Dejar al maltratador
Estoy de acuerdo contigo pero a veces conviene que se haga poco a poco. Primero mentalmente, se ha de renunciar a esa persona con la que un día se decidió convivir, pensar que es una etapa acabada y que lo que queda no merece la pena. Ir haciéndose a la idea de que ese señor no es sino un extraño. Ir cogiendo fuerzas para dar el paso, desligarse afectivamente.
Después físicamente, si hace falta con protección, y siempre con el apoyo de una persona de confianza, una amiga, una hermana, un profesional especialista. Pero siempre cuando hayamos conseguido que las emociopnes acepten lo que la cabeza hace días ve que es la única solución.
Un abrazo:
Miguel