Simplemente salúdelo
Es simple, preséntese, si estuviera en su lugar me presentaría y le haría un cumplido sobre aquello que le ha llamado la atención, a los hombres nos gustan más los cumplidos directos, así que es mejor alabarlo de forma directa.
Ejemplo:
Hola Miguel (por poner un ejemplo), soy Catalina nos conocemos del gimnasio(o de las clases o del super...), la verdad es que me encanta como haces X, te ha llevado mucho tiempo aprenderlo?.
A los hombres nos gusta mucho que se nos alabe por el trabajo que hacemos, somos algo así como maniáticos de la competitividad (lo llevamos en los genes, tanto haces tanto vales) así que un elogio sincero (sincero, no es una palabra escogida al azar, es la palabra) sobre algo que se le dé bien te va a asegurar una charla bastante fluida.
Mi otro consejo es un poco más complicado de seguir para casi todo el mundo, sigue la etiqueta, sé que es algo complicado porque hay muchas cosas que tener en cuenta, pero si lo haces la timidez y la estupidez se desvanecen.
La timidez en estos casos viene del miedo a acercarse, del miedo al rechazo pero para sobreponerte a ese miedo a veces se hacen muchas tonterías generando estupidez, ¿te acuerdas del panoli que se te acercaba de forma extraña?
Lo bueno de la etiqueta es que te permite acercarte de una forma favorable sin hacer tonterías, al saber cómo se tiene que actuar el miedo es bastante menor y el respeto que la otra persona merece son inherentes a las acciones y palabras que escoges, a mí por lo menos me parece bastante atractiva la idea.