagada...pero a la vez, no era capaz de vivir sin él. Estaba totalmente atada a él.
La muerte de esta relación fue lenta y muy agónica. En estos años de relación me encontraba estudiando Magisterio y el eterno dilema era qué iba a hacer cuando acabase la carrera, puesto que él se encontraba a la espera que yo estar libre para que me fuera a vivir con él, porque al tener su negocio propio en Santander era la única forma de estar juntos y vivir como una pareja de verdad.
A lo largo de este último año, él me estuvo preguntando casi cada día qué iba a hacer y si me iba a ir a vivir con él, y yo siempre le esquivaba la respuesta con evasivas, porque en el fondo no me sentía convencida de mis sentimientos ni de los suyos hacia mí tampoco, y esto nos llevó a una espiral de sufrimiento basado en discusiones casi diarias. Según sus amigos, me dijeron que él sufrió muchísimo todo el año, que me echaba mucho de menos, hasta su familia me decía que se notaba lo enamorado que estaba de mí por todo lo que me necesitaba, que estaba triste sin mí y deseando que viviéramos juntos. Pero yo nunca terminaba de creérmelo por todas las vivencias tan negativas y dolorosas que viví con él.
Después de todos esos meses tan horribles e infelices para mí, y una vez graduada, decidí darle una oportunidad a lo nuestro, aunque sin apenas ilusión, y hablamos de vivir juntos en Septiembre, después de las vacaciones. De repente, empecé a notarle frío y distante, y un día me confesó que no estaba ilusionado, que no sentía lo mismo y que quería que lo dejásemos. Yo era incapaz de aceptar esto, y le convencí para irnos juntos de vacaciones con mi familia y darnos esa oportunidad. Recuerdo que él me dijo entre lágrimas que cada vez que me miraba era como si fuera la primera vez. Aunque pensé que todo estaba bien, acabamos discutiendo el último día de las vacaciones, y él se fue con un amigo a pasar unos días.
Días después, me llamó por teléfono para dejarme mientras pasaba con su coche a unos kilómetros de Málaga. Le dije que se acercase a hablar las cosas y todo el rato me decía/ gritaba que no. No le creía, porque no era su estilo. él siempre me decía que era incapaz de romper conmigo en malos términos. De repente no le reconocí, no sabía con quien había estado en todos estos años. Yo estaba llorando al teléfono intentando creerle y él estaba inmutable. Me pedía colgar, para que yo no me hiciera tanto daño. También me llegó a decir "tranquila, algún día me superarás, estoy seguro".
Me quedé realmente mal. Dejé de dormir, de comer y de expresar algo con la cara. A la semana le escribí un último mensaje porque necesitaba despedirme en condiciones. Le dije que me hizo mucho daño pero que le perdonaba, que me intentaría quedar con lo mejor a pesar de todo, y que necesitaba empezar de nuevo borrando su contacto y sus redes sociales. También me despedí de su familia y amigos.
Pasaron cuatro meses y él me volvió a escribir para preguntarme como iba todo, y apenas pude responderle con una línea. En Navidad me llamó su familia y él me escribió. He visto hace poco una foto de él, en la que se encuentra muy delgado, con muy poca masa muscular, muy diferente a como él era.
Han pasado ya 5 meses, y está siendo un infierno para mí. He estado llorando casi cada día, intentando entender qué ha pasado y por qué. He tenido pesadillas y muchísimos bajones. Ahora mismo me encuentro sin ilusión por las parejas, no me creo nada. Estoy intentando buscar un rayito de esperanza. Y aunque poco a poco lo voy encontrando, me está costando muchísimo. Confié tantísimo en alguien que siento que no he sabido quien era. No entiendo cómo a su alrededor todos le veían muy enamorado de mí, que él mismo me decía que no veía una vida sin mí, que era lo mejor que le había pasado... yo notaba que él estaba cambiando poco a poco conmigo, y se notaba que no se había abierto a nadie tanto como conmigo. Pero luego me hizo esto. Me pregunto esto cada día entre lágrimas y tengo miedo a no superar esto nunca y a no ser capaz de confiar en nadie más.
Siento el tostón, pero he pensado que para entender mis sentimientos hacía falta contar toda la historia.
Gracias a quien haya llegado hasta aquí, de verdad. Me ha sido imposible no llorar mientras escribía esto.
Se que cualquier aportación me va a ayudar al fin y al cabo.
Un saludo.
PD: A todo esto, me gustaría aclarar que él es una buena persona. He contado lo que me hizo daño, pero precisamente estuve tanto tiempo con esta persona porque también era dulce, generoso, divertido, disfrutábamos mucho de estar juntos… No era un maltratador ni mucho menos, a pesar de que cometiera los errores que cometió conmigo. Quería aclararlo porque no sería justo tampoco dar a entender lo contrario.
¡Muchas gracias!
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Sigues enamorada, es lo normal. Pero la historia ha terminado. Llorar no es malo. Debes reconstruirte. Ahora no. Más adelante.
Recordar los momentos buenos no es malo, y no todas las personas son compatibles, él será un buen hombre, generoso, divertido, inteligente y sexy... Pero no conectasteis en lo esencial... Ahora debes seguir el camino.
No te preocupes, volveras a enamorarte.