Foro / Pareja

Canibalismo sudaca

Última respuesta: 3 de julio de 2006 a las 16:58
S
sarahy_5290512
2/7/06 a las 13:35

María Concepción Bravo Guerreira dice: numerosas informaciones, corroboradas por estudios arqueológicos, nos permiten afirmar que, aún cuando no fue muy usual, esta práctica no fue ajena a las manifestaciones religiosas de los incas. Las víctimas humanas (copaccochas), niños o adolescentes sin mácula ni defecto, eran sacrificadas con ocasión de ceremonias importantes en honor de divinidades y huacas, y también para propiciar buenas cosechas o ahuyentar desastres de pestes o sequías (AV, Cultura y religión, 290; + 271). Recientes investigaciones, hechas en la región selvática sureste del Perú, han comprobado en ciertas tribus la persistencia actual del sacrificio ritual de doncellas.

Guamán Poma de Ayala cuando describe al detalle el calendario cívico religioso de los incas hace ver que los sacrificios humanos se producían entre los incas, no precisa la época, de forma ordinaria; así por ejemplo, en la fiesta Ynti Raymi de junio (Nueva Crónica, 247), en la Chacra Yapuy Quilla" (mes de romper tierras) de agosto (251) o en la Cápac Ynti Raymi (fiesta del señor Sol) (259). El Inca supremo es quien ordenaba las normas de estos sacrificios (265, 273), y los tocricoc (corregidores) y michoc incas (jueces) debían rendirle cuentas de su fiel ejecución (271).

Todo parece indicar que sí existieron sacrificios humanos en forma ocasional como, por ejemplo, ante la presencia de grandes sismos, comunes en el Perú, Ecuador, Chile y Argentina por la Placa de Nazca, fenómeno que los incas atribuían a la furia o enojo de los apus.

La presencia de la Momia Juanita, Dama de Ampato o Dama de Hielo (muerta alrededor del 1450 d.C.), en las faldas del Ampato en Arequipa, Perú, muerta durante el gobierno del Sapa Inca Pachakutiq Inka Yupanki, deducción hecha por los análisis y el fechado radioactivo respectivo; la Momia Urpicha (Pichu Pichu), Momia Sarita (Sara Sara), cinco momias encontradas en el nevado Misti y los restos de tres niños encontrados en el nevado Llullaillaco, Argentina, confirman lo afirmado, además de confirmar la presencia inca en el norte de Argentina (Tucumán).

Las tradiciones orales refieren que se creía que los sacrificados se convertian en protectores de su pueblo y ayllu así como también en sequito de los dioses, por lo que el sacrificio era un destino preciado por los habitantes del imperio.

No es posible en algunas cuestiones hacer afirmaciones generales acerca del Imperio Inca, dada su enorme extensión y la relativa tolerancia que mantenía hacia los cultos y costumbres de las tribus sujetas.

Salvador de Madariaga escribe: hay datos suficientes para probar la omnipresencia del canibalismo en las Indias antes de la conquista. Unas veces limitado a ceremonias religiosas, otras veces revestido de religión para cubrir usos más amplios, y otras franco y abierto, sin relación necesaria con sacrificio alguno a los dioses, la costumbre de comer carne humana era general en los naturales del Nuevo Mundo al llegar los españoles. Los mismos incas que, si hemos de creer a Garcilaso, lucharon con denuedo contra la costumbre, se la encontraron en casi todas las campañas emprendidas contra los pueblos indios que rodeaban el imperio del Cuzco, y no consiguieron siempre arrancarla de raíz aún después de haber conseguido imponer su autoridad sobre los nuevos súbditos.

Sabemos por uno de los observadores más competentes e imparciales, además de indiófilo, de las costumbres de los naturales, el jesuita Blas Valera, dice que aún casi a fines del siglo XVI, y habla de presente, porque entre aquellas gentes se usa hoy de aquella inhumanidad, los que viven en los Antis (Selva Amazónica|selva amazónica)]) comen carne humana, son más fieros que tigres, no tienen ley ni dios, ni sabe qué cosa es virtud; tampoco tienen ídolos ni semejanza de ellos; si cautivan alguno en la guerra o de cualquier otra suerte, sabiendo que es hombre plebeyo y bajo, lo hacen cuartos, y se los dan a sus amigos y criados para que se los coman o vendan en la carnicería: pero si es hombre noble, se juntan los más principales con sus mujeres e hijos, y como ministros del diablo, le desnudan, y vivo le atan a un palo, y con cuchillo y navajas de pedernales le cortan a pedazos, no desmembrándole, sino quitándole la carne de las partes donde hay más de ella; de las pantorrillas, muslos, asentaderas y molledos de los brazos, y con la sangre se rocían los varones, las mujeres e hijos, y entre todos comen la carne muy aprisa, sin dejarla bien cocer ni asar, ni aún mascar; tragándosela a bocados, de manera que el pobre paciente se ve vivo comido de otros y enterrado en sus vientres. Las mujeres, más crueles que los varones, untan los pezones de sus pechos con la sangre del desdichado para que sus hijuelos la mamen y beban en la leche. Todo eso se hace en lugar de sacrificio con gran regocijo y alegría, hasta que el hombre acaba de morir. Entonces acaban de comer sus carnes con todo lo de dentro; ya no por vía de fiesta ni de deleite como hasta allí, sino por cosa de grandísima deidad; porque de allí adelante las tienen con suma veneración, y así las comen por cosa sagrada. Si al tiempo que atormentaban al triste hizo alguna señal de sentimiento con el rostro o con el cuerpo, o dio algún gemido o suspiro, hacen pedazos sus huesos después de haberle comido las carnes, asadura y tripas, y con mucho menos precio los echan en el campo o en río; pero si en los tormentos se mostró fuerte, constante y feroz, habiéndole comido las carnes con todo el interior, secan los huesos con sus nervios al sol, los ponen en lo alto de los cerros, los tienen y adoran por dioses, y les ofrecen sacrificios (Auge y ocaso, 384-385). Escenas semejantes describe Cieza de León en 1537, como vistas por él mismo en la zona de Cali y Antioquía, al extremo norte del imperio incaico (Crónica del Perú, cps., 11-12, 19, 26, 28).

Por otra parte, en algunas regiones del imperio inca la antropofagia se hace necrofagia. Cuando Guamán refiere las ceremonias fúnebres propias de los Anti Suyos escribe: son indios de la montaña que comen carne humana. Y así apenas deja el difunto que luego comienzan a comerlo que no le dejan carne, sino todo huesoToman el hueso y lo llevan los indios y no lloran las mujeres ni los hombres, y lo meten en un árbol que llaman uitica, allí lo meten y lo tapan muy bien, y de allí nunca más lo ven en toda su vida ni se acuerdan de ello (Nueva crónica, 292).

Ver también

A
angele_721752
2/7/06 a las 19:27

Los antropologos
han encontrado indicios de canibalismo en todas las sociedades antiguas de todos los continentes.

A
adi_5137188
2/7/06 a las 19:34

Pregunta, pilara es necia o solo tonta!


jajajajaja

porq tiene una idea y se aferra a ella como perro rabioso!

jajajaajja

S
sheima_7284624
3/7/06 a las 1:11

Hombre! que me hago un lio con tu geografia...
Hubieras empezado diciendo que el territorio sudaca -al que aun no consigo ubicar bien- era una tribu del amazonas...

Y
yagoba_6468695
3/7/06 a las 1:16
En respuesta a sheima_7284624

Hombre! que me hago un lio con tu geografia...
Hubieras empezado diciendo que el territorio sudaca -al que aun no consigo ubicar bien- era una tribu del amazonas...

Sin pretender
Sin pretender hacer alcance sobre el canibalismo en el MUNDO, te puedo informar que en forma peyorativa se les llama "sudaca" atodos lo originarios del continente Sud Americano.

Z
zoilo_9148739
3/7/06 a las 16:58

Tom cruise
El se come la placenta de su mujer . Acaso eso no es canibalismo?

Saludos

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