Foro / Pareja

Como una quinceañera

Última respuesta: 4 de abril de 2013 a las 16:56
D
daouia_5760922
4/4/13 a las 12:01

Tengo 35 años y veinte de ellos con mi pareja. Nos conocimos a los quince, no fue mi primer amor pero sí el primer novio que tuve. A los 17 nos separamos durante un año, nos queríamos pero discutíamos mucho y queríamos cosas distintas de la relación. Estuvimos casi un año separados, aunque nos vimos varias veces y todas ellas nos acostamos. La diferencia era que él no preguntaba qué hacía yo estando sin él y al revés. Volvimos. Supongo que ambos habíamos probado lo suficiente a estar con otras personas como para ver que queríamos estar juntos.
Así que nos fuimos a vivir juntos a los 20 ya que estudiabamos lejos de casa. Y ya no hemos dejado de hacerlo. Cuando dejamos el piso de estudiantes nos fuios a nuetro propio piso y hasta hoy. Ahora vivimos en una casa con nuestro hijo, tiene siete años.

El caso es que mi relación de pareja hace tiempo que no es lo que yo quiero, digamos que tenemos intereses diferentes. Él sale a cazar los fines de semana y nos dedica poco tiempo. Yo entre semana dispongo de tiempo libre mientras el niño está en el cole y lo paso en el gimnasio. Tengo una pequeña cafetería que regenta mi hermana desde que tengo al niño. No da para dos sueldos así que ella trabaja y yo la gestiono, trabajo dos o tres horas al día y con eso vamos bien.

En fin, a finales del curso pasado cambié el horario del gimnasio. A mi marido le cambiaron el del trabajo y ya no podia llevar al niño al cole así que empecé a llevarle yo en lugar de ir al gimnasio a las 7 llegaba a las 9:30. En la entrada el primer día me topé con un hombre. Chocamos, literalmente. nos disculpamos y noté una electricidad que me recorrió entera. Le miré y... dios mio! no puedo contar lo que sentí. no es que sea un hombre extremadamente guapo pero la química que me genera lo paga con creces.

Aquel dia me fui a piscina y no le vi, pero al día siguiente en la sala de pesas le encontré. Suelo nadar tres veces por semana y los otros dos días hago cinta, bicicleta y esas cosas.

Empezaron las miradas. Siempre me pillaba mirandole.
Empecé a dedicar más tiempo a la sala que a la piscina. A aprender como funcionaban las máquinas.
Las miradas proseguían, de vez en cuando él se acercaba y me pedia compartir una maquina.
Poco a poco establecimos una rutina de saludo, miradas, compartir alguna máquina... era como si ambos aceptáramos que eso es lo que había.

Yo creo que la atracción era mútua. No tengo ninguna duda.
Durante esos meses me he sentido tan viva!
En muchas ocasiones me he preguntado qué pasaría si él quisiera dar un paso más.
He rechazado planteármelo hasta que me pase pero mi instinto me pide que no le deje escapar... que sea feroz con él. Y tierna, y despiadada, y cariñosa... lo quiero todo. una vez tras otra.
aunque jamás voy a hacer nada para conseguirlo.

Me conformaba con tenerle cerca y verle.
Un día dejó de venir. Pensé que se había borrado del gimnasio. Lo curioso es que no sé su nombre, no sé si él sabe el mío.
Sé que tiene pareja e hijos. Y él sabe que tengo un marido y un hijo.
Pensé que no quería saber nada de mi...

Cuando ya casi lo había superado (mentira, es lo que me decía a mi misma) y ya casi no esperaba verle aparecer cada mañana a mi marido de cambiaron de horario de nuevo.
Le gusta llevar el niño al cole, y al peque le gusta más que le lleva su padre. Es así de dura la vida. Y a mi me gusta más empezar el día pronto y trabajar por la mañana para tener el día del resto libre.
Así que volví a mi rutina del año anterior. Al gimnasio a las 7 de la mañana.
Al poco de llegar yo apareció él.
Me sorprendió verle a él también pareció alegrarle verme.
No sé a qué se debe su cambio de horario... pero de todos modos yo también tengo que cambiar el mio.

Le he visto durante una semana. Pero algo ha cambiado.
Ya no me mira como antes, ni me busca para compartir máquina.
Me pongo muy nerviosa cada vez que le veo, tengo la sensación de que él cambió de horario para evitarme y ahora se siente presionado por mí... pero no deja de venir.

Supongo que lo mas maduro sería que hablara con él, pero eso rompería toda la magia, nos pondría en un lugar al que creo que ninguno de los dos quiere ir por mucho que nos muramos de ganas...
decir ciertas cosas en voz alta ya no tendría marcha atrás y a mi me gustaba tenerle cerca, rondándome sin pasarse...

Me agobia pensar que cualquier día él puede cambiar de gimnasio, que puede cambiar de casa, de trabajo, que puedo dejar de verle... mucha suerte he tenido ya en una ciudad tan grande de coincidir durante un año con él casi a diario.
Pero parece que la magia se ha roto y no sé por qué.
Nunca he sido infiel, y no tengo demasiada practica ligando con tios. No estoy sin pareja desde los 15 años... no entiendo nada de estas cosas.
Es normal su actitud? Qué tengo que hacer yo? no podemos seguir jugando por lo menos una temporadita más?

Ver también

A
an0N_805383499z
4/4/13 a las 16:56

Yo lo que no entiendo
es tu actitud, no la de el. Es muy normal que sientas atraccion por otro hombre, hasta ahi no hay problema, pero que te cuelgues de tal forma que llegues a hacerte tantas pajas mentales es realmente preocupante, !!es un chico del gimnasio que te atre, si mas!!.,¿tan aburrida es tu vida?

Yo no veo nada anormal en su actitud, le estas dando una importancia que no tiene. Intenta no sacar las cosas de contexto, puede que este hombre lo hayas asustado con tu actitud y no sienta para nada esa atraccion que tu sientes, cuidado con tus perspectivas.

No te pierdas ni uno solo de nuestros tableros en Pinterest
pinterest
ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

Compartir