Con muchísima voluntad cualquier persona puede cambiar, siempre y cuando lo haga por sí misma, no por alguien más. Y definitivamente no esperes ser vos quien la va a hacer cambiar.
Sin embargo, y más allá de que pueda o no estar relacionado con alguna enfermedad mental (lo cual requeriría intervención de un profesional), lo mejor es siempre dudar que esta persona vaya a modificar ese tipo de comportamientos. La mayoría no cambia porque el ego les impide ver aquello que deberían mejorar y aún cuando pareciera que de a ratos se ven a sí mismos y a sus defectos es más fácil volver a lo mismo que enfrentarlo y trabajar en lo que dicen que harán. Y también porque hay gente a su alrededor que acepta soportar tales cosas, perdona y cree en sus promesas de cambio. Una y otra vez. De alguna manera así se refuerza la actitud.
Si este es tu caso y estás pendiente de alguien que tiene arranques de ira mi consejo es que no pierdas tu tiempo. Cortá por lo sano, por vos. Vas a sufrir mucho por algo que probablemente nunca llegue. Sin mencionar que “ira” es una palabra de por sí muy fuerte y quien no es capaz de controlar sus emociones a tal nivel difícilmente tendrá la voluntad necesaria de cambiar en serio.