Buenos días a todas:
El día 10 de noviembre mi expareja, con la que llevaba dos años, me dejó (los motivos no vienen al caso). La cuestión es que yo lo pasé muy mal los primeros días, solo lloraba y lloraba... Me sentía patética, mi autoestima estaba por los suelos, llegué incluso a arrastrarme y rogarle que no me dejara (error por mi parte).
Cuando pasaron unos días me dí cuenta de que no puedo obligar a nadie a que esté conmigo y, por supuesto, de que yo valgo muchísimo, que no tengo que arrastrarme ante nadie. Así pues, aunque era consciente de que quería al chico que me había dejado, me propuse dejar el tiempo pasar... Soy consciente de que no iba a querer volver conmigo y, tras lo que he pasado (no solo hirió mis sentimientos, sino que medio vivíamos juntos y terminó las cosas de una forma muy infantil, sin querer dar la cara y metiendo a su madre de por medio), yo tampoco quiero, sinceramente, a pesar de que sienta algo por él.
Pues, para mi sorpresa, cuando ya habían pasado unos días, estando ya algo más tranquila y tomando nuevamente mi vida su cauce, un chico entró en mi vida casi sin darme cuenta (parece mentira, yo no me he comido nunca ni un colín, resulta que ligo cuando menos me lo proponía). La cuestión es que el chico en sí me gusta, me siento muy cómoda con él... Y él me ha confesado que le gusto, que me echa de menos cuando no podemos hablar o comer juntos y demás... Se lo he comentado a mi madre, pero ella dice que tras una relación tan larga no está bien empezar otra (aunque a mí me gustaría ir muy muy despacio, es algo que ya le he dejado claro al chico en cuestión y ha aceptado)... Pero, ¿cómo sé cuándo es el momento de empezar otra relación?
¿Alguna ha tenido alguna experiencia similar?
¡Perdón por el tocho!