Más fácil, imposible
Hola Laurita,
Cada hombre es diferente, y no hay una receta que sirva para todos. Es más, cada situación es diferente, y habrá veces que le apetezca una cosa, y veces que le apetezca otra.
La mejor solución: !Pregúntale a él! Le va a encantar, te lo aseguro. Háblale para que tenga confianza para decirte lo que le gusta. Cuando le estés empezando a tocar susúrrale que quieres que te enseñe TODO lo que le gusta. Prueba cosas y pregúntale si le gusta o no, si lo quiere más fuerte o más flojo, si lo quiere más rápido o más despacio... dos consejos más:
- No lo cumplas todo a rajatabla. Intenta que parezca que deseas darle placer, no que estás leyendo un manual de instrucciones!
- No le hagas caso siempre. Prueba algunas cositas por ti misma y pregúntale ¿Y esto?¿no te gusta que te lo haga así? Él también descubrirá cosas contigo.
- Lo más importante, creo, es que no le hagas daño, empieza poquito a poco. Le vas a excitar seguro, y se va a acabar corriendo seguro (y si tarda un poquito más intenso será el orgasmo porque estará más excitado). Tómate tu tiempo y conócelo.
- Al hilo de lo anterior, el glande es muy sensible, y no todo el mundo responde igual a las caricias directas en el glande (como te pasa a ti con tu clítoris, probablemente). Prueba a acariciarlo sobre el prepucio si es posible. Tendrás muchas más posibilidades sin miedo a rozarle y hacerle daño. En todo caso, cuando esté excitado y húmedo, unas caricias muy suavecitas en el glande con la punta de los dedos, los labios, la lengua, tu vulva... le harán tocar el cielo.
¡buena suerte y disfruta! ¡es mucho más fácil de lo que parece!