Carta de un cabeza de familia a su pareja
Hola amor,
Te escribo estas letras para que entiendas como me siento yo y puedas comprenderme un poco más. . Esta ocasión haré un gran esfuerzo, ya que como ya sabes, estoy muy cansado de trabajar toda la semana.
Solo espero que entiendas el gran sacrificio que hago al entregar mi vida por ti y por los niños, soportando la tensión y la gran responsabilidad de ser el que mantiene económicamente a esta familia.
Como tú no tienes que soportar esa gran responsabilidad, comprenderás que los demás no podemos estar tan aliviados y tranquilos. Por eso cuando llego a casa por las noches tan cansado entenderás que hay días que no me apetece nada, en general, ceno un poco e intento relajarme poco a poco de la tensión del día. Lo mismo me pasa los fines de semana, acabo con tanto cansancio acumulado de toda la semana, que solo necesito desconectar del trabajo (si me deja el dichoso teléfono) y la mayoría de las veces no me apetece salir de casa. He de reconocerte que tampoco me sentaría bien, que te marchases con los niños algún fin de semana, puesto que después de todo mi esfuerzo, solo sirviera para que vosotros disfrutarais sin mí, estaría bueno trabajar como un negro y que luego con mi dinero os fuerais de fin de semana, quedaría como un tonto no crees? En casa, solo todo el fin de semana, y mi familia por ahí. Así que lo mejor será que permanezcamos todos unidos todo el año, en el hogar, para eso somos una gran familia. Además los niños tienen que verme y yo a ellos.
En el día a día aprecio tu colaboración, ya sabes los niños, llevarlos al colegio, la compra, la comida, los recados que necesite, incluso llevarme al trabajo en alguna ocasión gracias! Pero debes entender que de todo ese tiempo libre que tienes, puedes emplear una parte para ayudarme, a fin de cuentas no tienes nada que hacer todas esas horas libres (nada de trabajo, no me malinterpretes).
También agradezco que mantengas tu buen humor, porque yo estoy tan cabreado con mi trabajo que cuando llego a casa no tengo ganas ni de hablar ni estoy para tonterías, así que todo lo que puedas jugar tu con los niños te lo agradezco. También tienen que ir aprendiendo que la vida es muy dura, no todo es jugar y pasárselo bien.
Sé que no me entiendes, vivimos en mundos totalmente distintos. Así que cuando alguna vez hablamos de trabajo ya sé de antemano que no me vas a entender, a fin de cuentas tú no estás ahí como yo, a pie del cañón. A veces me gustaría ser tú, y poder vivir una vida plena y cómoda, sin presiones. A veces cuando me acuesto sueño despierto que soy tú y que tú eres yo, y entonces me libero, es como volar, imagino que ya no tendré que ir al trabajo nunca más bueno, es solo un sueño. En realidad, yo no podría estar sin trabajar, si mi pareja trabajara, yo emplearía mi tiempo en buscar un gran trabajo, emprender, formarme no podría estar me quieto en el sofá viendo la tele, no es mi forma de ser, pero respeto a quienes son distintos a mí. Yo soy responsable por naturaleza.
A lo mejor has notado que ya no estoy tan de buen humor estos últimos años Ya! Yo también lo sufro, los años no pasan en balde y el desgaste se hace notar. El sacrificio merece la pena, no tenemos necesidades económicas y los niños tendrán una buena educación en el futuro. Como dirían los deportistas, yo me sacrifico por el equipo. Por eso, tú que tienes más fuerza podrás ir tirando de los niños hasta que se hagan mayores, bueno, la verdad es que ya lo haces.
En la vida hay que elegir, seguridad (dinero) y tensión laboral van de la mano o por contrario incertidumbre, problemas y por lo tanto también mal humor. A veces pienso si la gente que tiene dinero, tiene que luchar mucho para conseguirlo y lleva un gran desgaste que no le permite ser alegre y feliz, y por el contrario la gente que tiene menos dinero lleva una vida insegura y a veces con problemas aún no entiendo como hay gente que dice que le va bien. ¡Todo no se puede tener! Mentirán supongo.
Espero que cuando yo ya no esté, a este ritmo ya no sé cuánto me queda los niños y tú os acordéis de mí. No os va a faltar de nada, lo prometo. Solo espero que mientras ese día llegue podáis devolverme el esfuerzo en el día a día, intentando aliviar mi sufrimiento y mí desgaste con un poco de comprensión.
Firmado,
Un trabajador y cabeza de familia