Cansado de la mala suerte.

La verdad, nunca he sido hombre que me haya dado por desahogarme ni pedir consejo a nadie, tampoco he sido nada romántico ni enamoradizo. En los casi la veintena de años que llevo con mi mujer (tanto de novios como de casado) le he sido de una fidelidad absoluta, y jamás he temblado ante alguna posible ocasión de escarceo que se me ha presentado, creo que como a casi todo el mundo. Pero la verdad, el matrimonio ha sido muy complicado por culpa de mi suegra, y lo sigue siendo, su capacidad de control sobre sus tres hijos es impresionante, y es capaz de gobernar desde la distancia. Ha arruinado el matrimonio de los otros hermanos, y va camino de arruinar el de su hija conmigo. Lo peor de todo es que llevo todo el peso y soy yo quien he procurado arreglar y poner paz siempre a pesar de los rebuznos y lindezas que la buena señora me ha dicho, del tipo "mi hija tuvo mejores pretendientes que tú". Y he aguantado, porque sencillamente he querido a mi mujer, pero de todo se cansa uno. El problema es que ahora me siento muy enamorado de una compañera de trabajo, algo más joven que yo. No le he hecho caso en mucho tiempo y de un mes para acá ha sido todo como una explosión. Y no sé realmente si ha habido tonteo entre ambos o es lo que yo he querido ver (que será lo más probable). Sinceramente estoy bien jodido porque por un lado deseo largarme con quien de verdad quiero, pero por otro, no me gusta dar un paso en falso y caer al vacío, ya que no sentí algo así desde la adolescencia, pero siendo consecuente, aún quiero a mi mujer, y tal vez esto pase o no. Vaya encrucijada, justo cuando venía recuperando lo mejor del matrimonio. Me siento patético, la verdad, el típico gilipollas cuarentón que juega a ser joven. O tal vez sea consecuencia del desgaste de un matrimonio que no me dio felicidad alguna, ya que mi compañera es un cascabel, y siempre se está riendo, y eso era, tal vez lo que me hacía falta. Pero es que hay cosas contra las que no se puede luchar y para las que nunca estás preparado como la muerte o el amor, por mucho que te convenzas de ello. Me gusta leer las opiniones de las mujeres sobre la de los hombres, aunque me digan algo que no me gusta, son mejores que las fanfarronadas generales de algún foro masculino. 

La verdad, nunca he sido hombre que me haya dado por desahogarme ni pedir consejo a nadie, tampoco he sido nada romántico ni enamoradizo. En los casi la veintena de años que llevo con mi mujer (tanto de novios como de casado) le he sido de una fidelidad absoluta, y jamás he temblado ante alguna posible ocasión de escarceo que se me ha presentado, creo que como a casi todo el mundo. Pero la verdad, el matrimonio ha sido muy complicado por culpa de mi suegra, y lo sigue siendo, su capacidad de control sobre sus tres hijos es impresionante, y es capaz de gobernar desde la distancia. Ha arruinado el matrimonio de los otros hermanos, y va camino de arruinar el de su hija conmigo. Lo peor de todo es que llevo todo el peso y soy yo quien he procurado arreglar y poner paz siempre a pesar de los rebuznos y lindezas que la buena señora me ha dicho, del tipo "mi hija tuvo mejores pretendientes que tú". Y he aguantado, porque sencillamente he querido a mi mujer, pero de todo se cansa uno. El problema es que ahora me siento muy enamorado de una compañera de trabajo, algo más joven que yo. No le he hecho caso en mucho tiempo y de un mes para acá ha sido todo como una explosión. Y no sé realmente si ha habido tonteo entre ambos o es lo que yo he querido ver (que será lo más probable). Sinceramente estoy bien jodido porque por un lado deseo largarme con quien de verdad quiero, pero por otro, no me gusta dar un paso en falso y caer al vacío, ya que no sentí algo así desde la adolescencia, pero siendo consecuente, aún quiero a mi mujer, y tal vez esto pase o no. Vaya encrucijada, justo cuando venía recuperando lo mejor del matrimonio. Me siento patético, la verdad, el típico gilipollas cuarentón que juega a ser joven. O tal vez sea consecuencia del desgaste de un matrimonio que no me dio felicidad alguna, ya que mi compañera es un cascabel, y siempre se está riendo, y eso era, tal vez lo que me hacía falta. Pero es que hay cosas contra las que no se puede luchar y para las que nunca estás preparado como la muerte o el amor, por mucho que te convenzas de ello. Me gusta leer las opiniones de las mujeres sobre la de los hombres, aunque me digan algo que no me gusta, son mejores que las fanfarronadas generales de algún foro masculino. 

Hola! Estas cosas pasan. No hay que asustarse. Todos podemos enamorarnos en un momento determinado si las circunstancias acompañan. Eso no significa que de quien te enamoras sea "a quien de verdad quieres". A quien de verdad quieres es a quien has prometido amar. Aunque a veces se haga difícil. A ella le prometiste intentarlo de nuevo cada día. En la salud y la enfermedad. Y con la suegra de por medio. Hablar hablar y habar. Ése es el secreto. Mirad si necesitáis un finde solos. Si puedes hacerle algún obsequio que le devuelva la sonrisa. A la suegra, tómatela con humor y mantenla alejada. Primero vais vosotros. El enamoramiento por esa chica pasará, y conseguirás amar de nuevo a tu mujer. Sé paciente con tu mujer. Perdónala en todo. La gente se transforma cuando se siente amada. Un saludo. Juliette