Como enamorar un hombre rapido

Brujería para enamorar a un hombre rápido
            Nunca pensé que podía llegar a buscar ayuda en la brujería para enamorar a un hombre rápido, pero después de tanto tiempo sin conseguir pareja, me enamoré perdidamente de mi médico. Sin embargo como estaba comprometido no me atreví a acercarme más que para fomentar una bonita amistad. Nuestros encuentros fueron intermitentes y a pesar de que me gustaba mucho yo sabía que él no sentía lo mismo por mí. Sólo con la ayuda del maestro ATILA AGRAMON pude derribar esa barrera y conquistarlo.

Mi debate entre lo moralmente correcto y mi amor desesperado
            Soy Katherina, tengo 30 años y en el año 2009 finalicé una relación conflictiva con un novio celópata. Un año después, fui hospitalizada con una afección en el  pulmón. Después de una semana de fuerte tratamiento sin resultado me refirieron a un especialista. Cuando lo vi, sentí esa sensación de haberme enamorado a primera vista, fue un flechazo instantáneo. Tenía ya un tiempo sin enamorar a un hombre, por lo que mis inicios con él fueron muy tímidos.
            Sólo nos veíamos en las consultas cada mes, pero yo esperaba ansiosa los días de la cita médica sólo para poder verlo. Poco a poco fuimos cultivando una bonita amistad más sin embargo, él me contaba cosas de su pareja que me hacían ver que estaba profundamente enamorado de ella. Siempre que nos veíamos sentía dentro de mí un debate moral ya que dentro de mi percepción de lo correcto no cabía la posibilidad de enamorar a un hombre casado.
            Dos años después, debido a que la afección en mi pulmón ya no tenía vuelta atrás, debía someterme a una riesgosa operación. Mi médico fue muy afectuoso y cuidadoso en darme la noticia. Tenía la habilidad de transmitir ternura y seguridad, por lo que me convenció de que la cirugía era el mejor camino para mi curación.
            Para poder realizar la operación, debía someterme a varios estudios, por lo que tenía que hospitalizarme. Durante este tiempo nuestra relación se estrechó, debido a mi angustia y depresión por la intervención quirúrgica, el  dedicó mucho tiempo para tranquilizarme. Esto hizo que mi amor por el creciera cada día más. Dentro de mí había una voz que me decía que debía hacer algo por enamorar a ese hombre.

            Durante los días que estuve hospitalizada, previos a la operación, noté que estaba muy distante y desmejorado y que hacía tiempo no me hablaba de su pareja, sin embargo no me atrevía a preguntarle que le pasaba por vergüenza. Estando en el hospital me enteré por unas enfermeras que su mujer lo había dejado hacía tiempo y que ya no salía del hospital. Sus horarios eran agotadores y casi no descansaba.
            Luego de la operación nos vimos cada vez con menos frecuencia, su cara seguía desmejorada  y se veía muy triste, pero siempre fui cautelosa debido a que no quería que el sintiera que lo estaba acosando. Yo quería enamorar a ese hombre, pero él no mostraba ningún interés amoroso por mí, a lo sumo una amistad. Debido a que ya no tenía que perder decidí confrontarle y confesarle mi amor, sin embargo me encontré con una pared, él aún tenía la esperanza de que su pareja volviera.
            Un día, estaba conversando sobre el asunto con una amiga y ella me comentó que conocía a alguien que había logrado conquistar a su amor de la secundaria, gracias a las habilidades del Maestro ATILA AGRAMÓN. No tenía grandes expectativas debido a que nunca había intentado contactar con un brujo. Pero decidí ponerme en contacto y probar si en realidad era efectivo.
            La verdad es, que me sorprendió la respuesta del maestro, ya que me dijo que en la brujería para enamorar a un hombre rápido, debía considerar el estado emocional de él, porque los hechizos surten efecto sólo si el corazón del otro está dispuesto. Por esta razón sentí confianza ya que no me hizo promesas ciegas y me explicó los pros y contras del hechizo. Sólo necesitaba una foto de él, una vela roja, un plato de cerámica y un perfume de mi preferencia.
            No volví a contactar a mi médico por un tiempo porque debía darle tiempo a su corazón para que se preparara. Pasaba los días llena de angustia pensando si el hechizo del Maestro ATILA AGRAMÓN, funcionaría. Aún así estaba llena de confianza y eso me permitió hacer más llevadera la espera. No me dio un tiempo estipulado, pero sería rápido, para que no le diera tiempo a otra a ocupar su corazón.

El día esperado
            Un buen día recibo la llamada tan esperada, él me estaba contactando porque quería verme, mis piernas temblaban y mi corazón revoloteaba, no podía creer que había sucedido. Gracias al maestro ATILA AGRAMÓN,  ya que debido a su hechizo para enamorar a un hombre rápido, había conseguido esa llamada tan ansiada.
            Aunque aún no sabía que me iba a decir, tenía confianza en que el hechizo estaba funcionando, ya en el encuentro, vi que su cara había cambiado. Se veía más sereno y menos compungido. Esa era una buena señal. Sus palabras fueron “no tenía idea de que esto iba a pasar”. Seguidamente me contó que hacía poco tiempo comenzó a soñar conmigo y extrañamente cuando despertaba y se miraba al espejo, notaba en su rostro una sonrisa. La brujería para enamorar a un hombre rápido estaba funcionando.
            El me explicó que aún cuando todavía sentía algo por su pareja anterior, mi presencia y mi recuerdo lo hacían sentir en paz, por lo que quería intentar comenzar una relación conmigo. Después de ese día no dejaba de llamarme, siempre estaba pendiente de mí llenándome de detalles. No había dudas de que la fórmula para enamorar a un hombre estaba surtiendo efecto.
            Tiempo después me pidió matrimonio, nos casamos y tenemos dos hermosos hijos, Maruska y Dylan. Nuestro amor se fortalece cada día más gracias al maestro ATILA AGRAMÓN, sin su ayuda tal vez no habría conocido la felicidad absoluta. Gracias absolutas.