Piensa bien las cosas
Te puede parecer drástico, pero:
1. Mantener el contacto con un ex puede hacerte daño. No es obligatorio. Si quieres hacerlo, hazlo, pero no te sientas obligado sólo por "no perder x años de relación". Eso es una falacia. La relación de pareja se pierde en el momento en que la relación se termina; la amistad es otra cosa. Yo fui novia de mi exnovio durante tres años pero nunca fui su amiga, ¿por qué habría de serlo ahora que ya no somos novios? Borrar a alguien de tu vida cuando las cosas se acaban no te convierte en mala persona.
2. Supongamos que deja al otro y vuelve contigo. Si te abandonó una vez, puede hacerlo de nuevo, Y, como suele decirse, la segunda vez será tu culpa.
3. Supongamos, de nuevo, que deja al otro y vuelve contigo. Es posible que seas muy buena persona y tengas una "paz de espíritu" que yo no tengo, pero te aseguro que yo pensaría mucho, muchísimo, en ese otro: "¿pensará ella en él?" "¿Se seguirán viendo?" "¿Todavía recuerda su teléfono?" "¿Nos compara?"...
Y lo que me parece más preocupante... ¿qué es eso de la infancia dura y traumática? Mi exnovio tuvo problemas en su infancia y adolescencia; su situación familiar era desastrosa. Por eso, yo justificaba todo lo que me hacía. Resultado: me llevé un desorden alimenticio y una depresión. ¿Sabes?, cuando queremos mucho a alguien automáticamente tratamos de resolver todos sus problemas, pero tú no puedes ni debes resolver la infancia traumática de ella. Todo lo que puedes hacer al respecto es animarla a desahogarse, exteriorizar sus sentimientos, racionalizarlos y asumir lo ocurrido. Nunca, nunca, justifiques un mal comportamiento por un hecho externo, como esa infancia traumática, o acabarás pagando por lo que no es tu culpa... y el problema continuará sin resolver.