¡Qué difícil! Abrir el corazón y desnudar el alma, permitir que otro descubra nuestro yo, que llegue hasta ahí donde no todo es hermoso, donde se encuentran nuestros miedos, dudas, defectos. ¡Qué difícil! Sobretodo si no nos damos cuenta de que es así donde el otro empieza a amar de verdad pues descubre, conoce y acepta al otro como ser humano y decide amarlo así como es y como puede llegar a ser.
Cuesta trabajo, sin embargo, has de entregar cuanto está en ti y no se ve desde fuera. Decidirse a amar es decidirte a romper tu autonomía individual, es aceptar la invasión de tu soledad.
Felicidades a todas las que estáis en vísperas